Huerta y Álvarez de Lara, Félix. Alcalá de Henares (Madrid), 9.XI.1909 – 16.III.1999. Alcalde, procurador en Cortes, farmacéutico.
Dentro de una familia de larga tradición complutense, fue nieto del farmacéutico Javier Huerta Calopa e hijo de Félix Huerta Huerta, ambos alcaldes de Alcalá de Henares. Tras estudiar sus primeras letras en el colegio de las madres filipenses, cursó el bachillerato en el colegio que los escolapios regentaban en el mayor de San Ildefonso, de donde pasó a la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid, donde se licenció, comenzando su vida laboral en la farmacia familiar abierta en Alcalá desde 1905.
Muy pronto destacó por su gran afición al deporte, que nunca abandonó. Fue fundador y jugador en el Real Alcalá, primer equipo de fútbol de aquella ciudad, pero una rotura de menisco le retiró pronto de la práctica del deporte. Cuando aquel Real Alcalá se convirtió en la actual Real Sociedad Deportiva Alcalá, Félix Huerta obtuvo el carné número 1 como socio del club, cuya presidencia ocuparía después.
En abril de 1943 fue nombrado teniente de alcalde del Ayuntamiento alcalaíno y cuatro años después, 1.er teniente de alcalde. En octubre de 1947 fue nombrado alcalde de la ciudad complutense y un año después, a comienzos de 1948, diputado provincial, ejerciendo como diputado visitador de los servicios farmacéuticos que la Diputación Provincial tenía en el antiguo hospital madrileño de San Carlos. Años después simultaneó su puesto de diputado con el de procurador en Cortes.
En los dieciocho años que pasó al frente del Ayuntamiento, la ciudad de Alcalá experimentó el más profundo cambio social y económico de su dilatada historia, pues conoció una explosión industrial, comercial y demográfica fuera de lo común, lo que la convirtió en uno de los más importantes núcleos industriales de la provincia de Madrid. Pero en estos mismos años, Alcalá conoció también un importantísimo renacimiento cultural: se inauguraron la primera biblioteca pública y la primera oficina de turismo, se rehabilitaron los edificios del antiguo colegio mayor de San Ildefonso de la Universidad cisneriana, instaurando en ella la Escuela Nacional de Administración Pública, se consiguió la declaración de Conjunto Histórico-Artístico para Alcalá, se construyó la Universidad Laboral, la primera planta depuradora de aguas y la Ciudad Deportiva del Val, se inauguró el Archivo General de la Administración y, finalmente, en 1975, se logró el ansiado retorno de la Universidad, justo poco antes de que Félix Huerta presentara su dimisión, como si de un broche final a tan dilatada y fecunda presencia municipal se tratara.
Al concluir su etapa como alcalde, puso fin igualmente a su presencia política, que nunca quiso llevar más allá de su actividad como edil complutense, renunciando expresamente a cuantas ofertas se le plantearon para seguir su carrera política fuera de Alcalá. Hasta su fallecimiento, sucedido en Alcalá de Henares el 16 de marzo de 1999, desempeñó la presidencia de dos de las instituciones más queridas por los alcalaínos: la Sociedad de Condueños de los edificios que fueron Universidad y el Cabildo de Caballeros del Hospital de Antezana.
A lo largo de su vida, entre otras distinciones, fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, Gran Cruz de la Orden de Cisneros, Cruz del Mérito Militar de 1.ª Clase con distintivo blanco, Encomienda de la Orden del Mérito Civil, Medalla de Oro del Servicio Español del Magisterio y nombrado caballero del Consejo de Cristóbal Colón del Instituto de Cultura Hispánica. Tras su fallecimiento, el Ayuntamiento complutense le dedicó una calle con el nombre de Alcalde Félix Huerta.
Bibl.: VV. AA., Enciclopedia del fútbol, Madrid, 1951, pág. 669; A. Quintano Ripollés, Historia de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares (Madrid), Ayuntamiento, 1973, pág. 194; VV. AA., La Universidad de Alcalá, t. I, Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1990, págs. 26 y 44; F. Viana Gil, Enciclopedia temática de Alcalá de Henares, calles, Alcalá de Henares, 1999, pág. 30; F. J. García Gutiérrez, La Sociedad de Condueños. Historia de los complutenses que salvaron una Universidad, Madrid, Asociación de Empresarios del Henares, 2000, págs. 199, 201, 204-206, 214, 216-220 y 308; VV. AA., La Sociedad de Condueños ante la Historia, Alcalá de Henares, Sociedad de Condueños, Universidad de Alcalá de Henares, 2000, págs. 291-294, 351 y 418; L. M. de Diego Pareja y J. C. Canalda Cámara, Alcala de Henares: crónica general, Alcalá de Henares, Brocar, 2001, págs. 361 y 369; S. Alonso Rivas, Crónica de Alcalá de los sesenta, Torres de la Alameda (Madrid), Fugaz Ediciones, 2002, págs. 62, 178-179 y 244; L. García Gutiérrez, Medio Siglo de la Cofradía de Jesús de Medinaceli en Alcalá, Alcalá de Henares, Cofradía de Jesús de Medinaceli, 2005, págs. 110, 155 y 173.
Antonio Marchamalo Sánchez
