Contreras, Diego de. México, c. 1556 – Canal de Bahamas (Antillas), 1.IX.1616. Agustino (OSA), catedrático, calificado de la Inquisición, predicador y arzobispo de Santo Domingo (República Dominicana).
Hijo de Cristóbal Pérez de Lucana y de Francisca de Contreras. En el convento San Agustín de la ciudad de México vistió el hábito agustiniano e hizo la profesión religiosa el 8 de abril de 1572, en manos del prior Diego de Vertabillo.
Estudió Gramática en Ixmiquilpan, Filosofía en el convento de México y Teología en el convento de San Pablo, también de México, donde ejerció de lector en Artes y Teología. Por la universidad mexicana obtuvo los grados de licenciado en Teología (19 de agosto de 1593) y de Maestro (10 de septiembre de 1593), una vez superados los pertinentes ejercicios académicos.
En su provincia agustiniana de México fue prior de los conventos de Guadalajara (1590) y de México (1596), provincial (1599-1602) y definidor provincial (1611). En la Universidad de México, en 1609, ganó por oposición la cátedra de Prima de Sagrada Escritura, materia que había enseñado en la misma cátedra como sustituto del catedrático titular, Melchor de los Reyes (muerto en 1593), del 6 de julio de 1587 al 6 de julio de 1590.
Diego de Contreras también destacó por su predicación, fama adquirida en el púlpito y que, una vez llegada a oídos del Consejo de Indias, lo presentó infructuosamente para obispo de la diócesis de Guatemala en 1610, luego, en enero de 1611 para la sede de Trujillo, y en marzo del mismo año al obispado de Puerto Rico. Sin embargo, en julio de 1611 fue presentado para el arzobispado de Santo Domingo, siendo preconizado por Paulo V el 18 de junio de 1612. Dos años más tarde, en 1614, en la catedral de México recibió la consagración episcopal.
Tras superar una enfermedad, se dirigió a su obispado en 1615, si bien al no encontrar pasaje seguro que lo llevara directamente a Santo Domingo, decidió tomar un navío que iba a La Habana, con el fin de tomar otro que lo acercase a su arzobispado. En La Habana intentó solucionar el litigio existente entre el gobernador Gaspar Ruiz de Pereda y el obispo Alonso Enríquez de Toledo. Dicho desacuerdo consistía en que nada más llegar a la diócesis de Cuba, el obispo Enríquez trasladó la catedral de Santiago a la ciudad de La Habana, con la oposición del gobernador y sin contar previamente con la aprobación del rey Felipe III ni del Papa. Desde La Habana el arzobispo Contreras escribió el 3 de julio de 1616 al Rey informándole de lo sucedido.
Decidido a solucionar en persona esta delicada cuestión, se embarcó hacia Europa, con tan mala suerte de que el buque naufragó “en desembocando la canal de Bahamas”, pereciendo ahogados todos sus ocupantes, según relata el cronista Esteban García (edición de Jaramillo Escutia, 1987: 200). El 1 de septiembre de 1616 se anunció vacante la sede de Santo Domingo.
En cuanto calificador de la Inquisición, Diego de Contreras, dio la aprobación a dos obras importantes por lo bien recibidas que fueron en los primeros tiempos de evangelización de las Indias. En efecto, emitió su aprobación a una obra del franciscano Juan Bautista, Advertencias para los confesores de los naturales (México, 1600), y otra a Ortografía castellana, de Mateo Alemán (México, 1609), ambas de singular mérito e interés cultural.
Obras de ~: Locus relegendus, ex Davidico psalmo centessimo nono. In splendoribus Sanctorum, ex utero ante luciferum genui te. Defendentur [...] in Academia Regia Mexicana sub praesidiis doctoris Melchioris de la Cadena theologorum decani, die 1 August, México, Imprenta Pedro Balli, 1593; Quaestiones quodlibet. Ex scholastica, & positiva Theologica, México, Imprenta Pedro Balli, 1593; “Aprobación. Santa Cruz de México, 1 de junio de 1600”, en J. Bautista, Advertencias para los confesores de los naturales, México, Imprenta Melchor Ocharte, 1600; “Aprobación. México, 9 de marzo de 1609”, en M. Alemán, Ortografía castellana, México, Imprenta Jerónimo Balli, 1609; “Carta a Felipe III. La Habana, 2 de julio de 1616”, en Archivo Agustiniano (AA), 89 (2005), págs. 67-68; Exposición de lugares más difíciles de la Escritura (inéd.).
Bibl.: T. de Herrera, Alphabetum Augustinianum, I, Matriti, 1644 (reimpr. anastática, Roma, Publicazioni Agostiniane, 1990, págs. 197-198); E. García, Crónica de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de México [1684] (ed. de Roberto Jaramillo Escutia, México, OALA, 1997, págs. 83-84, 86, 125-127, 154, 156, 200-202 y 430); J. Lanteri, Eremi Sacrae Augustinianae. Pars altera in qua agitur de augustinianis episcopis externis qui floruerunt post magnam Ordinis unionem peractam ab Alexandro IV anno MCCLVI. Accedit appendix de Procuratoribus generalibus ejusdem Ordinis, Romae, Typ. Bernardi Morini, 1875, pág. 171; S. Vela, Ensayo de una Biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, vol. II, Madrid, Imprenta Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón, 1915, págs. 72-73; J. R. Díez Antoñanzas, “Agustinos en la Facultad de Teología de la Real y Pontificia Universidad de México (1553-1599)”, en La Ciudad de Dios, 205 (1992), págs. 398-403; J. L. Santiago, “Fr. Diego Contreras, arzobispo de Santo Domingo”, en AA, 89 (2005), págs. 61-68.
Rafael Lazcano González