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Francisco Neila Ciria

Biografía

Neila Ciria, Francisco. Santa Marta (Badajoz), 19.VIII.1862 – Badajoz, 9.XII.1923. General de brigada, defensor de Cascorro y caballero de la Orden de San Fernando.

Ingresó como cadete en la Academia de Infantería en el mes de agosto de 1879, siendo promovido a segundo teniente cuatro años después.

En septiembre de 1887 fue ascendido a primer teniente, sirviendo con este empleo en los regimientos de Covadonga, Granada y Castilla. En 1896, cuando estaba en el último de ellos, fue destinado a Cuba con el empleo de capitán, sirviendo en la isla en los regimientos de Tarragona y María Cristina e interviniendo en la campaña contra los insurrectos, ganando una Cruz Roja al Mérito Militar por la acción del Potrero México, el 7 de enero de 1896, en la que resultó herido, y otra en recompensa de las operaciones realizadas entre abril y mayo de dicho año.

Entre los días 22 de septiembre y 4 de octubre del mismo año defendió el poblado de Cascorro, cuya guarnición, de la que era jefe, se componía de tres oficiales y 150 individuos de tropa, distribuidos en los fuertes Principal, Gracia y de la Iglesia.

Numerosas fuerzas enemigas al mando de Máximo Gómez, provistas de artillería, atacaron el poblado el 22 de septiembre, destruyendo casi por completo dos de los citados fuertes, construidos sólo a prueba de balas de fusil.

La entereza del capitán Neila no desfalleció ante estos reveses y, aunque no tenía artillería para responder al contrario, no titubeó en continuar la defensa del puesto que se le había confiado, rechazando con energía las cuatro intimaciones de rendición que le hizo el enemigo en aquel día y en los otros doce que duró el asedio, en las que se le ofrecía dejarle salir con todos los honores de las armas.

Aunque con la escasa fuerza de que disponía no pudo dedicarse más que a la defensa del poblado, sostuvo en todos los momentos la comunicación de los fuertes entre sí, disponiendo de dos salidas de un oficial y veinticinco hombres, la primera, y de otro oficial y veinte, la segunda, para desalojar al enemigo de dos casas cercanas al fuerte Principal. A lo largo del asedio sufrió diecinueve bajas entre muertos y heridos graves, causando al enemigo pérdidas tan considerables que le obligaron a levantar el sitio.

Durante la defensa del poblado tuvo especial relevancia la actuación del soldado Eloy Gonzalo García, cuya fama, a raíz de ella, se extendió por toda España.

El 26 de septiembre el capitán Neila había considerado preciso destruir una casa situada frente a uno de los fuertes, desde la que el destacamento sufría un intenso fuego. Solicitados voluntarios para incendiar dicha casa, se presentó Eloy Gonzalo, poniendo como única condición que le ataran al cuerpo una cuerda para así poder recuperar su cadáver en caso de perder la vida.

Aceptado el ofrecimiento, Gonzalo se ató a la cintura la soga de un pozo, se colgó el fusil al hombro y con una lata de petróleo se arrastró hasta la casa, esparció en ella el combustible y le prendió fuego, pudiendo regresar indemne al destacamento.

La hazaña de Eloy Gonzalo se supo en España a través del corresponsal en Cuba de El Imparcial. Se conocieron entonces sus antecedentes, que todavía hicieron más popular al que se le empezó a llamar el héroe de Cascorro.

Tras su hazaña se le concedió la Cruz al Mérito Militar con una pensión mensual vitalicia de 7,50 pesetas. La Junta Patriótica Española de La Guaira (Venezuela) le envió 210 pesos en plata, y la Lonja de Víveres de La Habana le donó 3000 pesos, una fortuna para la época.

Pero Gonzalo no pudo disfrutar de su fama y posición; continuó combatiendo hasta el 6 de junio de 1897, día en el que ingresó en el hospital de Matanzas aquejado de fiebre amarilla, de la que falleció el siguiente día 18, a los veintisiete años de edad.

El capitán Neila fue ascendido a comandante por méritos de guerra y, una vez sometido su comportamiento a juicio contradictorio, se le concedió la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase.

Continuó en campaña con el Regimiento de María Cristina, ganando una tercera Cruz al Mérito Militar por las operaciones realizadas en la provincia de Matanzas en el mes de septiembre de 1897.

Una vez firmado el armisticio con Estados Unidos regresó a la Península, donde pasó a la situación de excedente en la 1.ª Región Militar.

En 1908 alcanzó el empleo de teniente coronel, pasando a prestar sus servicios en el Regimiento de Castilla, hasta que en 1915 fue ascendido al empleo de coronel y destinado al mando de la zona de Badajoz.

En 1919 fue promovido al empleo de general de brigada y se le confió el mando de la 1.ª Brigada de la 2.ª División, en Badajoz, continuando en 1921 en el mismo destino y en comisión a las órdenes del alto comisario de España en Marruecos. En 1922 se le concedió el cargo de 2.º jefe del Gobierno militar de Tenerife. A su muerte fue enterrado en el panteón familiar del cementerio de Santa Marta, localidad que puso el nombre de Francisco Neila a una de sus calles, mientras la ciudad de Badajoz le dio a otra el de general Neila.

La Cruz de San Fernando que se le concedió está actualmente expuesta en el Museo del Ejército.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar, Secc. 1.ª, leg. N-318.

E. Guiu Martí, El año militar español. Colección de episodios, hechos y glorias de la historia militar de España, Barcelona, F. Giró, 1877; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, Madrid, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez