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Luisa Romero

Biografía

Romero, Luisa. ?, c. 1630 – ¿Madrid?, c. 1671. Actriz y música.

Hija de Bartolomé Romero y Antonia Manuela Catalán, tanto ella como su hermana, la célebre Mariana Romero, apodadas las Romeras, pertenecían a una importante dinastía de actores y músicos, ya que tanto su abuelo, el músico de las compañías Bartolomé Romero, como su madre, que según Cotarelo “estaba muy bien lo mismo declamando que en la parte de canto”, eran muy apreciados como tales. Tras su matrimonio con Carlos Vallejo en 1666, al que ella aportó una rica dote de más de 150.000 reales, la actriz emparentó con otra de las más distinguidas dinastías cómicas de la época. No obstante, pertenecer a la elite profesional, los datos que han llegado sobre esta actriz son bastante incompletos. Recibida en 1631, siendo aún muy niña, como cofrade junto con sus padres y hermanos en la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena, a la que pertenecían todos los actores, es muy probable que tanto ella como su hermana hicieran su aprendizaje en la compañía de su padre, uno de los autores de comedias más importantes de la época. De hecho, Bartolomé parece haber controlado en los primeros años su carrera profesional, como demuestran algunas obligaciones y pagos que recibió en nombre de sus hijas. Es el caso de los 450 reales que se le pagaron por la participación de Luisa y Mariana, junto a algunos vecinos de Fuencarral, en una comedia hecha a los reyes el 11 de julio de 1655 en el Coliseo. Las hermanas tendrían ya, por tanto, bastante experiencia en 1651, cuando ambas aparecieron en la Loa escrita por Solís para la comedia de Calderón Darlo todo y no dar nada (Luisa como la tercera voz y Mariana como la primera voz), tenían ya suficiente experiencia como para medirse con actrices tan famosas como María de Prado, María de Quiñones, Bernarda Ramírez y Mariana de Borja, con las que protagonizaron la pieza, y compañeras habituales de la actriz en otras obras como es el caso de la loa escrita por el mismo Solís para su comedia Un bobo hace ciento, representada durante el Carnaval en el Alcázar madrileño entre los años 1652 y 1655, en la que Luisa hacía la Edad de Oro, su hermana Mariana la Edad de Plata, Mariana de Borja la Edad de Hierro y Bernarda Ramírez la Vida Humana.

En 1655 aparece en la Loa escrita por Solís para su comedia Las Amazonas, representada por la compañía de Diego Osorio durante las Carnestolendas, en la que se plantea una competencia entre los distintos géneros breves, y en la que la actriz encarnaba precisamente a la Loa, encabezando una cuadrilla formada por otras cuatro actrices-bailarinas. Ese mismo año interpretó el papel de la Admiración en la loa que Solís escribió para la comedia La renegada de Valladolid de Monteser, Solís y Silva, interviniendo también en el Entremés de la noche de San Juan y Juan Rana en el Prado con escribano y el alguacil de Cáncer, que se representó como fin de fiesta de dicha comedia, y en el que Luisa aparecía en el “coche de Música” junto con Francisca de Castro, Mariana de Borja y el músico Gregorio de la Rosa. También intervino en la loa escrita por Solís para Pico y Canente de Luis de Ulloa y Pereira representada en 1656, una fiesta que fue protagonizada por ella o por su hermana Mariana en el papel de Canente, cuya interpretación, especialmente la de un lamento cantado “bastante a la italiana” despertó la admiración de Baccio del Bianco, el escenógrafo de la obra: “Canente è una delle romere famosa nel cantare et è quella che per abilità del canto prima apresso di tutti”.

En 1657 participó en El golfo de las sirenas, zarzuela de Calderón representada “por las partes de canto” de las compañías de Diego Osorio, a la que ella pertenecía, y Pedro de la Rosa. Un año más tarde, ya en la compañía de Pedro de la Rosa donde según cuenta Barrionuevo “por unos celillos le han dado una pisa con coces y tundido la badana”, participó en la representación de Triunfos de Amor y Fortuna de Solís haciendo el papel del Amor, mientras que en el entremés Salta en banco¸representado con esta misma fiesta, encabeza una cuadrilla de cinco mujeres que danzaron “al uso catalán”. En 1660 la actriz, como Céfiro, protagonizó la ópera de Calderón e Hidalgo Celos aun del aire matan. Su presencia en las representaciones palaciegas fue habitual también en 1661, año en el que la actriz figura como 2.ª dama de la compañía de Antonio de Escamilla y en el que sufrió un grave accidente el 22 de febrero al caerse de una tramoya mientras ensayaba en el Coliseo del Buen Retiro. Entre 1662 y 1663 parece que no perteneció a ninguna compañía, pero el Ayuntamiento madrileño no dudó en contratarla como sobresaliente para representar los autos del Corpus y, de hecho, en las cuentas de 1663 figura el pago de 2.200 reales a la actriz por su intervención como sobresaliente en El divino Orfeo de Calderón. En 1665, siendo 2.ª dama de Francisco García, el Pupilo, participó como sobresaliente en el auto El divino Orfeo de Calderón. Continuó como 2.ª dama con Manuel Vallejo en 1670, figurando en la loa de presentación escrita por Lanini para la compañía, y con Félix Pascual y Agustín Manuel en 1671. Como no volvemos a tener noticias sobre ella es muy posible que falleciese ese mismo año tras haber sufrido un percance: “yendo en un coche y biniendo de un particular al pasar por el zementerio de San Seuastian le tiraron una piedra sin sauer quien ni auer en todo aquel sitio persona alguna y dixo a Marcos Garzes que yba con ella ‘Vna piedra me an tirado, esto es que me llaman, yo me muero’, y de alli a pocos dias murio”. Como “hija de la comedia”, la trayectoria profesional de Luisa se encuentra muy ligada al teatro palaciego y es muy similar a la de otras compañeras con las que comparte orígenes familiares, como es el caso de Mariana de Borja, segunda mujer de su hermano, Bartolomé Romero, y por tanto cuñada de Luisa. Actriz, cantante y bailarina, muy “zelebrada musica por los recitatiuos que los canto con primor”, son muy numerosas las obras breves con partes musicales relevantes en las que se la menciona y también aquellas en las que se hace alusión a sus dotes musicales, como el baile El cazador de Lanini, en el que los actores personifican a distintos pájaros canoros interpretando la actriz el papel del Pardillo, mientras que en la mojiganga Los sitios de recreación del Rey de Calderón personificaba a la Zarzuela, el palacete que dio nombre al nuevo género musico-teatral que mezclaba partes habladas y cantadas.

En el entremés El ensayo de Gíl Enriquez, ella, su hermana Mariana y Mariana de Borja cantan —cual serafines “que cantan de los cielos”, según afirma uno de los personajes— entre otras cosas una “tonada dialogada”; en el entremés El persiano fingido de López de Armesto ella y su hermana compiten cantando con las hermanas Fernández (Luisa y Sebastiana). Del mismo autor es otro entremés, El cantarico, que según Cotarelo carece de argumento ya que se escribió con el único fin de que las actrices protagonistas (Luisa, Josefa de San Miguel y las hermanas Fernández) se luciesen cantando y bailando.

Son también varias las obras breves de Francisco de Avellaneda en las que aparece la actriz luciendo sus dotes musicales: es el caso de la Loa por papeles para Palacio (c. 1659) en la que todas las intervenciones de la actriz son cantadas. En el entremés La portería de damas (c.1652-1656 ¿o 1663?), aludiendo a la perdida memoria de su colega Juan Rana canta dentro un contrafacta burlón (“Murió la ninfa bella”) del celebérrimo romance de Góngora (“Moriste ninfa bella”), otro contrafacta del cual incluye Calderón en su auto El divino Orfeo en el que Luisa tuvo un destacado papel. En otras obras del mismo autor la actriz puso de manifiesto su versatilidad, como en el entremés Lo que es Madrid (c. 1658-1661) en el que hace de chula y canta con tres compañeras (entre ellas su hermana Mariana) y la jácara ¿Quién me compra escarpines? en la que hace de una daifa apodada la Tortuga. Su faceta de actriz cómica se pone también de manifiesto en los entremeses Los locos y Los porfiados, ambos de Monteser. En el primero hace de Loca 2ª y en el segundo, que protagoniza junto con el gracioso Antonio de Escamilla, de malcasada.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de Protocolos (Madrid), prot. 10476, fol. 822, Francisco Castellanos (1666); Biblioteca Nacional de España (Madrid), Mss. 16.298;

G. López de Armesto, Sainetes y entremeses representados y cantados, Madrid, 1674; C. Pérez Pastor, Documentos para la biografía de D. Pedro Calderón de la Barca, Madrid, Real Academia de la Historia, 1905, págs. 282, 308, 318 y 324; C. Pérez Pastor, “Nuevos datos acerca del histrionismo español de los siglos XVI y XVII”, en Bulletin Hispanique, 2.ª serie, IX (1907), págs. 360-385; E. Cotarelo, Migajas del ingenio, Madrid, Revista de Archivos, Biblioteca y Museo, 1908, págs. 215-217; H. A. Rennert, The Spanish Stage in the time of Lope de Vega, New York, The de Viune Press, 1909, pág. 583; E. Cotarelo, Colección de entremeses, loas, bailes, jácaras y mojigangas, vol. I, Madrid, Lasa Editorial Bailly - Bailliére, 1911, págs. XLVIII, CXIII-CXIV y CCI; “Actores famosos del siglo XVII: María de Córdoba Amarilis y su marido Andrés de la Vega”, en Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo del Ayuntamiento de Madrid, X (1933), págs. 1-33; Historia de la zarzuela, o sea del drama lírico en España, Madrid, Tipografía de Archivos, 1934 [reed. facs. con introd. de E. Casares, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), 2000], págs. 46 y 55; N. D. Shergold y J. E. Varey, Los autos sacramentales en Madrid en la época de Calderón, Madrid, Edhigar, 1961, pág. 189; M. Bacci, “Lettere inedite di Baccio del Bianco”, en Paragone, 14 (1963), págs. 68-77; A. Pal y Meliá (ed.), Avisos de don Jerónimo de Barrionuevo (1654-1658), vol. II, Madrid, Atlas, 1969 (Biblioteca de Autores Españoles, 222), pág. 181; H. E. Bergman, Ramillete de entremeses y bailes, Madrid, Castalia, 1970, págs. 340-342; J. E. Varey y N. D. Shergold (eds.), Fuentes para la historia del teatro en España, IV: Teatros y comedias en Madrid: 1651-1665. Estudio y documentos, Londres, Tamesis Books, 1973, pág. 236; Fuentes para la historia del teatro en España, I: Representaciones palaciegas (1603-1699), Londres, Tamesis Books, 1982, pág. 60; Fuentes para la historia del teatro en España,II: Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España, Londres, Tamesis Books, 1985, págs. 63-64, 457 y 470; M. Sánchez Regueira, Antonio de Solís. Obra dramática menor, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1986, págs. 21-29, 51, 73, 95, 103 y 109; D. Becker, “Lo hispánico y lo italiano en el teatro lírico español del siglo XVII”, en VV. AA., Actas del Congreso Internacional España en la Música de Occidente, Madrid, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), 1987, págs. 371-384; E. Rodríguez y A. Tordera, Calderón de la Barca: Entremeses, Jácaras y Mojigangas, Madrid, Cátedra, 1990, págs. 343-352; L. K. Stein, Songs of Mortals. Dialogues of the Gods: Music and theatre in Seventeenth century Spain, Oxford, Clarendon Press, 1993, pág. 307; M.ª A. Flórez Asensio, Teatro musical cortesano en Madrid durante el siglo XVII: espacios, intérpretes y obras, tesis doctoral, vol. IV, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Geografía e Historia, 2004, doc. n.º 16, págs. 29-42 y 193- 197; P. Calderón de la Barca, El divino Orfeo, J. E. Duarte (ed.), Pamplona-Kassel, Universidad de Navarra-Reichenberger, 1999, pág. 361; M.ª A. Flórez Asensio, Música teatral en el Madrid de los Austrias durante el Siglo de Oro, Madrid, ICCMU, 2006; G. Cienfuegos Antelo, El teatro breve de Francisco de Avellaneda. Estudio y edición, Madrid, Fundación Universitaria Española, 2006, págs. 129-134, 195, 304-305 y 417-426; T. Ferrer Valls (dir.), Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español (DICAT), Kassel, Reichenberger, 2008; M. A. Flórez Asensio, “¡Ay infeliz…!’: pervivencia y transformaciones de un estribillo de la ópera Celos aun del aire matan”, en Musicología global, musicología local, Madrid, Sociedad Española de Musicología, 2013, págs. 2171-2184; M. Rebollar Barro, El teatro breve de Francisco Antonio de Monteser: Estudio y edición. (tesis doctoral), Universidad Complutense de Madrid- Facultad de Filología, 2015, págs. 192 y 206-212.

 

María Asunción Flórez Asensio