Lecanda y Salbidegoitia, Juan José de. Miravalles (Vizcaya), 12.IV.1853 – Azpeitia (Guipúzcoa), 1939. Religioso, escritor, crítico de arte.
Era hijo del matrimonio formado por Juan José de Lecanda, natural de Ceberio (Vizcaya), y de su mujer María Rosa de Salbidegoitia, natural de Miravalles, también en Vizcaya. Tras realizar los estudios de bachillerato en el instituto de Bilbao, pasó en 1870 al seminario de Calahorra, donde estudió Teología y Moral hasta 1872 en que prosiguió sus estudios religiosos en el noviciado que los jesuitas de la provincia de Castilla habían establecido en Poyanne, al sur de Francia, cuando fueron expulsados de España por la Revolución de 1868. Allí permaneció hasta el 9 de noviembre de 1874, en que recibió del obispo de Vitoria, Diego Mario Alguacil, las órdenes menores.
En diciembre de 1877 se ordenó de presbítero, siendo destinado como párroco en primer lugar a Traslaviña-Arcentales, cerca de Bilbao, y poco después a la iglesia de San Vicente Mártir de Abando (Bilbao).
Fue en estos años de párroco en Bilbao, cuando dirigió la Congregación de San Luis Gonzaga, de jóvenes católicos, a la que pertenecía Miguel de Unamuno, de quien fue director espiritual y con quien le uniría ya para siempre una gran amistad. Entre ambos se mantendría correspondencia habitual entre 1894 y 1931.
Tras solicitar su ingreso en la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en Alcalá de Henares, y ser admitido, llegó a la ciudad complutense en octubre de 1882 para dedicarse al culto, a la administración de los sacramentos y a la predicación. Poco después, en 1885 publicó un Panegírico de san Felipe Neri y a fines de diciembre de 1887 viajó a Roma, publicando en 1889 un opúsculo titulado Memorias de un Viaje a Roma. Su amigo Miguel de Unamuno le visitó en el Oratorio complutense el día de Todos los Santos de 1887, repitiéndose las visitas en 1888, 1889 y 1895.
Durante la Semana Santa de 1897 Unamuno se alojó en el Oratorio haciendo ejercicios espirituales con Lecanda e iniciando su Diario Íntimo con anotaciones de sincera intensidad psicológica.
A partir de este momento el padre Lecanda comenzó a integrarse en la vida cultural de Alcalá de Henares, formando parte de la comisión organizadora del Tercer Centenario de las Santas Formas Incorruptas (1897) y de la comisión organizadora de los actos de conmemoración de la entrada del siglo xx (1900).
En 1904 estaba dirigiendo la restauración del Oratorio de San Felipe Neri, edificio que se encontraba ruinoso y que convirtió en un pequeño museo de pinturas, antigüedades y piezas arqueológicas halladas en excavaciones realizadas en Alcalá. De algunas de estas piezas y por su encargo la imprenta de Hauser y Menet editó una colección de tarjetas postales Poco después logró impedir una proyectada demolición de la neoclásica puerta de Madrid de la ciudad y organizó en mayo de 1926 una importante Exposición de Arte Religioso en el llamado salón de San Diego del palacio arzobispal complutense, bajo el lema “Más tiene el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece”.
Esta exposición alcanzó celebridad en su tiempo y fue visitada por la reina madre María Cristina y por la infanta Isabel.
Salió de Alcalá durante los sucesos revolucionarios de 1936 y se retiró a Azpeitia (Guipúzcoa), donde murió en 1939 y, según su deseo, sus restos fueron trasladados al cementerio municipal de Alcalá de Henares en 1949. El Ayuntamiento complutense puso su nombre a la antigua plaza de San Felipe Neri, donde se encuentra la congregación del Oratorio.
Obras de ~: Panegírico de san Felipe Neri, Alcalá de Henares, 1885; Memorias de un Viaje a Roma, 1889; Episodios Nacionales, I: la razón de Estado, Madrid, Sucesora de M. Minuesa, 1902; Tratado de sencilla filosofía, Madrid, Julio Cosano, 1922; El Crucifijo en el Arte Español. El Santo Cristo Universitario de los Doctrinos en Alcalá de Henares, Alcalá de Henares, Imprenta de la Escuela de Reforma, 1932; Historia y descripción de la Ermita Universitaria del Santo Cristo de los Doctrinos en Alcalá de Henares, s. l., 1933.
Bibl.: A. Quintano Ripollés, Historia de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares, Talleres Penitenciarios, 1973, págs. 164- 165; A. Alarcos, P. Ríos Sánchez y L. Robles Cardedo, Miguel de Unamuno y el Padre Lecanda. Notas de una amistad, Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1995; F. Viana Gil, Enciclopedia Temática de Alcalá de Henares. Calles, Alcalá de Henares, F. Viana Gil, 1999, pág. 289.
Antonio Marchamalo Sánchez