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Miguel Tacón y Rosique

Biografía

Tacón y Rosique, Miguel. Duque de la Unión de Cuba (I), marqués de Bayamo (I). Cartagena (Murcia), 10.I.1775 – Madrid, 13.X.1855. Militar, gobernador en Colombia y en las provincias de Málaga y Baleares, gobernador y capitán general de la isla de Cuba.

Fue hijo de Miguel Antonio Tacón y Fosca, brigadier de la Real Armada, y de María Francisca Rosique y Ribera. Con esmerada educación primaria ingresó de guardia marina el 17 de septiembre de 1789, con catorce años. En el jabeque Lebrel sirvió en la defensa de Orán; por méritos ascendió a alférez de fragata.

En Algeciras ascendió a alférez de navío en 1794, y se le dio, joven, el mando del bergantín Vigilante, de corso contra los ingleses. Teniente de fragata en 1802, navegó en la escuadra del brigadier Salcedo. En una oscura noche chocó su bergantín contra el navío español San Carlos, resultando herido Tacón, que tardó varios meses en reponerse.

Restablecido, abandonó la Marina y pasó al Ejército de Tierra, con el empleo de capitán de Infantería y grado de teniente coronel, pues el 6 de marzo de 1806 fue nombrado gobernador civil y militar de Popayán, en el virreinato de Nueva Granada. Casó en Aranjuez, el 6 de abril de 1806, con Ana Polonia García y Socoli, nacida en Murcia, hija de Patricio García y Lisón, comisario ordenador del Ejército, y de Anastasia Socoli y Victoria. Se embarcó hacia América, con su esposa, el 5 de junio de 1806. En la boca del río Magdalena (Colombia) cayeron prisioneros de los ingleses que, sin embargo, les permitieron desembarcar en Cartagena de Indias. Estaba Tacón al frente del Gobierno de Popayán, cuando llegaron las noticias de 2 de mayo de 1808 en Madrid, lo que hizo exaltar los ánimos americanos, considerando coyuntura favorable la ausencia de un Rey de España para sus anhelos independentistas.

Quito, en el Ecuador, dio el primer paso con su revolución de 1809. A su primera etapa militar de estancia y luchas en Sudamérica se le prestó poca atención en las biografías, volcadas en su actuación en Cuba, salvo en la de Mendiburu (1934). Al enterarse de la revolución en Quito, Tacón reunió un grupo de soldados y unos paisanos fieles, y dirigiéndose a Quito venció a los sublevados, restableció las autoridades destituidas e hizo severos castigos. Por esta actuación, el virrey Abascal lo ascendió a coronel y le confió amplias facultades. Los insurgentes quisieron atraer a Tacón a su partido, pero fue en vano, Ardía la revolución por todo el virreinato y Abascal dio a Tacón la vanguardia del Ejército de Tucumán, pero antes de dirigirlo, estaba derrotado y en huida a Oruro. El 1 de octubre de 1813 el general Pezuela venció en Vilcapugio; dirigía su vanguardia Tacón, que fue ascendido a brigadier y jefe del Estado Mayor. Jefe de la provincia de Charcas, restableció el orden realista con las victorias del Cerro Carretas y Viluma (4 de abril y 29 de noviembre de 1815) lo que le valió el ascenso, por el nuevo virrey Pezuela, a mariscal de campo. Gobernó el Potosí desde 1816, pacificando las provincias de Santa Cruz, Charcas y Cochabamba. Resentida su salud volvió a España, con un ambicioso plan de pacificación que, en Madrid, expuso al Rey y ministros. Fue nombrado (4 de septiembre 1819) capitán general de Puerto Rico, que declinó por motivos de salud, y quedó en El Puerto de Santa María de gobernador militar y político.

Pasó el 30 de noviembre de 1821 al Gobierno Militar de Málaga. En 1822 fue jefe del 9.º distrito militar (Granada y Jaén). Después, sufrió una “purificación” por sus, leves, ideas liberales y estuvo de cuartel en Sevilla hasta la muerte de Fernando VII. La Reina Gobernadora lo ascendió a teniente general y le nombró capitán general de Andalucía el 7 de marzo de 1834, por poco tiempo. Con la guerra civil y perdidas las posesiones americanas, salvo Cuba y Puerto Rico, para evitar que llegaran a “la perla de las Antillas” las chispas de carlistas y de secesionistas, nombró a Tacón gobernador y capitán general de Cuba.

Tacón desembarcó en La Habana el 1 de junio de 1834. La situación que encontró Tacón en la isla era “verdaderamente lamentable”, dice el redactor del artículo “Tacón y Rosique” del Espasa (1927) y añade: “los robos y los asesinatos se sucedían con la mayor impunidad [...] los carruajes eran detenidos, los hacendados abandonaban sus fincas, los cobradores tenían que ir escoltados por la fuerza armada, la menor resistencia a los bandoleros provocaba una puñalada y, por si todo esto fuera poco, los perros campaban por sus respetos y se abalanzaban sobre los escasos transeúntes”. Las primeras providencias de policía del general Tacón restablecieron la seguridad pública y el prestigio de la autoridad, liberaron a la capital de una asociación de criminales, que cometían impunemente sus delitos. Tocón enjuició en brevísimo plazo a los más criminales y penetró con su severidad a todos de que en adelante no se podrían cometer más delitos impunemente. Prohibió el juego y estableció unas reglas de policía “que le hicieron el terror de los malos y el restaurador de la quietud en el pueblo” (Pezuela, 1866). Tacón tenía que batallar en dos frentes: el orden público y el de la política. En este último, impidió que se estableciera en la isla la milicia nacional y que cesara la comisión militar, cuando a petición de la Audiencia de Puerto-Príncipe llegó una Real Orden para suprimirla. Se opuso a la venta del arsenal de La Habana. Su mensaje al Gobierno de Madrid era claro: no se podía establecer en la isla de Cuba una política igual a la que se formulaba en España, pues las condiciones eran distintas. Esto se vio claro con la sublevación del general Manuel Lorenzo, gobernador de Santiago de Cuba, quien al enterarse del motín de La Granja (agosto, 1836), se alzó en armas proclamando la Constitución de 1812, creó la milicia nacional y desoyó un ultimátum de Tacón. No hubo guerra civil en Cuba, como la había en España. Con gran habilidad, Tacón atrajo a elementos dirigentes civiles y a jefes y oficiales de la guarnición de Santiago. El general Lorenzo vio que nada conseguiría y huyó con unos leales el 23 de diciembre de 1836, exiliándose en Jamaica. Tomó Santiago el brigadier de Artillería Joaquín Gascué, con dos mil hombres, y restableció la tranquilidad en Cuba. Esto le valió los títulos de vizconde de Bayamo y marqués de la Unión de Cuba, y el collar de la Orden del Toisón de Oro. Era el primer gobernador de Cuba que era distinguido con esa suprema distinción. Años después se le elevaron los títulos a marquesado y ducado.

Tacón introdujo en Cuba importantes reformas.

Las obras públicas en La Habana y otros puntos de la isla fueron mayores que las de ningún otro gobernador.

El ferrocarril de La Habana a Güines (27,371 km), inaugurado el 19 de noviembre de 1837, fue el primero existente en cualquier dominio español, diez años que el primero de la Península. En La Habana destacaron las mejoras en el puerto, el acueducto de aguas potables, la moderna cárcel pública, nuevos mercados, pescaderías, un gran teatro que lleva su nombre (Teatro Tacón), igual que el gran paseo de su nombre, el pavimento de las calles, el alumbrado público, la red de cloacas, la creación de los cuerpos de bomberos y de serenos y otras muchas mejoras. También otras grandes ciudades y villas mejoraron mucho su urbanismo. Además, se incrementaron mucho las rentas públicas.

Tacón no sólo tuvo luces en su gobierno; tuvo sombras y no las silenciamos. La más amarga para el pueblo cubano, en 1834, fue el destierro del intelectual José Antonio Saco (1797-1878), aunque desterrarlo a Madrid fue casi un regalo para él, pues se impregnó de espíritu democrático y fundó el Club de los Habaneros.

Los diputados ultramarinos fueron vetados en las Cortes españolas. Tacón tuvo graves disensiones con el intendente de Hacienda, Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva, y con el arzobispo de Cuba, fray Cirilo de Alameda y Brea. Surgió el “siboneísmo”, un ensalzamiento literario del pasado antillano, fomentador del espíritu independentista.

Falto de vista y debilitado por los años, fue relevado.

Salió de La Habana el 22 de abril de 1838 “entre vivas, músicas y embarcaciones empavesadas, fue una solemne y espontánea ovación que le tributaron nacionales y extranjeros” (Pezuela, 1866). En 1838, en Cuba, España (y Nueva York, Filadelfia, México, París) aparecieron gran cantidad de folletos, libelos, ataques y defensas sobre su gestión en Cuba y juicio de residencia. Retirado a Mallorca repuso su salud en una quinta. Pero en 1843, al derrocarse la regencia del duque de la Victoria, y por sufragio de los mallorquines, fue Tacón sacado de su retiro para presidir la Junta Salvadora de Baleares, y fue nombrado capitán general del archipiélago, hasta que consiguió su dimisión.

En 1852 pasó a Madrid. Fue nombrado senador vitalicio el 5 de diciembre de 1853.

Falleció en Madrid (y no en Cartagena, como dicen algunas historias y biografías) el 13 de octubre de 1855. Su viuda, Ana Polonia, falleció en Madrid el 12 de julio de 1862. Sus descendientes mantienen en el siglo xxi sus títulos nobiliarios.

 

Obras de ~: Coleccion de varias esposiciones dirigidas al Escmo. señor procer del Reino, Gobernador y Capitan General de la Isla de Cuba y á S. M. la Reina Gobernadora, artículos comunicados y demas manifestaciones á que ha dado lugar la representacion apócrifa contra dicho Escmo. Sr. Don Miguel Tacón, inserta en “La Abeja” de Madrid del dia 2 de Febrero [...] Sacadas del “Diario de la Habana” [...], La Habana, Imprenta del Gobierno, 1836; Continuación de la Colección [...] [sigue igual texto], La Habana, Imprenta del Gobierno, 1836, págs. 59-185; Relación del Gobierno Superior y Capitanía general de la Isla de Cuba, estendida por el Teniente General Don Miguel Tacón, Marqués de la Unión de Cuba, al hacer la entrega de dichos mandos a su sucesor el escmo. señor Don Joaquín de Ezpeleta, La Habana, Imprenta del Gobierno, 1838; Copia certificada de la Memoria redactada por el excmo. Sr. Teniente general Don Miguel Tacón al entregar el mando de esta isla en 1838, La Habana, Imprenta La Habanera, 1889.

 

Bibl.: R. de la Sagra, Breve noticia de los primeros meses de mando del Excmo. Señor D. Miguel Tacón; Gobernador político y Militar de la Habana y Capitán Jeneral de la Isla de Cuba, Nueva York, Imprenta J. de la Granja. 1835; El Procónsul de la Habana y los deportados de la Isla de Cuba. Manifiesto al Magnánimo pueblo español, Cádiz, Imprenta del Comercio, 1836; A. Daumont et al., L’île de Cuba, le Comte de Villanueva et le General Tacon. Articles insertés dans les numeros du 28 septembre, 8, 15 et 22 octobre 1837 du “Moniteur Industriel”, Paris, Imprenta Maulde et Renou, 1837; Tacón y Fray Cirilo en la Isla de Cuba. Carta dirigida al Sr. D. Jacinto Félix Doménech por “un cubano afligido”, Santiago de Cuba, marzo de 1837 (2.ª ed., Barcelona, Imprenta Bosch, 1839); Bosquejo de la conducta del Teniente General don Miguel Tacón en la Isla de Cuba, Marsella, Bouchez Frères, 1838; Breve resumen de los escesos y arbitrariedades cometidos por D. José Ildefonso Suárez en el desempeño de la asesoría primera del Gobierno de la Habana [...], Madrid, Imprenta F. Pascual, 1838; Continuación al “Breve resumen”, Madrid, Imprenta N. Sanchís, 1838; J. de Bulnes y Solera, La fuga del P. Cirilo encubierta por el Gobierno de S. M. [...] exposiciones del M. V. Cabildo Catedral de la Iglesia Metropolitana de Santiago de Cuba [...] informando de las peregrinas circunstancias del suceso, Madrid, Imprenta Ignacio Boix, 1838; A. Carrillo y Arango, Observaciones sobre la Memoria publicada por el General D. Miguel Tacón al entregar el gobierno de la Isla de Cuba, Paris, Imprenta Lablanc, 1838; Contestación a los folletos que publicó en vindicación del General Tacón su Sobrino, o sea, el Paralelo entre el Excmo. Conde de Villanueva y el mencionado General, Cádiz, Imprenta Liberal, 1838; Desahogo poético de un habanero en celebridad de haberse dado la orden para relevar del mando de la Isla de Cuba al General Tacón, Madrid, Imprenta Boix, 1838; M. Ferrer y Martínez, El General Tacón, Marqués de la Unión de Cuba, y el Conde de Villanueva, ó sea Contestación a varios artículos y folletos a favor del primero y contra el segundo, Madrid, Imprenta Amarita, 1838; D. J. M. J., Contestación á varios artículos y folletos publicados recientemente sobre los negocios de Cuba, y el gobierno de su último capitán general el excmo. Sr. D. Miguel Tacon, [...], Madrid, Imprenta M. Calero, 1838; M. García de Lama, A cual más malo, drama, Nueva York, 1838; Observaciones á un opúsculo sobre los asuntos de la isla de Cuba y gobierno del que fue su Capitán General D. Miguel Tacón, Madrid, c. 1838; A. Oliván, Opúsculo que contiene el discurso que pronunció el señor don ~, diputado por la provincia de Huesca en la sesión del nueve de diciembre, y diferentes documentos concernientes al relevo y partida del Escmo. Señor Don Miguel Tacón [...], Habana, Imprenta del Gobierno, 1838; Refutación al papel anónimo titulado “Estado actual de la Isla de Cuba y medios que han de adoptarse para fomentar su prosperidad con utilidad de la madre patria”, Madrid, Imprenta L. Amarita, 1838; C. Romero, Relevo del General Tacón y su partida de la Habana, Habana, Imprenta del Gobierno, 1838; J. de la Torre, Una ojeada al manifiesto que publicò el Escmo. Sr. Don Miguel Tacón al dejar el mando de la Isla de Cuba, Cádiz, Imprenta Domingo Feros, 1838; T. Usauna, Algo sobre cierto discurso que cierto señor Diputado a Cortes pronunció en Madrid en la sesión del 19 de Diciembre de 1837, La Habana, junio de 1838; T. Machuca, Algunas indicaciones preliminares sobre el juicio de residencia del Excmo. Sr. Teniente General D. Miguel Tacón, exonerado de la Capitanía General de la Isla de Cuba, y electo Senador por la provincia de Cádiz en las actuales Cortes [...], Cádiz, Imprenta J. A. Niel, 1839; Otras indicaciones preliminares sobre el juicio que en la ciudad de La Habana se ha abierto al Escmo. Sr. Teniente General D. Miguel Tacón, para examinar jurídicamente su conductta como presidente de varios juzgados [...], Cádiz, 1839; Continuación de las noticias preliminares, e indispensables para conocer la justicia o injusticia que haya en el resultado del juicio de Residencia, intentado para examinar la conducta de S. E. D. Miguel Tacón y Rosique [...], Cádiz, Imprenta Viuda de Bosch, 1839; Expresión de agravios presentado por el Procurador del Ayuntamiento de La Habana [...] en los autos promovidos sobre cargos de residencia al ex gobernador D. Miguel Tacón [...], New York, Imprenta Leseur, 1839; J. A. de Olañeta, Juicio de residencia del escelentísimo señor D. Miguel Tacón [...], ó sea Colección de varios escritos presentados por su apoderado y defensor el señor don ~, fiscal electo de la Audiencia Pretorial [...] de la Habana, y dados á luz por el Comercio, con un Apéndice que contiene las respectivas sentencias, Filadelfia, A. Walter, 1839; Vítor al General Tacón y a su asesor el Oidor honorable D. José Ildefonso Suárez, Cádiz, 1839; Observaciones sobre la isla de Cuba al bien intencionado, [Cádiz], c. 1840; Residencia del Marqués de la Unión de Cuba, Gobernador [...] que fue de la Habana [...] Demanda pública establecida por D. Tomás Delfín contra José Ildefonso Suárez, Madrid, 1840; Causas principales del juicio de residencia de D. Miguel Tacón, con algunas otras relativas a dicha administración [...], Madrid, Imprenta J. de la Vega, 1841; F. Gavito, Cuba. Breve reseña que manifiesta lo que fue y lo que es esta isla, México, Imprenta V. García Jones, 1844; J. de la Pezuela, Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico de la Isla de Cuba, vol. I, Madrid, Imprenta del Est. Mellado, 1863; vol. IV, Madrid, Imprenta del Banco Industrial, 1867; J. de la Pezuela, Historia de la Isla de Cuba, vol. IV, Madrid, Carlos Bailly-Baillière, 1878, págs. 260-310; A. Carrasco y Sáiz, Icono-Biografía del Generalato Español, Madrid, Imprenta del Cuerpo de Artillería, 1901, págs. 232-233; C. Trelles, Bibliografía Cubana del siglo xix, vol. II (1826-1840), Matanzas, Imprenta Quirós y Estrada, 1912, págs. 127, 144, 146, 153, 156, 166-169, 171, 175, 183-184, 190, 192, 195-196 y 220; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, vol. LVIII, Madrid, Espasa Calpe, 1927, pág. 477; M. de Mendiburu, Diccionario Histórico-Biográfico del Perú [...], vol X, Lima. Imprenta Gil, 1934 (2.ª ed.), págs. 270-276; E. Esperabé de Arteaga, Diccionario Enciclopédico Ilustrado de los Hombres de España, vol. 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Fernando Rodríguez de la Torre

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