Soler Rabasso, Bartolomé. Sabadell (Barcelona), 1894 – Palau de Plegamans (Barcelona), 1975. Escritor.
Descendiente de una familia humilde, tuvo un difícil acceso a la cultura en su infancia por lo que pronto se convirtió en autodidacta. En plena adolescencia se fugó varias veces del colegio para aventurarse a conocer en libertad la realidad catalana y el sur de Francia. Trabajó en los más duros y variados oficios antes de cumplir la mayoría de edad: pastor, albañil, pintor de brocha gorda, lavaplatos o carbonero. A los dieciocho años, emigró a Hispanoamérica y vivió en Argentina, Uruguay y Chile entre 1912 y 1917, donde siguió desempeñando arduos trabajos, como si de un pícaro se tratase: vendedor de prensa en plena calle, dependiente de una tienda de embutidos y de una ferretería, exportador de frutas y comerciante de vinos.
Profundamente atraído por el teatro, se hizo cómico en una compañía de comedias de Chile, pero se encontró con el impedimento de su escasa formación académica y se retiró a Tierra de Fuego, donde estuvo un año leyendo incansablemente. Tras su retiro dedicado al estudio, se convirtió en manager de una compañía de comediantes y bailarines y recorrió la Patagonia recitando versos como si fuera un juglar medieval. Poseía un espíritu viajero incansable y una mentalidad ajena a las preocupaciones monetarias, lo que le llevó a enriquecerse y a arruinarse en numerosas ocasiones. Pronto comenzó a destacar como orador y recorrió Estados Unidos como conferenciante.
De regreso a España en 1917, entró a formar parte de diversos grupos teatrales, en los que no logró triunfar casi nunca, por ello decidió abandonar su vocación de actor para siempre y optar por la labor literaria. No consiguió encontrar ninguna editorial que financiara sus proyectos, a pesar de ser un excelente novelista catalán en lengua castellana, hasta 1927, cuando se publicó su primera novela, Marcos Villarí. Se trata de una tragedia rural con tintes naturalistas que obtuvo gran éxito tanto en el mercado español como en el latinoamericano, y que rompe con los esquemas narrativos deshumanizados y vanguardistas que predominaban en la década de 1930. Las novelas de Bartolomé Soler se caracterizan por una estética realista, donde las notas predominantes son el análisis psicológico, la atracción por personajes primitivos que adquieren el valor de “casos” patológicos, el patetismo y la traslación de experiencias biográficas del propio autor, pudiéndosele achacar una escasa depuración expresiva. Tras la buena acogida de su primera novela se permite retomar su pasión teatral, pero ya no como actor sino como autor, y se convierte en dramaturgo de éxito con sus obras Guillermo Roldán, Tierra del Fuego, Ana María, Batalla de Rufianes, Al sol de Castilla, El honor de los hombres y El ángel negro, las más destacas reunidas en el volumen Tres comedias.
A su primera novela sucedieron Germán Padilla, Almas de cristal, Pitusín, La vida encadenada, Karú-Kinká, La llanura muerta, Patapalo, ganadora del Premio Ciudad de Barcelona, Tamara y Los muertos no se cuentan, galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1965, réplica de la novela Un millón de muertos de José María Gironella. Como novelista su época más fecunda es la década de los 40 y 50. A su producción prosística hay que añadir su libro de viajes La selva humillada, próximo a la novela, sus tres libros de memorias o novelas autobiográficas, Mis primeros caminos, La cara y la cruz del camino y Mis últimos caminos, así como sus dos ensayos políticos Cartas a un cacique y Cataluña en España. Tan sólo ha publicado un poemario, titulado Guitarra.
Obras de ~: Marcos Villarí, Santander, Aldus, 1927; Ana María, Barcelona, Araluce, 1932; Cataluña en España, Madrid, Yagües, 1935; Batalla de rufianes, Madrid, Estampa, 1936; Cartas a un cacique, Madrid, Ediciones Toledo, 1941; Pitusín, Madrid, Diana, 1941; Guillermo Roldán, Barcelona, Cisne, 1942; Almas de cristal, Barcelona, Hispanoamericana de Ediciones, 1946; Karú-Kinká, Barcelona, Yuste, 1946; La llanura muerta, Barcelona, Lara, 1947; Guitarra, Barcelona, Hispanoamericana de Ediciones, 1950; Tres comedias: El honor de los hombres, Batalla de rufianes y Guillermo Roldán, Barcelona, Hispanoamericana de Ediciones, 1951; “Cien días en el Sahara español”, en Archivos del Instituto de Estudios Africanos, 25 (1953), págs. 43-58; La selva humillada, Barcelona, Ampurias, 1957; Entre dos mujeres: Germán Padilla, Barcelona, Guada, 1960; La vida encadenada, Barcelona, Guada, 1960; Occidente..., Madrid..., Sahara..., Venezuela: así habló Bartolomé Soler, Barcelona, Juventud, 1961; Mis primeros caminos, Barcelona, Juventud, 1962; Patapalo, Barcelona, Juventud, 1962; Tamara, Madrid, Bullón, [Maribel], 1963; La cara y la cruz del camino, Barcelona, Alar, 1964; Mis últimos caminos, Barcelona, Alar, 1965; Los muertos no se cuentan, Barcelona, Alar, 1965; Las novelas de Bartolomé Soler: trozos escogidos, Madrid, Cepe, 1978; Novelistas de 1935: antología de Sender, Zunzunegui y Soler, Madrid, Coculsa, 1981.
Bibl.: A. Román, La novelística de Bartolomé Soler, Madrid, 1976; D. Viñas i Camps, Estudi sobre l´obra literaria del sabadellenc Bartomeu Soler, Barcelona, Copistería Agulló Costa, 1978; “Bartolomé Soler”, en P. Ward (ed.), Diccionario Oxford de literatura española e hispanoamericana, trad. de G. Zayas, Barcelona, Crítica, 1984, págs. 756 - 757; “Bartolomé Soler”, en R. Gullón (dir.), Diccionario de literatura española e hispanoamericana, vol. II, Madrid, Alianza, 1993, pág. 1557; “Bartolomé Soler”, en J. Bregante, Diccionario Espasa de literatura española, Madrid, Espasa Calpe, 2003, págs. 934-935.
Eva Carrascal Fernández
