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Gumersindo Rico González

Biografía

Rico González, Gumersindo. Luarca (Asturias), 23.VIII.1891 – 21.IX.1957. Empresario, abogado y diputado a Cortes.

Hijo de Gil Rico y de Germana González, fueron sus hermanos: Balbina, Gil y Mercedes. Obtuvo el grado de bachiller en el Instituto San Isidro, de Madrid, en 1908, después de lo cual realizó su primer año de carrera, como alumno no oficial, en la Universidad Central de Madrid. En 1910 trasladó su expediente académico a la Universidad de Oviedo, en cuya Facultad de Derecho obtuvo su licenciatura en 1913. Allí conoció al catedrático, abogado y político reformista Melquiades Álvarez, personaje que ejercería sobre él una importante influencia política y con el que trabaría una estrecha amistad personal.

El 6 de abril de 1911 contrajo matrimonio con Josefa Rodríguez Villar, perteneciente a una renombrada familia asturiana. Su padre era Ramón Rodríguez, un indiano oriundo de Barcia (Asturias) que había hecho fortuna en tierras de Guatemala y que era conocido, sobre todo, por un impresionante palacete que se había hecho construir en Luarca a finales del siglo XIX. El matrimonio —del que nacerían tres hijos: Ramón, Gumersindo y María Josefa— se estableció en Madrid, donde Rico entró a trabajar como pasante en el bufete de Melquíades Álvarez.

En 1921 ocupó el puesto de gerente en la sucursal que la compañía Telecomunicación y Electricidad, S.A. (TESA), de Barcelona, había inaugurado recientemente en Madrid. Fue aquí donde Rico se percató del retraso industrial en el que estaba sumida España en materia de telecomunicaciones y comenzó a pensar en una transformación total y absoluta del sistema telefónico español, basado en una única concesión nacional.

A tal fin entró en contacto con la compañía Teléfonos Bell, S.A., de Madrid, de la que fue nombrado director en 1922. Desde su nueva responsabilidad, Rico se dedicó a buscar una empresa extranjera que deseara asumir ese reto, encontrando la respuesta favorable del presidente de la International Telephone and Telegraph Corp. (ITT), Sosthenes Behn, personaje carismático, refinado e inteligente, que andaba, por entonces, buscando la manera de abrirse mercado en Europa.

La ascensión al poder del general Primo de Rivera, en 1923, favoreció la entrada de la ITT en España.

Junto con Rico y una parte de la burguesía financiera española, crearon la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), empresa que recibió, el 25 de agosto de 1924, la concesión para desarrollar y explotar todo el sistema telefónico nacional. Estanislao de Urquijo fue nombrado presidente y Rico secretario general, reservándose la ITT el puesto de vicepresidente ejecutivo, que recayó en Lewis J. Proctor.

Durante la dictadura de Primo de Rivera, Rico recibió el nombramiento de gentilhombre de Cámara del rey Alfonso XIII y la Medalla de Plata de Primera Categoría del Mérito al Trabajo del Gobierno de la nación.

Tras la proclamación de la República, la dimensión social y política de Rico continuó en ascenso pese al intento infructuoso de Martínez Barrios y otros por declarar ilegal la adjudicación del servicio telefónico a la CTNE. En 1931, Rico sustituyó a Esteban Terradas al frente de la dirección general de la compañía y, en 1933, resultó elegido diputado a Cortes como candidato independiente por la circunscripción de Lugo.

Como director general de la compañía creó una unidad, denominada “Despacho Permanente”, donde se recogían las noticias procedentes de todos los centros telefónicos de España, y que éstos tenían obligación de comunicar cuando afectaban al orden público o a la vida política del país. Funcionaba las veinticuatro horas del día y desde él se enviaban resúmenes al Ministerio de la Gobernación y a la Dirección General de Seguridad. El “Despacho Permanente” de la CTNE tuvo especial influencia en el desenlace del levantamiento del general Sanjurjo, en 1932, y en la sofocación de la revolución de Asturias, en 1934.

El año de 1936 marcó un punto de inflexión en la vida de Rico. En las elecciones de febrero no logró renovar su escaño y el nuevo Gobierno, salido de las urnas, exigió a la CTNE el nombramiento de un director general de su confianza, puesto que le fue conferido a Logan N. Rock en detrimento de Rico, que continuó como secretario general. Tras el estallido de la Guerra Civil española, un “comité de acción” republicano tomó el control de la sede de la CTNE, situada en la calle Gran Vía de Madrid. Tras ser amenazado de muerte por los anarquistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), a finales de julio de 1936 pudo refugiarse en la Embajada argentina gracias a la mediación de Sosthenes Behn. Escapó de la capital, con pasaporte falso, dirigiéndose hasta Alicante, donde embarcó en el crucero argentino 25 de mayo.

Alcanzó primero Lisboa y, finalmente, Boulogne, en Francia, desde donde continuó hasta Hendaya para reunirse con su familia. Acto seguido se hizo presente en Burgos, donde la Junta Técnica del Estado le nombró consejero asesor de la comisión de Obras Públicas, Comunicaciones y Transportes de la zona nacional.

El 26 de junio de 1937 se celebró en San Sebastián un Consejo de Administración de la CTNE al que no pudo asistir Rico y en el que, extrañamente, se tomó la decisión de suprimir el cargo de secretario general.

Empero, el 31 de julio siguiente se nombró vicesecretario general a Demetrio Mestre. Tiempo después, la compañía también decidió apartar a Rico de su puesto en el Consejo so pretexto de su reiterada falta de asistencia a las reuniones.

Al término de la Guerra Civil, Rico solicitó su rehabilitación en el puesto de secretario general de la CTNE. Ante la denegación, recurrió al amparo de la comisión para la reincorporación de excombatientes al trabajo, obteniendo de este órgano un pronunciamiento favorable a su demanda y una orden para su reposición en los cargos que desempeñaba antes de la guerra, resolución que nunca sería acatada por la CTNE. Con el paso de los años, y viéndose en una situación económica apurada, aceptó firmar un finiquito de su contrato por una cantidad de 750.000 pesetas a cambio de poner fin a su contencioso contra la compañía. Retirado de las actividades públicas en la última parte de su vida, falleció a los sesenta y cinco años de edad de una angina de pecho, sin haber conseguido la rehabilitación de su nombre ni comprender las causas de su defenestración. Se encuentra enterrado junto con sus padres, su primogénito Ramón y su hermano Gil en el panteón familiar del cementerio de Luarca.

 

Fuentes y bibl.: Biblioteca del congreso de los diputados, “Expediente sobre el proyecto de Ley declarando ilegal la adjudicación de la reorganización, reforma y ampliación del servicio telefónico nacional de 25 de agosto de 1924”, Legislatura General de Cortes Constituyentes de 1931-1932, legajo 484/28.

VV. AA., La unificación del servicio telefónico en España, en Revista Telefónica Internacional, vol. 1, n.º 1 (marzo de 1925), págs. 4-8; VV. AA., La Compañía Telefónica Nacional de España: situación de derecho en virtud de su contrato con el Estado; situación de hecho por la obra realizada, Madrid, CTNEImprenta Sánchez de Ocaña, 1933; VV. AA., Informe emitido por la comisión de revisión de concesiones de servicios de telecomunicación, Madrid, Subsecretaría de Comunicaciones del Ministerio de la Gobernación-Imprenta Diana Artes Gráficas, 1933; A. Sampson, El Estado soberano de la ITT, Barcelona, Ed. Dopesa, 1973; J. A. Cabezas, Cien años de teléfono en España: crónica de un proceso técnico, Madrid, Espasa Calpe, 1974; A. Bahamonde Magro et al., Las comunicaciones en la construcción del Estado contemporáneo en España: 1700-1936, Madrid, Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, 1993; R. Romero Frías, Colección histórico tecnológica de Telefónica, Madrid, Siruela, 1994; M. Azaña, Diarios: 1932-1933, Barcelona, Crítica, 1997; A. Pérez Yuste, La Compañía Telefónica Nacional de España en la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), tesis doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, 2004.

 

Antonio Pérez Yuste