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Juan Niño de Guevara

Biografía

Niño de Guevara, Juan. Madrid, 2.II.1632 – Málaga, 8.XII.1698. Pintor.

Tal como señala el propio artista en su expediente matrimonial, a pesar de su origen madrileño por nacimiento, su vida transcurrió desde muy pronto en Málaga, donde llegó con sus padres a la edad de dos años, permaneciendo desde entonces en la ciudad, si bien con posibles viajes esporádicos a otros lugares.

Sus progenitores, Luis Niño Ladrón de Guevara y Mariana Enríquez de Porres, procedían de familias nobiliarias bien conocidas. El padre estaba directamente entroncado con el famoso cardenal Fernando Niño de Guevara, inquisidor general y arzobispo de Sevilla, inmortalizado en el famoso retrato del Greco que se conserva en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. La madre, por su parte, estaba emparentada con fray Antonio Enríquez de Porres, que ocupó el obispado de Málaga así como importantes cargos políticos como el de virrey y capitán general de Aragón. La protección que este importante prelado brindó a la familia del artista fue decisiva en su biografía. De hecho, el padre ocupó el puesto de guardia de Palacio y caballerizo mayor, un destacado cargo palatino de entre los servidores de fray Antonio, que ofrecía a la familia una cierta posición económica y social. Efectivamente, al ser nombrado fray Antonio obispo de Málaga en 1634, el matrimonio con sus hijos se trasladaron también a la ciudad andaluza acompañando al prelado. Tal como se ha dicho, en aquellos momentos Juan contaba tan sólo dos años. Al parecer tuvo dos hermanos mayores, Juana que murió en 1662 y José, hombre de gran cultura, médico y hermano de la Hermandad de la Paz y Caridad del Hospital de San Julián, que murió hacia 1688. El pequeño de los hermanos, Nicolás, profesó como dominico en el Convento de Santo Domingo de Málaga en 1654.

Durante la segunda mitad de 1635 fray Antonio permaneció en Roma como embajador ante el Papa con el fin de impulsar la definición dogmática de la Inmaculada Concepción. Entre 1640-1642 ejerce como virrey y capitán general del Reino de Aragón, volviendo a su sede episcopal durante un breve periodo de tiempo, para regresar de nuevo a Zaragoza en 1645 con similar cargo a instancias de Felipe IV, muriendo en ejercicio de dichas funciones en 1648. Durante estos ajetreados años de idas y venidas del obispo, no está clara la situación familiar. Parece que el padre, en buena lógica, debió acompañar al nuevo virrey en razón de su cargo mientras que Juan permanecería en Málaga, si bien se trata tan solo de conjeturas verosímiles. En cualquier caso, lo que es seguro es su entrada en 1644 en el taller del pintor Miguel Manrique, maestro hispano-flamenco asentado en Málaga desde 1635. Lógicamente con él tuvo una primera formación de tradición flamenca que alcanzaría hasta 1647, año en que se había estipulado el fin del contrato de aprendizaje y en el que, casualmente, moría su maestro, apareciendo Juan Niño como testigo en el testamento del pintor. A partir de esos momentos, en base a las informaciones de Palomino y dadas las características estilísticas que adopta su pintura, se ha supuesto el perfeccionamiento de su formación junto a Alonso Cano, con el que le llegaría a unir una cierta amistad. En este sentido, parece que a instancias del marqués de Montebelo (cuñado de fray Antonio Enríquez) pudo realizar una estancia en Madrid para completar su formación junto al maestro granadino hacia 1647-1649, volviendo a visitarle con frecuencia en Granada a partir de 1652. Durante estos años de formación, no solo se aplicó al arte de la pintura, sino que gozó de una esmerada educación y llegó a poseer una elevada cultura humanística estudiando Gramática, Retórica y Latín, pues tal como señalaba Palomino, fue “hombre versado en buenas letras”. Sin duda, la cercanía y protección de fray Antonio Enríquez tuvo mucho que ver en ello, ofreciéndosele unas posibilidades en general vedadas para el resto de pintores. Prueba de ello es que llegó incluso a componer algún soneto, como el que publicó con tan solo diecisiete años en la obra Exemplar de castigos y piedades que se experimentó en la ciudad de Málaga, dada a la imprenta con motivo de la epidemia de peste bubónica que golpeó la ciudad en 1649. Precisamente en aquellos dramáticos momentos Juan Niño dio prueba de su espíritu generoso y altruista producto de una profunda convicción y hondo sentimiento religioso, dedicándose junto a su hermano José a asistir a los enfermos de peste. Esa misma fe y fervor religioso se trasladarán a sus cuadros.

En 1653, con motivo de su matrimonio, declara tener veintiún años y “haber nacido y residido en la villa de Madrid, de la que se vino a Málaga con sus padres a los dos años y desde entonces haber permanecido en esta ciudad”. Casa con Manuela Gerónima de León y Hermosilla que en aquellos momentos contaba diecisiete años y era hija de Blas Escudero y María de León Hermosilla. Se trata de un enlace rodeado de cierto misterio pues al parecer el padre de Juan Niño no le concedió su aprobación, sin que sepamos muy bien porqué. Tal vez por ello el pintor no aportó dote alguna, mientras que su esposa llevó una respetable cantidad que pone en evidencia la desahogada situación económica de su familia, si bien Manuela no pudo firmar por no saber escribir.

El matrimonio se instala en la casa de los padres de la esposa, en la parroquia de Santiago, donde vivirían durante muchos años. Debió ser este el emplazamiento del taller del pintor, si bien durante estos primeros años no hay referencias documentales de encargos pictóricos. Junto a ellos vivía su suegra así como algunos criados, lo que da idea de la relativa comodidad económica de la que, gracias a María de León, gozaba el matrimonio.

Juan Niño y su esposa tuvieron catorce hijos de los que hay constancia documental, aunque solo la mitad llegó a la edad adulta. En 1654 nacería el primogénito, Diego Luis, que murió a los pocos días. En esos momentos, aparte de una posible estancia en Granada junto a Cano, hay referencias a ciertas actividades inmobiliarias en relación con su suegra, lo que nos habla de una holgada situación económica. En 1658 nacía su segundo hijo, una niña que recibía el nombre de Mariana. A los dos años venía al mundo Francisca de Paula, cuyo padrino fue un canónico de la Catedral de Málaga, índice de las interesantes relaciones sociales que el pintor iba poco a poco estableciendo.

Tal vez en esas fechas comenzaran a llegarle algunos encargos de importancia en la Catedral, tales como los lienzos de los altares colaterales de la Capilla del Cristo del Amparo.

En 1658 llegaba a la capital malacitana el escultor Pedro de Mena para ocuparse de la culminación del coro catedralicio, asunto importante en la vida del pintor pues ambos artistas participarían conjuntamente en alguna empresa en años posteriores, como habrá ocasión de comprobar.

En 1661 cambia durante un breve tiempo de domicilio y en 1662 nacía su hija Juliana Inés que también habría de morir pronto, lo mismo que Dorotea Rosalía, nacida en 1664. Tres años más tarde venía al mundo Ignacio que, este sí, habría de tener una larga vida.

Por aquella misma época se sitúa la estancia del mismo Cano en Málaga, estando documentada con seguridad su presencia en la ciudad en 1661; si bien tradicionalmente se ha mantenido también otra más duradera entre 1665 y 1666, aunque no haya constancia documental que lo corrobore con total seguridad. En cualquier caso, debió ser un acontecimiento importante en la vida de Juan Niño que tendría ocasión de continuar aprendiendo y compartir impresiones con su maestro.

En 1668 moría su padre y en 1671 nacía una nueva hija, Vicencia Isidora, a la que seguiría inmediatamente su hermana Petronila Paula (1673). De ambas hay referencias posteriores, por lo que llegarían a la edad madura.

Lógicamente la actividad del pintor, intensa por demás, no se circunscribió exclusivamente a Málaga, sino que en razón de los encargos que le surgían se trasladaría a aquellas ciudades cercanas para atenderlos debidamente según los casos. Así ocurrió, según nos relata Palomino, en 1676 cuando decora con lienzos de la vida del santo, el claustro del convento de San Agustín en Córdoba. Ese mismo año nace su hijo Fabián Sebastián, que llegaría a ser capitán de infantería. Desde el punto de vista artístico resulta aún más importante su colaboración con Pedro de Mena en dicha fecha. Efectivamente, para el retablo de la Virgen de los Reyes de la Catedral, Juan Niño realizaría la traza, ejecutando Pedro de Mena el conjunto escultórico que sería dorado por Juan de Mora.

En 1679 nace una nueva hija, Juana Manuela, que también morirá pronto. Ese mismo año moría su suegra María de León que fue enterrada en el convento de Nuestra Señora de la Merced. Nuevamente viene al mundo otro vástago en 1681 engrosando la larga lista de los que mueren al poco de nacer. Poco tiempo después, en 1682, fallecía también la madre del pintor que, desde la muerte del padre, vivía con Juan Niño y su familia.

Durante estos años se constata una escasa presencia documental de Juan Niño, tal vez por permanecer trabajando en algún encargo fuera de Málaga.

Según el padrón de 1686 sigue viviendo en la parroquia de Santiago junto a su mujer y los siete hijos que habían sobrevivido. Sin embargo, a partir de 1690 se muda a la parroquia de los Santos Mártires. En esa fecha aparecen elogiosos calificativos al pintor en el testamento de un canónigo de la Catedral, lo que vendría a confirmar las buenas relaciones sociales establecidas por Juan Niño y mantenidas a lo largo de los años. Además, dicho documento resulta muy interesante pues se menciona un retrato de Felipe IV a caballo “de mano de Velázquez”, que el canónigo deja en herencia a Juan Niño.

Durante esta etapa de madurez tanto personal como pictórica, se ocupará de la realización del programa iconográfico para la decoración de la Iglesia de San Julián de la Hermandad de la Santa Caridad, formado por un ciclo de más de treinta lienzos (solo se conservan quince), en lo que habría de ser su obra más importante, realizada hacia los primeros años de la década de 1690.

En 1697 figuran en un documento los ocho hijos vivos del matrimonio, incluyéndose entre ellos a Gabriela, la pequeña del total de catorce que tuvieron. También murió pronto, pues en otro documento familiar de 1698 ya no aparece.

Parece que la edad iba haciendo mella en el pintor que durante sus últimos momentos se había quedado sordo. El 6 de diciembre de 1698 dictaba testamento en el que, manifestando encontrase enfermo de cuerpo aunque sano de juicio, memoria y entendimiento, él mismo realizaba un breve resumen de su vida y mandaba ser enterrado en la parroquia de los Santos Mártires. A pesar de que económicamente debió llevar una vida relativamente tranquila, parece que su desinterés por estos asuntos le hizo llegar al final de su vida “muy corto de medios”, pues no se detallan bienes en el testamento. Su fallecimiento se produjo tan solo dos días después, y la sepultura el 9 de diciembre. Su mujer le sobrevivió bastantes años, muriendo en 1719 también en estado bastante humilde.

Por lo que se refiere a su estilo pictórico, tal como se ha mencionado, conjuga y funde aquellas dos influencias o vías formativas que fueron determinantes en su conformación. A través de Miguel Manrique recibe de lo flamenco el dinamismo, la aparatosidad de vibrantes gestos, la exuberancia y riqueza cromáticas, la brillantez luminosa, etc., de tradición rubeniana. Por otro lado será trascendental la impronta canesca. Del maestro granadino toma la grave elegancia clásica de sus modelos cargados de una serena y bella grandiosidad. De ello surge un estilo bastante uniforme y sencillo en las composiciones, si bien es posible distinguir en él varias etapas cronológicas generales en las que agrupar la evolución de su obra. Un primer periodo que, una vez completada su formación, abarcaría hasta 1653 con sus primeros lienzos. Una segunda etapa de madurez hasta 1680 en la que sobresale el influjo canesco en las obras de la Catedral de Málaga; y una última época hasta su muerte en 1698, en la que destaca la realización del ciclo pictórico para la iglesia de San Julián en la que de nuevo se deja sentir el barroquismo de vena flamenca.

La producción del pintor, exclusivamente religiosa, ha sido muy mermada debido a las pérdidas ocurridas en el transcurso del tiempo, lo que hace que no sean demasiadas las obras conservadas o identificas en la actualidad.

 

Obras de ~: San Antonio de Padua, Catedral, Córdoba, c. 1647-1653; Virgen del Regalo, Catedral, Córdoba, c. 1647- 1653; San Carlos Borromeo, colección particular, Málaga, c. 1650-1653; San Onofre, colección particular, Málaga, c. 1650-1653; Piedad, Casa-Museo de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Granada, c. 1650; Apóstol San Pedro, Catedral, Málaga, c. 1652-1660;El Cristo de la Paciencia, Museo Diocesano de Arte Sacro, Málaga, c. 1654-1660; San José con el Niño, Colegio de las Religiosas Dominicas, Málaga, c. 1654-1660; San Francisco Javier Expirante, Catedral, Málaga, c. 1660; Muerte de San Juan de Dios, Catedral, Málaga, c. 1660- 1665; Arcángel San Miguel, Catedral, Málaga, c. 1665-1680; Ascensión, Catedral, Málaga, c. 1665-1670; Resucitado, Residencia de los Padres Jesuitas, Málaga, c. 1665-1670; Asunción, Catedral, Málaga, c. 1665-1670; Anunciación, Catedral, Málaga, c. 1665-1670; Sagrada Familia, colección particular, Málaga, c. 1665-1670; Anunciación, colección particular, Granada, c. 1660-1680; Inmaculada, colección particular, Málaga, c. 1660-1680; Inmaculada, Catedral, Málaga, c. 1660-1680; La Trinidad, Catedral, Granada, c. 1660-1680; Descanso en la Huida a Egipto, Sanatorio de San José, Málaga, c. 1660-1680; San José, colección particular, Málaga, c. 1660-1670; Asunción, Museo Provincial de Bellas Artes, Granada, c. 1660-1680; San Pedro y San Pablo, Parroquia de San Pedro y San Pablo, Granada, c. 1660-1680; Virgen de las Ánimas con el Apóstol Santiago, Parroquia de Santiago Apóstol, Málaga, c. 1660-1680; Virgen de las Ánimas con San Francisco de Paula, Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, Málaga, c. 1660-1680; Inmaculada, Abadía del Sacromonte, Granada, c. 1660-1680; Santa María Magdalena, Museo Diocesano de Arte Sacro, Málaga, c. 1660-1680; San Jerónimo Penitente, Museo Diocesano de Arte Sacro, Málaga, c. 1660-1680; San Juan de la Cruz, Museo Provincial de Bellas Artes, Málaga, c. 1660-1680; Santiago en la batalla de Clavijo, parroquia de Santiago, Málaga, c. 1660-1690; San Agustín, iglesia de San Agustín, Córdoba, 1676; Inmaculada entre sus padres, iglesia de San Agustín, Córdoba, c. 1676; San Cosme y San Damián, Córdoba, iglesia de San Agustín, c. 1676; Santo Tomás de Villanueva, Parroquia de Santiago, Málaga, c. 1679-1680; Alegoría de la Hermandad de Paz y Caridad, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; El Triunfo de la Caridad, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; El emperador Heráclito en hábito de penitente, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; La invención de la Vera Cruz por Santa Elena, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Nacimiento de San Julián, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Milagro de las recuas de mulas cargadas de trigo; Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Asistencia de San Julián a los apestados, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Muerte de San Julián, Iglesia- Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; La Trinidad, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Alegoría de la Caridad, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690- 1698; Alegoría de la Fe, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Alegoría de la Esperanza, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; San Pedro y San Pablo, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c 1690-1698; San Andrés y San Bartolomé, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c 1690-1698; Santiago el Mayor y San Juan Evangelista, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; San Felipe y Santo Tomás, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; San simón y San Matías, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Santiago el Menor y San Judas Tadeo, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; Crucificado, Iglesia-Hospital de San Julián, Málaga, c. 1690-1698; San Francisco y San Francisco presentando al papa Honorio la regla de la Orden Tercera, Parroquia de los Santos Mártires, Málaga, (desapar.); Retrato de Alonso Cano, Aparición de la Virgen a Santiago y Virgen del Pilar, Parroquia de Santiago, Málaga (desapar.); La Tercera Caída, La Exaltación de la Cruz, Cristo Crucificado, El Descendimiento, El Santo Entierro y Concepción, Parroquia de San Felipe Neri, Málaga (desapar.); retrato de Don Diego Martínez de Zarzosa, Obispo de Málaga, Parroquia de San Pedro, Málaga,(desapar.); Anunciación de la Virgen, convento de la Asunción, Málaga (desapar.); Santa Rosalía, Palacio Episcopal, Málaga (desapar.); Virgen del Rosario, Catedral, Málaga (desapar.); Virgen de las Ánimas, iglesia parroquial, Nerja (desapar.); Santa Gertrudis y dos retratos de cardenales, Museo, Jaén (desapar.); San Bernardo con la Virgen, San José y el Niño, colección particular (desapar.); Purísima, Aparición de la Virgen a San Julián, pinturas del antepecho del coro alto (Buen Pastor, virtudes cardinales, etc.), retratos de don Alonso García Garcés, San Agustín, San Jerónimo, San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Francisco Javier, Crucificado y San Andrés, iglesia-hospital de San Julián, Málaga (desapar.) 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Álvaro Pascual Chenel