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Manuel Villaflor

Biografía

Villaflor, Manuel. ¿Valencia?, s. t. s. XVII – Madrid, 1707. Compositor, músico y autor (director) de compañía.

Músico valenciano, se le trajo expresamente a Madrid en 1688 por orden de la Junta del Corpus para que entrase a formar parte de las compañías que actuaban en la Corte, provocando con ello la protesta del autor Isidoro Ruano, a cuya compañía, que actuaba en Valencia, pertenecía Villaflor al menos desde el año anterior. Casado con Sabina Pascual, una de las actrices más famosas de finales del siglo XVII y principios del XVIII, hija del músico y autor Félix Pascual y de la actriz Manuela de Bustamante, la familia Villaflor-Pascual es una buena muestra de la endogamia dominante en la profesión cómica durante la segunda mitad del siglo, pues si su mujer era miembro de una célebre dinastía de comediantes, también sus hijos se dedicaron a la profesión cómica, casándose además con miembros de otras dinastías de actores igualmente importantes: Manuela con Blas Polop, hijo de Pablo Polop, y Ramón con Francisca de Castro, hija de Fernando de Castro y Manuela Lavaña. De hecho, Villaflor y Sabina Pascual pertenecían al círculo “intelectual” madrileño como prueba la amistad que mantenían entre otros con el dramaturgo Antonio de Zamora. El incidente protagonizado por el matrimonio en 1703 al huir de los funcionarios enviados por la Junta del Corpus para “asegurarles”, prueba que tenían amigos poderosos en la Corte ya que ella se refugió en casa de la duquesa de Osuna y él en la del embajador de Portugal. A su llegada a Madrid, Villaflor será incluido como “músico principal” en la compañía de Agustín Manuel, con el que continuará hasta 1694. De 1695 a 1699 perteneció a la que dirigía Carlos Vallejo, y en 1700 a la de Juan de Cárdenas, a quien sucederá Villaflor como autor, ya que a partir de ese mismo año el músico y su mujer dirigirán “juntos y de mancomun a voz de uno y cada uno de por si y por el todo insolidum” su propia compañía hasta la muerte de Villaflor en los primeros meses de 1707, continuando ese año Sabina con la autoría en solitario. Al asumir la dirección de una compañía en una época especialmente conflictiva, Villaflor tuvo varios problemas con las autoridades, y si en 1700 no pudo hacer frente al empréstito que tradicionalmente concedía el Ayuntamiento a los autores para facilitar la formación de las compañías, debido “al contratiempo que sobreuino de la muerte de su Magd. Carlos Segundo (que esta en el zielo) cuyo fatal motiuo lo fue para que se suspendiesen las representaciones y no poder pagar d[ic]ho emprestido en la otoñada como era de su obligación”, en 1706 al suspenderse la representación de los autos sacramentales debido a las exigencias económicas de la Guerra de Sucesión, Villaflor y su colega Chavarría, autor de la otra compañía madrileña, fueron apremiados por las autoridades municipales para que devolviesen las cantidades adelantadas, a lo que ambos se opusieron alegando “que la cantidad referida se nos debio entregar en fuerza de vn contrato que nosotros y nuestras compañias hemos estado y estamos promptos a cumplir”, lo que motivó que la Junta del Corpus les concedieran permiso para representar los autos en los corrales, dispensándoles así de la devolución del dinero. No es de extrañar, por tanto, que sus relaciones con los comisarios de la Junta fuesen en ocasiones bastante conflictivas, y de hecho el 24 de marzo de 1703 Villaflor y su mujer protagonizaron una peripecia propia de comedia de enredo al huir de su casa de la calle del Niño por una puerta falsa, llevándose algunas arcas de ropa y joyas, mientras que en la puerta principal el alguacil y escribano enviados por la Junta aguardaban a que les abrieran para embargarles. En 1705 Villaflor se negó a formar compañía alegando “diferentes motivos”, que no fueron aceptados por la Junta, por lo que ante la obstinada negativa del músico lo mandó encarcelar. Estos conflictos no parecen haberle perjudicado, ya que desde su llegada a Madrid en 1688 se convertirá, junto con su compañero Sequeiros, en uno de los principales compositores de música teatral, encargándose ambos de componer la música de los autos del Corpus madrileño al menos desde 1691, año en el que Villaflor puso la música para Psiquis y Cupido, ya fuesen éstos reposiciones de Calderón o autos nuevos, cobrando por ello 500 reales cada año. En el primer caso se sabe con certeza que compuso la música para uno de los dos autos repuestos en 1697, 1700, 1701, 1703, 1704 y 1705; para El laberinto del Mundo, representado en 1699, compuso varias tonadas a cuatro, a sólo, un dúo, y un recitativo para el personaje de la Mentira. Compuso igualmente música para autos nuevos como Música enseña el amor de Manuel Vidal, representado en 1693, y El templo vivo de Dios, uno de los dos autos que Antonio de Zamora escribió para el Corpus de 1698, en el que su mujer, Sabina Pascual, interpretó el papel de la Ruina. En su calidad de “músico principal” participó en varias representaciones palaciegas, ya fuesen reposiciones de obras o estrenos, entre ellos varias obras de Bances Candamo, dramaturgo oficial de Carlos II, y la zarzuela Júpiter y Yoo de Marcos de Lanuza, representada durante las Carnestolendas de 1699. Músico de las principales compañías de la Corte durante veinte años, Villaflor fue muy apreciado por las sucesivas Juntas del Corpus madrileño y en Palacio, e incluso por sus compañeros, que le nombraron mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena, a la que pertenecían los actores, en 1692, 1701, 1702, 1704 y 1705. Su calidad de “músico principal” le obligaba a componer un elevado número de obras al año, ya que además de la música de los autos, dentro de sus obligaciones entraba la composición de la música para todas las obras breves que interpretaba su compañía, y de hecho como en 1688 llegó a Madrid ya iniciada la temporada teatral, la Junta del Corpus tuvo que encargar a José de Loaisa, “representante y músico” que compusiera “la musica de la loa, comedia y bayle parara empeçar el año por no hauer llegado a tiempo el musico que se trujo de Balencia para la compañía de Agustín Manuel”, y a un músico de la Capilla Real “el tono de empezar de la compañía de Agustín Manuel” por la misma razón. Lamentablemente sólo una mínima parte de esta producción nos ha llegado, conservándose sus obras en lugares tan diversos como la Biblioteca Nacional de Madrid, la Biblioteca de Cataluña, la Catedral de Palma de Mallorca, e incluso la Biblioteca del Estado de California en Sutro (San Francisco) y la Biblioteca Nacional de México.

Su muerte truncó una evolución hacía modelos musicales europeos, iniciada ya en sus últimos años de vida. Así lo demuestra la inclusión de violines en la música de la loa para la reposición de El jardín de Falerina, representada el 19 de diciembre de 1704, con la que se quiso celebrar los años de Felipe V.

 

Obras de ~: Amor perdona esta vez; Amor pues te conoci; Avecilla si triste padeces; Ay, que será Menguilla; Cieguezuelo rapaz; Cada vez que riñen Menguilla y Pascual; Déjame pues sé las burlas; El enigma del amor; En verdad Filis mía; Escucha Fenisa; Huyendo de la verde margen; No fies en su belleza; Oíd moradores de Lesbos; Pensarán los que me vieren; Que lindo, que bueno; Quieres que te diga Filis; Quisieras que te dijera; Si en tus dichas firmeza; Si obligas con el engaño; Siempre hemos de andar Menguilla; Sin querer te ofendí divina Irene; Tirano amor, que es esto; Válgate amor por amor; Vendado rapaz; Vuela pensamiento no huyas; Yo soy el alto destino (o Tonada en Loa a la Reyna Nª.Sª ).

 

Fuentes y bibl.: Archivo Municipal de la Villa (AMV) (Madrid): Secretaría, 2-199-1 (1688), 2-198-17 (1690), 2-198-17 (1691), 2-200-2 (1691 y 1700), 2-200-3 (1692 y 1693), 2-200-4 (1694), 2-200-5 (1695), 2-200-6 (1696), 2-200-7 (1697), 2-200-8 (1698), 2-200-9 (1699), 2-200-10 (1700), 2-201-2 (1703), 2-201-4 (1704), 2-201-6 (1705), 2-201-7 (1706), 2-201-8 (1706 y 1707).

E. Cotarelo, Historia de la zarzuela, o sea del drama lírico en España, Madrid, Tipografía de Archivos, 1934 (reed. facs. con introd. de E. Casares, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), 2000), pág. 71; N. D. Shergold y J. E. Varey (eds.), Fuentes para la historia del teatro en España VI: Teatros y comedias en Madrid: 1687-1699. Estudios y Documentos, Londres, Támesis Books, 1979, págs. 293 y 297-298; L. K. Stein, “El Manuscrito Novena: sus textos, su contenido histórico-musical y el músico Joseph Peyró”, en Revista de Musicología, III, 1-2 (1980), págs. 197-233; N. D. Shergold y J. E. Varey (eds.), Fuentes para la historia del teatro en España, I: Representaciones palaciegas (1603-1699), Londres, Tamesis Books, 1982, págs. 212-213 y 217; Fuentes para la historia del teatro en España, II: Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España, Londres, Tamesis Books, 1985, págs. 46, 179, 232, 293, 494 y 461; C. Caballero-Rufete, “El manuscrito Gayangos-Barbieri”, en Revista de Musicología, XII, 1 (1989), págs. 199-268; J. M.ª Díez Borque, “Los autos del 98”, en Diálogos Hispánicos de Ámsterdam, 8, vol. II (1989), págs. 435- 449; J. Koegel, “Nuevas fuentes musicales para danza, teatro y salón de la Nueva España”, en Heterofonía, 116-117 (1997), págs. 9-37; A. Torrente y P. Rodríguez, “The Guerra Manuscript (c. 1680) and the rise of solo song in Spain”, en Journal of the Royal Musical Association, 1223, 2 (1998), págs. 147-189; L. K. Stein, “Villaflor, Manuel de”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. X, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2002, pág. 909; M.ª A. Flórez Asensio, Teatro musical cortesano en Madrid durante el siglo XVII: espacios, intérpretes y obras, vol. III, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense de Madrid - Facultad de Geografía e Historia, 2004, págs. 428-432; M.ª A. Flórez Asensio, Música teatral en el Madrid de los Austrias durante el Siglo de Oro, Madrid, ICCMU, 2006; T. Ferrer Valls (dir.), Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español (DICAT), Kassel, Reichenberger, 2008; B. Lolo, “El teatro con música en la corte de Felipe V durante la Guerra de Sucesión, entre 1703-1707”, en Recerca Musicológica, XIX (2009), págs. 159-184, especialmente, pág. 179; Mª A. Flórez Asensio, Músicos de compañía y empresa teatral en Madrid en el siglo XVII, vol. II, Kassel, Reichenberger, 2015, págs. 613-624.

 

María Asunción Flórez Asensio