Jiménez de Santiago, Pedro. Serón (Soria), ú. t. s. XVI – Soria, 1647. Pintor y dorador.
Residió en Soria, desde finales del siglo XVI, cuando contrajo matrimonio con María de Salazar el 2 de febrero de 1598, con la que tuvo dos hijos: Ana, nacida en 1598, y Felipe, en 1604. Las primeras noticias que hay de este artista datan de 1600, cuando compró dos sepulturas en el convento de Santo Domingo de Soria. En 1603 adquirió una casa al tornero Cristóbal López. Fueron numerosos los encargos que tuvo Pedro Jiménez de Santiago, como se constata documentalmente, pero una situación económica bastante precaria, como lo demuestra la venta de su casa en 1621 con una huerta y la arboleda que el matrimonio tenía en el Bañadero, alquilando también otra casa que poseía en la calle Zapatería en 1623, debido a sus deudas que le condujeron a la Cárcel Real de Soria en 1635; sin embargo, avalado por Martín de Salazar, consiguió la libertad y pudo comprar otra casa en la Cuadrilla del Rosel en 1638 al tornero Cristóbal López.
Su economía debió de mejorar, pues se permitió avalar a su vez a los carpinteros Miguel de Medina y Cristóbal de la Torre en la obra de la torre de la parroquial de Nafría en 1639. Su testamento data de septiembre de 1647. Su mujer, ya viuda, murió en julio de 1656.
Es interesante conocer cómo en 1623 el obispo Cristóbal de la Lobera le dio licencia para realizar la pintura y dorado de los retablos de Chercoles, Reznos, Villar del Campo, Masegoso y Tajahuerce. Algunos curas y mayordomos de dichas iglesias se opusieron a su contrato con este pintor aduciendo que, por tener muchas obras concertadas, no las atendía conveniente y que las entregaba a sus oficiales y éstas resultaban un tanto chapuceras, como sucedió con el retablo de Reznos, que quedó con una mancha de pintura en el banco. Sin embargo, los señores provisores del Obispado de Osma le ratificaron esta licencia.
Tuvo taller propio y en él se formó como aprendiz Mateo García de Chaves, vecino de Ágreda en 1622, además gozó de la amistad y ayuda del ensamblador Pedro Cicarte, que le prestó dinero en sus peores momentos económicos.
En 1600 pintó y doró una imagen de San Roque para Juan García de los Villares y el retablo mayor de la iglesia parroquial de San Miguel de Peñalcázar (Soria), obra al parecer de Juan de Artiaga; también el relicario de la iglesia parroquial de San Pedro de La Quiñonería (Soria) en 1602, y en su madurez la pintura y dorado del retablo mayor de esta iglesia, en 1632, arquitectura de Juan de Artiaga. Entre 1607 y 1609, en cooperación con el ensamblador soriano Francisco Cambero, pintó y doró el retablo de la Virgen del Rosario de la parroquial de San Juan Bautista de Abéjar (Soria) y en 1610 el mayor de la ermita de la Virgen del Camino de esta localidad, cuya fábrica realizó el ensamblador y escultor Gabriel de Pinedo; la pintura de un retablo y los escudos para la iglesia del convento de Nuestra Señora de la Concepción de Soria, para Francisco de Barnuevo en 1618; la pintura y el dorado de dos retablos para la iglesia parroquial de Santa Lucía de Almarza (Soria), cuya mazonería y escultura es obra de Francisco Cambero, patrocinados por el inquisidor Ramírez en 1623, año en el que también contrató la de los retablos de las iglesias de Nuestra Señora de la Rueda en Chercoles, siendo su ensamblador y escultor Gabriel de Pinedo, de Nuestra Señora de las Mercedes de Villar del Campo con pinturas sobre lienzo representando el Nacimiento de Jesús, la Anunciación, la Coronación y la Asunción de la Virgen, que presentan los caracteres típicos del barroco y puede que sean obra del también pintor Juan González de Salcedo, al que Pedro Jiménez traspasó esta obra en 1647; en cuanto a la escultura y mazonería el estilo del retablo es puramente romanista; la del retablo mayor de la parroquial de San Andrés de Reznos (Soria), entallador Jaime Cenete; la del de Masegoso; y en 1634 la pintura y dorado del retablo mayor de la parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Tajahuerce (Soria), contrato que le supuso pleitear con el pintor Martín de Mancorro, pero que no llegó a terminar; realizó también en 1645 la pintura y dorado del relicario del retablo mayor de la iglesia colegial de San Pedro de Soria, e igualmente para este retablo la pintura del Martirio de san Pedro.
Las obras de los retablos de las iglesias de Villar del Campo y Tajahuerce los traspasó en 1647 poco antes de su muerte al pintor Juan González de Salcedo.
En su testamento Pedro Jiménez de Santiago dejó consignada prácticamente toda su obra, añadiendo a lo documentado un cuadro de Nuestra Señora de la Concepción que pintó para el boticario de Soria Jerónimo de Viguera, así como una imagen del Niño Jesús, la de un Crucificado y la de San Jerónimo, gracias a las cuales pudo pagar las medicinas que debía; para Pedro Cicarte hizo la traza de los retablos de las iglesias de Torrijos y Villarey, y para Domingo del Río y Malo, colegial de Santa Catalina del Burgo de Osma, pintó y doró una imagen de Santa Lucía y un Niño Jesús que no logró cobrar.
Obras de ~: Pintura y dorado de una imagen de san Roque, para Juan García de los Villares, 1600; Retablo mayor, iglesia de San Miguel de Peñalcázar (Soria), 1600; Relicario, iglesia de San Pedro de La Quiñonería (Soria) 1602; Pintura y dorado del retablo de la Virgen del Rosario, parroquia de San Juan Bautista de Abejar (Soria), 1607-1609; Retablo mayor de la ermita de la Virgen del Camino, 1610; Pintura de un retablo y los escudos, iglesia del convento de Nuestra Señora de la Concepción de Soria, 1618; Pintura y dorado de dos retablos, iglesia de Santa Lucía de Almarza (Soria), 1623; Pintura de retablos, iglesia de Nuestra Señora de la Rueda en Chercoles, 1623; Pintura del retablo mayor, parroquia de San Andrés de Reznos (Soria); Pintura y dorado del retablo mayor, San Pedro de La Quiñonería (Soria), 1632; Pintura y dorado del retablo mayor, parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Tajahuerce (Soria), 1634; Pintura y dorado del relicario del retablo mayor, iglesia colegial de San Pedro de Soria, 1645; Nuestra Señora de la Concepción; Niño Jesús; Crucificado; San Jerónimo; Santa Lucía; Niño Jesús.
Bibl.: M. Lasso de la Vega y López de Tejada, marqués del Saltillo, Artistas y artífices sorianos de los siglos XVI y XVII (1509- 1699), Madrid, Maestre, 1948, pág. 48; J. Arranz Arranz, La escultura romanista en la Diócesis de Osma-Soria. El renacimiento Sacro en la Diócesis de Osma-Soria, t. II, Caja Rural Provincial de Soria, 1986, págs. 84, 94 y 123-125; M. A. Manrique Mayor, Las artes en Soria durante el siglo XVII. Estudio documental y artístico, tesis doctoral, Zaragoza, Universidad, 1987 (inéd.).
María Ángeles Manrique Mayor
