En el mes de marzo de 1810 fue nombrado teniente de la Compañía de Patriotas del Principado de Cataluña, con la que en ese mismo año sufrió el asedio de la plaza de Tarragona, consiguiendo evadirse el mismo día del asalto.

En 1811 fue trasladado al Batallón de Leales Manresanos, cuya bandera impidió que cayese en manos de los franceses que penetraron en ese mismo mes en la villa de Vendrell (Tarragona), luchando los años siguientes en multitud de acciones en Cataluña. Al término de la guerra sirvió en los Regimientos de Vitoria y Sevilla.

El 2 de enero de 1820 cuando las tropas de Riego sorprendieron durante la noche en Arcos de la Frontera al Cuartel General del Ejército Expedicionario a Ultramar y detuvieron a su general en jefe, el conde de Calderón, consiguió huir junto con algunos componentes de su compañía y llegar a Carmona con dos oficiales y más de cien soldados, que sirvieron de base para organizar el Batallón de Guías del General, con el que defendió Cádiz durante el mes de marzo, siendo seguidamente hecho prisionero y mantenido encerrado en La Carraca por espacio de tres años. [...]