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Luis Echeverría Peralta

Biografía

Echeverría Peralta, Luis. Burdeos (Francia), 6.IX.1841 – 1912. Político.

Sus padres, Juan Romualdo Echeverría Tapis y Fermina Peralta Ochoa, habían contraído matrimonio en Monreal (Navarra) en 1822. Juan Romualdo Echeverría, natural de Peralta (Navarra), fue escribano real y oficial de la administración de Rentas Reales. Entre 1822 y 1823 estuvo al servicio del administrador general de la Real Hacienda designado por la Junta Interina Gubernativa Realista de Navarra. Más tarde, integró la Diputación Provincial Carlista nombrada en mayo de 1838 y, al concluir la guerra, emigró a Francia. Fijó su residencia en Burdeos, donde nacieron sus dos últimos hijos, de los once que tuvieron, siendo Luis el menor de ellos. El tío materno, José María Peralta Ochoa, fue escribano de Monreal (1829-1864), secretario de la Real Junta Gubernativa de Navarra (1834-1838) y diputado foral de Navarra por el partido judicial de Aoiz, en 1854, 1858, 1862 y 1863-1864.

Tras el fallecimiento del padre, la familia regresó a España en 1848 y se estableció en Madrid. En esta capital, Luis Echeverría realizó sus estudios de primeras letras en el Seminario de Escolapios de Getafe, concluyendo los de Filosofía en Pamplona. Emprendió en Madrid la carrera de Leyes, que concluyó en 1864. Inició ese mismo año su actividad profesional, que compatibilizó con labores periodísticas en diversos órganos de prensa. Fue pasante de Cándido Nocedal durante cuatro años. En 1878 figuraba como abogado inscrito en el Colegio de Pamplona.

A sus apenas treinta años cumplidos, Luis Echeverría destacó por la campaña electoral y parlamentaria que sostuvo, en aras del carlismo. Desde su posición ideológica, monárquico y católico, combatió el liberalismo. En las elecciones generales para diputados a Cortes de 1871, resultó elegido en representación del distrito navarro de Aoiz, tras obtener una mayoría de más de dos mil quinientos votos. En sus intervenciones parlamentarias denunció las irregularidades cometidas en los comicios electorales, en los que, a su juicio, se ejercieron “coacciones morales y materiales de todo género [...] para impedir el triunfo de los carlistas”. Puso especial énfasis en el debate suscitado en torno a las actas electorales de los distritos del Baztán (Navarra), Tudela (Navarra) e Inca (Baleares), que vieron mermados los votos carlistas en manos de los liberales. En aquella legislatura, presentó el 31 de mayo de 1871 una enmienda, junto a Cándido Nocedal y otros miembros de la minoría carlista. En ella quedaban implícitos el cumplimiento consecuente de los principios emanados de la Constitución, la superioridad de los derechos individuales por encima de las leyes e instituciones y la defensa de la Monarquía tradicional. La enmienda resultó desechada por 96 votos contra 44, que fueron suscritos por miembros de la minoría carlista, entre otros, Cándido Nocedal, Ramón Ortiz de Zárate, Benigno Rezusta y Demetrio Iribas. Se manifestó en contra de la incautación del convento de las Salesas y su consignación como Palacio de Justicia, movido por su profundo sentimiento religioso, su valoración del derecho a la propiedad y estrechos vínculos familiares. Declarado enemigo del parlamentarismo, terminó por hacerse hombre de Parlamento, trabajando desde una legalidad impuesta, como así lo entendía, barrera insuperable para la consecución de las reformas constitucionales que su partido reclamaba. Defraudado por la inutilidad y los conflictos parlamentarios, éstos venían “a poner moralmente el fusil en nuestras manos para derribar aquello que podríamos derribar con sólo la fuerza de la palabra” que, junto a la propaganda, entendía como el indiscutible medio legal del ejercicio de la libertad. Sus aspiraciones respecto a la Constitución, “destruirla y discutir completamente el principio revolucionario en que descansa todo lo existente”.

Defendió los ideales carlistas desde el campo periodístico, como ha quedado reflejado en sus escritos publicados en El Pensamiento Español (1860), periódico absolutista fundado por Gabino Tejado; en La Constancia (1867-1868), diario del que fue fundador, así como en la revista Altar y Trono.

Fue candidato a diputado foral en 1882 y, un año después, concejal y síndico segundo de Pamplona. Su hermano, Manuel Echeverría Peralta, desempeñó el cargo de diputado a Cortes por el distrito de Pamplona en la legislatura de 1869 y de senador por Castellón de la Plana en 1871. Ambos mantuvieron una estrecha amistad con Francisco Navarro Villoslada, quien les dedicó su obra Amaya.

En 1899, Luis Peralta figuraba como tercer mayor contribuyente de Lesaka (Navarra). Contrajo matrimonio con María Concepción Ilzarbe García-Almarza (1841-1913), viuda desde 1872 de Juan José Barberena Oyarzábal, diputado Foral, por el partido judicial de Pamplona, en 1866 y 1866-1867.

 

Obras de ~: “Dictamen relativo a las instituciones forales que deben conservarse en el Código Civil Español”, en Revista Euskara, III (1880), págs. 161-168.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie Documentación Electoral, 64 n.º 9.

G. Verd, vizconde de la Esperanza, La Bandera carlista en 1871, Madrid, Imprenta del Pensamiento español, 1871; M. Ossorio y Bernard, Ensayo de un catálogo de Periodistas españoles del siglo XX, Madrid, Imprenta y Litografía de J. Palacios, 1903; J. Agirreazkuenaga, S. Serrano, J. R. Urquijo y M. Urquijo, Diccionario Biográfico de los Parlamentarios de Vasconia (1808-1876), Vitoria, Parlamento Vasco, 1993; A. García-Sanz Marcotegui, Diccionario Biográfico de los Diputados Forales de Navarra (1840-1931), Pamplona, Gobierno de Navarra, 1996.

 

Susana Serrano Abad

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