Cabrera Nevares, Miguel. Valladolid, 29.IX.1786 – Madrid 17.V.1843. Político liberal y diputado.
La vida de Miguel Cabrera Nevares, sobre todo durante su primera etapa, tuvo en Cádiz el lugar principal de desarrollo. Tras recibir una amplia formación, en 1802, siguiendo los pasos paternos, comenzó en Cádiz la carrera militar como cadete de Infantería.
También ahí fue donde desde 1808 hizo la guerra a los franceses incorporado al batallón de artilleros de los voluntarios distinguidos, en el que alcanzó el empleo de sargento primero, y, además, ejerciendo como profesor de la Academia militar patriótica y colaborando como redactor en el periódico liberal El Duende de los Cafés, optó por el cambio constitucional del Código político de 1812.
Por ello, en 1814, con el retorno al absolutismo que trajo consigo Fernando VII, tuvo que exiliarse. Esta primera emigración se inició en Gibraltar, pasando a Londres y seguidamente a Roma, donde se vinculó a la oscura conspiración, que planteaba restablecer en el trono a Carlos IV, aquí expatriado, dentro del marco de una monarquía constitucional. Pues bien, volviendo clandestinamente a España para intentar conseguir adeptos a esta causa y realizando viajes de estudio de nuevo a la capital británica, y también a la francesa y a otros lugares de Europa occidental, se mantuvo hasta el fallecimiento de este monarca en 1819. Entonces se trasladó a Sudamérica, para hacer negocios y con el ánimo de estudiar el origen y el estado de la insurrección independentista, pero, confundido con los secesionistas, fue apresado en Buenos Aires.
Liberado con la inauguración del Trienio Liberal, regresó a Cádiz presentó al Gobierno y pasó a las Cortes una memoria sobre la situación de esa realidad, que, no obstante la propuesta confederal recogida no fuera aceptada, estuvo en la base de su nombramiento como jefe político en marzo de 1822 de Calatayud y en septiembre de Soria. Descollando en este mando civil por su enérgica actuación contra los realistas, cuando en la primavera de 1823 éstos y el ejército galo de los Cien Mil Hijos de San Luis ocuparon la provincia, Miguel Cabrera prosiguió defendiendo el régimen constitucional en Cartagena. Comisionado a Cádiz, fue hecho prisionero por los franceses, pero gracias a ello, a la amnistía y al pasaporte para trasladarse a Gibraltar concedidos, se libró de la incierta suerte que le podría haber deparado la despiadada represión que acompañó al absolutismo seguidamente restablecido.
Los diez años de su nuevo dominio correspondieron a los de la segunda emigración de Miguel Cabrera, que transcurrió fundamentalmente en esa colonia británica, donde fundó un importante establecimiento educativo. Pero, integrado en el grupo liberal exaltado liderado por José M.ª Torrijos e involucrado en sus tramas insurreccionales, particularmente en la postrera desplegada desde ahí a finales de 1831, fue expulsado de la ciudad, trasladándose vía Francia a Estados Unidos. Nueva York, ejerció en su universidad como profesor de Lengua y Literatura españolas y participó en las más influyentes instituciones culturales; permaneció en esta ciudad hasta que la Regencia de M.ª Cristina abrió tímidamente la senda de la Monarquía constitucional con el Estatuto Real.
Entonces, en la primavera de 1834, retornó y, repitiendo pasos anteriores, elevó al ejecutivo sendas memorias sobre las situaciones del norte y el sur americanos. Surtieron efectos inmediatos, ya que fue nombrado gobernador civil en comisión en octubre de Toledo y en junio de 1836 de Lérida. Pero, dada su inclinación al liberalismo avanzado, lo hicieron, sobre todo, después con el restablecimiento provisional en agosto de la Constitución de 1812.
Así, formó parte de las subsiguientes Cortes constituyentes como diputado por Cádiz y, promulgado el nuevo Código político más transaccional, ocupó en noviembre de 1837 la jefatura política de Madrid.
La abandonó al mes siguiente con el ascenso de los moderados al Gobierno, para pasar en abril de 1838 a ser miembro de la comisión especial para el arreglo y reforma de las cárceles y desde diciembre también de la encargada de examinar el estado de la administración general de Cuba y Puerto Rico.
Quebrantada su salud durante el desarrollo de este cometido, ya bajo la Regencia de Baldomero Espartero solicitó la jubilación, que le fue concedida en marzo de 1842, asignándole una pensión de 40.000 reales anuales.
En 1823 fue declarado benemérito de la patria y en 1838 condecorado como caballero de la Orden americana de Isabel la Católica. Además, fue miembro del Ateneo español de Madrid y de las Sociedades de Amigos del País de Soria y Toledo, así como en Nueva York de las sociedades literaria Philomática, de la Bíblica y de la Templanza, y también del Ateneo americano.
Obras de ~: Memoria sobre el estado actual de las Américas y medio de pacificarlas, escrita de orden del Sr. D. Ramón López Pelegrín, Secretario de Estado y del Despacho de Gobernación de Ultramar, y presentada a S. M. y a las Cortes extraordinarias, Madrid, Imprenta de Don José del Collado, 1821; Observaciones acerca de los Estados Unidos de América del Norte en 1834, por Don Miguel Cabrera de Nevares, Gobernador Civil que ha sido de varias provincias de España y Profesor de Literatura en la Universidad de Nueva York. Nueva York, 1834, en J. Onis, Cabrera de Nevares’ observations of the United States of North America in 1834. The Spanish text Observaciones acerca de los Estados Unidos de la América del Norte en 1834, Madrid, Jaime Villegas-University of Colorado, 1968, págs. 94-114.
Bibl.: Luli, Refutación contra la memoria presentada por D. Miguel Cabrera Nevares sobre las Américas, Madrid, Imprenta del Imparcial, 1821; V. Llorens, Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra (1823-1834), Madrid, Castalia, 1968 (2.ª ed.), pág. 22; J. Onis, “Introduction (Don Miguel Cabrera de Nevares)”, en J. Onis, Cabrera de Nevares’ observations of the United States of North America in 1834.
The Spanish text Observaciones acerca de los Estados Unidos de la América del Norte en 1834, op. cit., págs. 7-36; I. Castells, La utopía insurreccional del liberalismo. Torrijos y las conspiraciones liberales de la década ominosa, Barcelona, Crítica, 1989; A. Gil Novales (dir.), Diccionario biográfico del trienio liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991, pág. 110.
Javier Pérez Núñez
