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José Martínez de Espinosa

Biografía

Martínez de Espinosa, José. José de Sigüenza. Sigüenza (Guadalajara), 1544 – San Lorenzo de El Escorial (Madrid), 22.V.1606. Jerónimo (OSH), prior, bibliotecario e historiador general de la Orden.

Nació en la villa episcopal de Sigüenza, como luego recogerá en su nombre, según la antigua tradición monástica; hijo natural de Asensio Martínez, sochantre de la ciudad, y de la viuda Francisca de Espinosa.

En su lugar natal se crió hasta que a los doce años huyó de su casa y fue a Segovia para ingresar en el monasterio de Santa María del Parral, donde tenía un tío religioso; allí le hicieron comprender que aún no tenía edad para dar ese importante paso y debería regresar a su casa y ciudad, donde aprovechó la existencia de los Estudios Generales para cursar Gramática, Retórica y Artes y cultivar la poesía junto a otras ocupaciones de la juventud. Tenía veintiún años cuando su espíritu inquieto le hizo salir de nuevo con un compañero, esta vez camino de Valencia, en 1565, para enrolarse en alguno de los barcos que salía en ayuda de la isla de Malta sitiada por los turcos, pero llegó cuando ya había partido la pequeña armada, cayendo bastante enfermo de cuartanas.

Cuando regresaba, dirigió sus pasos de nuevo al monasterio segoviano y ahora sí le admitieron como candidato. Tras realizar el noviciado, profesó el 17 de junio de 1567, siendo enviado a realizar la carrera eclesiástica a Santa María de Párraces (Segovia) y algo más de un año a El Escorial (1575), donde conoció la construcción del cenobio en plena efervescencia, simultaneando el aprendizaje de las Letras Humanas y las Divinas. Después de acabar la etapa de formación, volvió al Parral, donde comenzó a destacar como predicador tanto por la profundidad de su doctrina y la unción y fuerza espiritual que desprendía como por la calidad del lenguaje en el que se expresaba; por esta fama volvió varias veces al Escorial, donde lo escuchó Felipe II. En Segovia también era profesor y asistía con regularidad a los actos corales que era el núcleo fundamental de esta Orden religiosa; en ese monasterio le eligieron prior hacia 1584, y se preocupó muy especialmente de la calidad y formación de los novicios.

Al final del priorato laurentino de fray Miguel de Alaejos (1582-1589), con licencia del Rey se trasladó a El Escorial coincidiendo con la estancia de Arias Montano, con el que entabló amistad y tanto influirá en su vida intelectual, y Sigüenza terminó quedándose en San Lorenzo el Real, para cuyo monasterio realizó la profesión el 4 de mayo de 1590. A la muerte de fray Juan de San Jerónimo (1591), primer bibliotecario, pasó a sucederle como librero, reliquiero y archivero de la real casa, al tiempo que se estaba comenzando la pintura de los frescos del salón principal y la ejecución de la librería, en cuya realización tuvo un papel destacado. Ese mismo año, al parecer por envidias internas como en tantos otros casos, fue denunciado al Tribunal de la Inquisición de Toledo y se le recluyó en el monasterio de la Sisla, a las afueras de la ciudad imperial, donde padeció una grave enfermedad; después de responder y aclarar los puntos que le formularon los miembros del Santo Oficio, fue absuelto de culpas (1592), y le animaron a continuar con sus estudios y predicación, haciéndolo oficialmente en la misma catedral primada.

Recibió el encargo oficial del Capítulo General de 1594 de escribir la historia general de la Orden, a la que antepuso la vida de san Jerónimo como piedra y cimiento de la institución religiosa. Habiendo sido varias veces rector del colegio de San Lorenzo, le eligieron en 1601 para prior del Real Monasterio, renunciando antes de terminar su mandato, y, como cabeza visible de la casa fue el que recibió de Felipe III la posesión efectiva de los bienes vinculados por su padre y fundador como dotación económica de la fábrica de San Lorenzo.

Presidió dos Capítulos Generales y se le nombró visitador general de Castilla, volviendo a elegirle para un segundo priorato en El Escorial (1606), del que ni con ruegos ni súplicas se le aceptó la renuncia, pero, agravados sus males, especialmente la hidropesía, falleció pocos meses después de una apoplejía el 22 de mayo de 1606. Se enterró a la entrada de la iglesia de Prestado, en el claustro de los difuntos; en una esquina del salón principal de la Librería Real, sobre el monetario, está su retrato, obra atribuida a Vicente Carducho, firmada en 1602. La calidad de su prosa ha merecido elogiosos calificativos de los grandes maestros, por lo que fue incluido en el Diccionario de Autoridades de la Lengua Castellana.

Fiel a sus palabras de que en historia primero es la ley del estilo y después viene la de la verdad, por una parte, y recurriendo a la imagen simbólica, que es una forma de decir, callando, por otro lado, el padre Sigüenza dejó en las portadas impresas de su Historia (Vida de San Gerónimo, Segunda y Tercera Parte...) un tríptico de fe religiosa, lealtad jeronimiana y vocación humanista.

El mensaje está condensado en un emblema o empresa sacra que, para hacerlo más hermético y sugerente, no incluye el epigrama o explicación, reservándolo sólo para miradas atentas y visión inteligente.

Sigüenza mantiene los otros elementos, es decir, la cartela, la imagen o cuerpo del emblema y el mote o lema. Pone de cartela un molde o figura oval con siete volutas o roleos que se enrollan hacia dentro (sobre la mirada del espectador), y el superior central que lo hace hacia afuera; se coronan estas molduras o rollos por elementos puntiagudos, menos el superior que lo remata con una bola. La imagen o cuerpo del emblema es un áncora colocada al revés del sentido más usual, es decir, sobre una porción de suelo o tierra firme descansa el ojo del ancla, cuya caña asciende y está rematada, en la parte superior, por los brazos, que se inclinan levemente curvos y terminan en uñas, dispuestos para fijarse a donde se tire. En este caso se aferran simbólicamente al cielo, puesto que esa parte del ancla está cubierta de nubes. Por último, como mote, tiene puesta esta frase: “Faciet et ipse”, a ambos lados de la caña; se corona en el centro de la nube, sobre la punta del áncora, con el nombre de Yavé, escrito en caracteres hebreos.

Si los tratadistas consideran el lema como el alma de emblema, él dará la clave para desvelar e interpretar el sentido que le quiso dar fray José de Sigüenza: “Él mismo lo hará también” o “él actuará ciertamente”.

San Jerónimo y su doctrina es/será ancla de salvación para los imitadores de su vida y los seguidores de su doctrina; cuando lo pone en la portada en la Historia, el mensaje se mantiene: la Orden de San Jerónimo es áncora de salvación para los religiosos que viven conforme a los ejemplos de los antiguos monjes.

Ampliándose el sentido, también se puede entender como que san Jerónimo y/o la Orden es ocasión/lugar de salvación para los tiempos turbulentos y difíciles que corren.

Así entendido, la posición del ancla tiene sentido: san Jerónimo o la Orden están fijos en el suelo, el mundo (lo de abajo); Dios, que habita en el cielo, es adonde se clava el ancla para asegurar su fijación (lo de arriba). En emblemática, las nubes simbolizan el aliento de la divinidad y representan la presencia divina, reforzado en esta ocasión porque en la mitad de las nubes aparece el nombre de Yavé, inscrito en un círculo o nimbo de claridad, que es hasta donde llega el extremo del ancla. Más que una simple alegoría; mucho más que un dibujo ornamental. Una confesión de amor y de lealtades, en absoluto casual, porque no en vano al comienzo de la Tercera Parte de la Historia, el padre Sigüenza afirma, nuevamente en clave: “Yo escribo para quien no duerme y me entiende, y sabe dar el nombre a cada cosa por lo que es”. Qué atinadamente el autor del epitafio sobre la lauda sepulcral de fray José volvió a insistir y dejar como mensaje perenne que “aquí duerme quien siempre estuvo alerta”.

Obras de ~: Mss. en la Biblioteca Real del Monasterio del Escorial; salvo unas pocas hojas, todos son autógrafos del autor: La Vida de San Hierónimo, Doctor de la Santa Iglesia, sig. T.III.27; La Vida de San Hierónimo, Doctor de la Sta. Iglesia, sig. a.IV.1; Segunda Parte de la Historia de la Orden del Glorioso Doctor Sant Gerónimo, Dirigida al Rey Nuestro Señor Don Philipe II, sig. a.IV.2; Tercera Parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo, sig. ç.III.3, n.º 1; Libro tercero de la Historia de la Orden de San Gerónimo. La fundación y grandeza del Monasterio del San Lorencio el Real de la Orden de San Gerónimo. Fábrica del Rey Don Philippe Segundo, sig. &.II.22, n.º 2; La Historia del Rey de los Reyes y Señor de los Señores (Apocalips. XIX). Jesus Christus heri et hodie ipse et in secula (Hebreos XIII), sig. I.III.23, n.º 3; Libro primero de la 2.ª Parte de la historia del Rey de los Reyes. Jesus Xristus heri el hodie ipse et in secula, sig. ç.III.13, n.º 1; Libro primero de la 2.ª parte de la historia del Rey de los Reyes. Jesus Xristus heri et hodie ipse et in secula, sig. ç.III.14, n.º 1; La Historia del Rey de los Reyes y Señor de los señores (Apocalip. XIX, v. 16). Jesus Xristus Heri, et hodie, ipse et in secula (Heb. XIII), sig. ç.III.15, n.º 1; Discursos sobre el Ecclesiastés de Salomón según la verdad del sentido Literal, sig. I.III.24; Exposición del Psalmo 90: Qui habitat, sig. Z.IV.23, n.º 18; Benedicti Ariae Montani Hispalensis. Votum Poenitentiae. Con la versión en tercetos de su discípulo el Rmo. P. Sigüenza y la parágrafe sobre el Evangelio In principio erat Verbum, etc. en octavas reales, sig. M.22.I.9, n.º 3; Commentaria in D. Thomam, sig. b.III.24; Sermones, sig. ç.III.13, n.º 2; Exposición del capítulo primero del evangelio de Sant Juan, sig. I.III.23, n.º 4; Que los libros de aves, serpientes y animales que están en la Librería de San Lorenzo no se entreguen para clasificarlos al Dr. León (borrador), sig. ç.III.3, n.º 17; Copia del P. Sigüenza de la inscripción de la sepultura del noble caballero Juan Fernández Calvo, en el monasterio de Sta. María de Gracia, criado y camarero del Rey Don Pedro, que finó en Granada el año 1409, sig. ç.III.3, n.º 18; Parecer del P. Sigüenza sobre la colocación que hizo el P. Fr. Alonso de Oropesa, general de la Orden de San Gerónimo, en el Capítulo de 1462, sig. ç.III.3, n.º 19; Apunte del P. Sigüenza sobre el monasterio de Sta. M.ª de Gracia, de la Orden de San Jerónimo, cerca de Carmona, sig. ç.III.3, n.º 20; Providencias tomadas para el buen arreglo de la biblioteca de San Lorenzo, sig. H.I.11, n.º 25; Manuscritos con poesías del P. Sigüenza, sig. f.IV.29; Manuscritos con poesías del P. Sigüenza, sigs. f.IV.33, &.III.33, n.º 15, Z.IV.12 y L.I.18, n.º 3; Índice castellano-arábigo de manuscritos árabes de San Lorenzo el Real, sig. H.I.7; Discursos morales sobre el Eclesiastés de Salomón, declarado según la verdad del sentido literal, sig. M 22.I.9, n.º 2 (atrib.); In Genesim et Deuteronomium Annotationes seu loca communia per ordinem Alphabeti digesta. Alphabetum Primum, sig. f.IV.32 (atrib.); Exposición del Salmo 90, sig. ç.III.14, n.º 4 (atrib.); Exposición del Evangelio de San Juan: In principio erat Verbum, sig. ç.III.14, n.º 3 (atrib.); Sermones, sig. ç.III.13, n.º 4 (atrib.); Cartas del Pedro de Valencia al P. Sigüenza, sig. L.I.18, n.º 2. Grabados: Rmo. P. Fr. Josef de Sigüenza gloria de su Máximo Padre San Gerónimo y de su Sapientísimo Maestro Benito Arias Montano. Sacado del Original, atribuido al Ticiano Portugués Alonso Sánchez Coello, que se halla en la celda prioral del el Real Monasterio de San Lorenzo, Biblioteca Nacional, Retratos, 1751, n.º 1; El P. Fr. Josef de Sigüenza: Vno de los escritores a quien debe más la Lengua Castellana. Historiador célebre y elegante. Nació en Sigüenza año de 1544 y murió en el Escorial en 1606, Biblioteca Nacional, Retratos, 1751, n.º 2; Fr. José de Sigüenza, Biblioteca Nacional, Retratos, 1751, n.º 3; El P. Sigüenza, Biblioteca Nacional, Retratos, 1751, n.º 4; El P. Sigüenza, Biblioteca Nacional, Retratos, 1751, n.º 5; Vida de San Gerónimo Doctor de la Santa Iglesia, Madrid, 1595; Segunda parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo, Madrid, 1600; Tercera Parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo, Madrid, 1605; Instrucción de Maestros, Escuela de Novicios, Arte de perfección religiosa, y monástica, Madrid, 1712; La historia del Rey de reyes y Señor de los señores, ed. y estudio del padre L. Villalba, Madrid, Imprenta Helénica [1917], 3 vols.; “Himno y cántico al Niño Santo Inocente de la Guardia”, en Historia de la muerte y glorioso martyrio del Sancto Innocente, que llaman de la Guardia, natural de la ciudad de Toledo [...], del padre fray R. de Yepes, Madrid, 1583 [-1584], 5 tratados, en 3 ts.

 

Fuentes y bibl.: Biblioteca Real de El Escorial, Catálogo de los monjes profesos de San Lorenzo el Real, sig. ms. e.I.17, f. 7c.

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Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, OSA

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