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Alfredo di Stéfano Laulhé

Biografía

Stéfano Laulhé, Alfredo Di. La saeta rubia. Buenos Aires (Argentina), 4.VII.1926 – Madrid, 7.VII.2014. Futbolista.

Futbolista genial e irrepetible, estandarte del más laureado Real Madrid, y hombre que con su constante movilidad sobre el césped acabaría revolucionando la concepción táctica del juego.

Hijo mayor de Alfredo Di Stéfano Chiozza y Eulalia Lauhle Dick, nació en el barrio de Barracas de la capital argentina. Su padre fue centrocampista del River Plate bonaerense, pero dejó el fútbol tras lesionarse con veinticuatro años. En este mismo equipo debutó Alfredo di Stéfano Laulhé en 1945, pero fue cedido al Huracán para formarse. Diez goles marcados en veinticinco partidos determinaron su inmediata reincorporación al club de procedencia, donde habría de militar hasta la huelga que en 1949 secundaron los más grandes jugadores argentinos, reclamando una mejor consideración contractual. Entonces, como otros ilustres artistas sudamericanos del balón, recaló en el Millonarios colombiano, club que al no abonar traspasos por los derechos federativos de sus jugadores sería excluido de la FIFA, como todos los componentes de aquella liga profesional. Durante cuatro años estuvo exhibiéndose por buena parte de América y Europa, deleitando con un fútbol de toque preciso y primoroso, al que la prensa acabaría calificando como “Ballet Azul”, en alusión al color de sus camisetas. Codiciado por el Barcelona y Real Madrid, su contratación estuvo envuelta en todo tipo de piruetas legales y conversaciones con las más altas instancias deportivas nacionales y americanas, hasta que una suma de errores barceloneses difícilmente explicables y la sentencia salomónica del más alto organismo deportivo español lo vistieron de blanco para el ejercicio 1953-1954. Aunque según lo pactado hubiera debido enfundarse posteriormente la camiseta azulgrana, un brote de mal entendido orgullo catalán dejó al astro en el estadio Santiago Bernabéu hasta 1964.

Durante sus once campañas como madridista intervino en doscientos ochenta y dos partidos de Liga, cantando doscientos dieciséis goles, levantó ocho trofeos de Liga y uno de Copa, así como los cinco correspondientes a las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa. Su palmarés deslumbra: Campeón de la Copa América en 1947, de la Intercontinental en 1960, de la Copa Latina en 1955 y 1957, seis veces campeón de Liga entre Argentina y Colombia, máximo anotador en los campeonatos argentino (1947), colombiano (1951 y 1952) y consecutivamente en el español desde 1953 hasta 1959, Balón de Oro y Balón de Plata, amén de otros entorchados menores, como los trofeos Benito Villamarín, Carranza (en tres oportunidades) y Caracas, o galardones honoríficos, como ostentar la capitanía en la Selección del Resto del Mundo que el 23 de octubre de 1963 se enfrentó a la inglesa para conmemorar el centenario de esa Federación. Internacional argentino en seis ocasiones, con seis goles marcados, vistió también la camiseta nacional colombiana en cuatro oportunidades y la española en treinta y una, con la que anotó veintitrés goles. Su debut como internacional español tuvo lugar en Madrid, el 30 de enero de 1957, venciendo a Holanda por 5-1 y luciéndose con tres tantos; su despedida en París, empatando a uno con Francia, el 10 de diciembre de 1961.

Durante el verano de 1964 y luego de un agrio enfrentamiento con el máximo mandatario merengue Santiago Bernabéu, recaló en el Español barcelonés, donde habría de compartir vestuario con Ladislao Kubala, otro mito del fútbol español. Estaba a punto de cumplir treinta y ocho años y, aunque mermado de condición física, cumplió durante dos campañas, interviniendo en otros cuarenta y siete partidos y anotando once goles. Luego ejerció como entrenador en España, Portugal y Argentina, pasando por Elche (1967-1968), Boca Juniors (1969-1970, donde logró el campeonato), Valencia (1970-1974, proclamándose campeón el ejercicio 1970-1971), Sporting de Lisboa (1974-1975), Rayo Vallecano (1976-1977), Castellón (1977-1978), nuevamente Valencia (1978- 1980, reverdeciendo laureles con la Copa de 1979 y la Recopa de Europa de 1980) y River Plate (1981- 1982, para volver a proclamarse campeón).

Sólo pudo cumplir su sueño de entrenar al Real Madrid tras el fallecimiento de Santiago Bernabéu. Los blancos, entonces en plena renovación, distaban mucho de ser el equipo imbatible de antaño. Como entrenador merengue incorporó al primer equipo a Emilio Butragueño, quien con su buen rendimiento abrió brecha a la denominada “Quinta del Buitre”.

Presidente de Honor del Real Madrid, fue rebautizado como La saeta rubia, protagonizó películas (Saeta Rubia o La batalla del domingo) y su imagen sirvió de soporte publicitario mucho antes de que el fútbol se aliase con la mercadotecnia. Sintiéndose en deuda con el deporte, hizo levantar en el jardín de su casa un pequeño monolito de cemento coronado por un balón, a cuyo pie se leía: “Gracias, vieja”.

Estuvo casado con la argentina Sara Freites Varela desde 1950 hasta que ella falleció en Madrid en 2005, con quien tuvo seis hijos, cuatros mujeres y dos varones. Desafortunadamente, también vio cómo moría su hija primogénita en 2012.

 

Bibl.: P. A. Ramírez, Historia del profesionalismo, Buenos Aires, Perfil, 1976; Á. Bellón, El Libro blanco. Historia del Real Madrid, Madrid, Universo Editorial, 1991; F. Martialay y B. de Salazar, Las grandes mentiras del fútbol español, Madrid, Fuerza Nueva, 1997; A. Relaño y E. Ortego, Gracias, vieja: las memorias del mayor mito del fútbol, Madrid, Aguilar, 2000; B. de Salazar et al., Cien años del Real Madrid, Madrid, Diario As, 2001.

 

José Ignacio Corcuera