Vargas y Romeo, Rafael de. Córdoba, 1795 – ?, s. XIX. Militar y caballero Laureado de San Fernando.
Se le concedió en 1804 la gracia de cadete de menor edad y la antigüedad tres años después, pasando a servir en el Regimiento de Córdoba.
Luchó en la Guerra de la Independencia con el Regimiento de Voluntarios de Madrid, interviniendo en 1808 en la acción de Somosierra y en la defensa de Madrid.
En 1809 se enfrentó a los franceses en la acción de Vélez (Málaga), y ese mismo año fue promovido a subteniente, cayendo al año siguiente preso en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), consiguiendo fugarse y presentarse en la Isla de León, tras lo cual participó en la defensa de la misma formando parte de la tripulación de lanchas cañoneras que operaban contra las baterías enemigas del Trocadero. Durante un año estuvo agregado al Cuerpo de Artillería, al mando de baterías de primera línea.
Participó en la batalla de Chiclana (Cádiz), en junio de 1811, alcanzando al año siguiente el empleo de teniente.
En febrero de 1813 se trasladó a Nueva España, combatiendo a los insurrectos desde su llegada. En el mes de julio embarcó en Veracruz en auxilio de las Provincias Internas de Oriente, marchando hasta la capital de Texas, donde permaneció desde el mes de diciembre hasta el de marzo del siguiente año.
En 1816 luchó contra los indios bravos del norte, enfrentándose al año siguiente a la vanguardia invasora de Mina el Joven.
Fue ascendido a capitán en 1818, continuando en campaña, desempeñando varias comisiones de riesgo.
En 1821, estando sitiada la plaza de México, el virrey de Nueva España, Francisco Novella, de quien era ayudante de campo, le comisionó el 22 de julio para que llevase órdenes a la División del coronel Manuel de la Concha, lo que verificó atravesando las líneas enemigas, venciendo cuantos obstáculos se le presentaron, a pesar de haber caído muerto su ordenanza, resultando de esta empresa, tan importante como arriesgada, un feliz éxito para las armas españolas, pues se consiguió batir al enemigo por lo oportunamente que fueron comunicadas dichas órdenes. Comportamiento tan heroico merecería ser recompensado con la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, Laureada.
En diciembre de 1821 se trasladó a Cuba, donde embarcó de vuelta a la Península, a la que llegó en abril del año siguiente, pasando entonces a la situación de licencia indefinida, concediéndosele en 1827 la licencia ilimitada para Carabanchel (Madrid), donde residía en 1828, en el momento en que le fue concedida la Cruz Laureada.
En diciembre de 1828 fue ascendido a comandante mayor con destino al Ejército de la isla de Cuba, al que se incorporó en La Habana en mayo del año siguiente, siendo destinado al Batallón Ligero de Barcelona, con el que prestó servicio de guarnición en la isla. En mayo de 1832 se le concedió licencia para que marchase a la Península.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. B-792.
A. de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
