García Cordero, Juan. Mompox (Colombia), m. s. XVI – ?, ¿1608? Comerciante.
Nació en la villa de Mompox, a orillas del río Magdalena, en el reino de Nueva Granada, pero no se conocen las fechas de su nacimiento y muerte.
Su origen a orillas del río Magdalena le permitió aprender los secretos del comercio de cabotaje —que realizó con embarcaciones construidas por él mismo— con Cartagena de Indias, por lo que, además de buen comerciante, fue también un hábil marino.
En 1604, una nave suya llamada Nuestra Señora de Guadalupe fue destruida por los piratas en Suerre, provincia de Costa Rica, cuando realizaba labores comerciales. En esa oportunidad tuvo que recurrir al gobernador Juan de Ocón y Trillo, a fin de que le facilitara cuatro indios carpinteros para reconstruirlas.
Para 1607 llegó de nuevo a Costa Rica, cuando estaba recién fundada la ciudad de Santiago de Talamanca.
Viendo las necesidades de sus pobladores, obtuvo el permiso de zarpe, para viajar en su fragata San Diego, entre Suerre y Cartagena, y traer gente, alimentos y materiales necesarios. En marzo de ese año llegó a la desembocadura del río Sixaola (hoy parte de la frontera entre Costa Rica y Panamá), al que decidió remontar en busca de la ciudad. En tanto, dejó a López Santana a cargo de la embarcación, mientras duraba aquella exploración por el río, que se calculó en cinco o seis días, para lo cual tenía provisiones suficientes de maíz, bizcochos, jamones, quesos, tasajos, conservas, miel...
García Cordero calculó mal el tiempo de su jornada, pues tardó once días en llegar a Santiago de Talamanca, dadas las enormes dificultades que enfrentó para remontar el río desde su barra por los rápidos y el ambiente natural hostil que encontró. Al llegar al poblado fue recibido con euforia por el capitán Diego de Sojo, especialmente por la esperanza que tenía de obtener víveres.
Sin embargo, poco después de llegar, García Cordero cayó enfermo, lo que retrasó su regreso al barco varios días; cuando esto se produjo, se encontró con la desagradable sorpresa de que su compañero había levantado anclas y partido hacia Suerre, como era lógico, pues después de tanta espera sin noticias, dedujeron que alguna desgracia lo había llevado a la muerte. Lamentablemente, el mal tiempo terminó con la fragata San Diego y los hombres de García Cordero, abandonado en la costa atlántica de Costa Rica.
Después de mil peripecias en la búsqueda de la nave, las mercancías y sus hombres, García Cordero terminó casi arruinado económicamente. Se afincó en Santiago de Talamanca y prestó sus servicios como soldado o armador de barcos y carpintero, convirtiéndose en el primer personaje que construyó una embarcación completa en Costa Rica, para realizar comercio de cabotaje con Portobelo.
Su vida terminó en tiempos del gobernador Juan de Ocón y Trillo, posiblemente en 1608, por una flecha de algún indígena sublevado en Talamanca, cuando se encontraba cosechando maíz en su milpa. Aquello significó dejar inconcluso un ansiado proyecto de aquel armador de barcos: construir una nueva embarcación para el servicio público.
Bibl.: L. Fernández, Colección de Documentos para la Historia de Costa Rica, t. V, Paris, Imprenta Pablo Duport, 1886, págs. 39-144; J. R. Víquez Segreda, “Al Capitán Ignacio Cota”, en Los Conquistadores, pról. y notas de J. F. Trejos, San José, Imprenta Lehmann, 1940, págs. 177-181.
Óscar Aguilar Bulgarelli
