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Tomás Varas

Biografía

Varas (o Baras), Tomás. San Luis (Argentina), ú. t. s. XVIII – 1838. Militar, independentista.

Nació en la Punta, San Luis. En el año 1783 se alistó como voluntario en la Compañía de la nobleza y prestó imprescindibles servicios en la frontera de San Lorenzo, desempeño que le valió ser promovido a ayudante mayor del comandante general de Armas, Juan de Videla. En 1796, Varas acompañó a su superior en la recorrida que efectuaron para mejorar la vigilancia policial en la zona de campaña. Luego tuvo que ocupar interinamente la Comandancia General y las funciones de subdelegado de la Real Hacienda.

El 15 de abril del año 1803 fue designado teniente del Regimiento de Voluntarios de Caballería. En el transcurso de las Invasiones Inglesas al Río de la Plata (1806-1807) fue el encargado de reunir las milicias y conducirlas al Morro. Debido a las inclemencias del tiempo las tropas estuvieron varadas y él prestó generosamente sus potreros de alfalfa para que los caballos se alimentasen y sostuvo a sus expensas la tropa de 180 efectivos. Las tropas fueron entregadas el 20 de julio al capitán Juan Basilio Garro quien había logrado congregar a trescientos hombres entre mendocinos y puntanos. Para costear el traslado a Buenos Aires de la tropa Varas realizó una colecta entre los vecinos y él mismo hizo una importante colaboración de 300 pesos. Aunque permaneció en su provincia alistando un nuevo contingente, debió hacerse cargo —con el cargo el comandante de Armas interino— de la defensa fronteriza asediada por los indios del cacique Carripilun. Por su desempeño fue promovido a capitán del Regimiento de Voluntarios y solicitó su retiro para ocuparse de otros asuntos.

Fue él quien se hizo cargo y costeó la construcción del Cabildo y de la cárcel, la reconstrucción de la capilla de Santa Catalina en el Convento de Predicadores, mejoró la provisión de agua logrando que se abriera la acequia principal, compuso caminos e impulsó otras tareas para el bienestar general. En 1810, estallada la revolución, fue un activo adepto a la causa de Mayo. Colaboró económicamente cuando hubo que costear el primer contingente que debía unirse a la expedición al interior comandada por Ortiz de Ocampo. Asimismo donó 500 pesos para pagar a las tropas. Hacia 1812 era miembro del Cabildo local y en julio de ese año ofreció sus oficios como capitán al teniente gobernador José Luis Ortiz para conducir a Buenos Aires los cien granaderos enrolados voluntariamente, costeando él los peones y cabalgaduras requeridas. Ortiz aceptó tal ofrecimiento y por decreto lo designó “comandante militar de la marcha de los cien granaderos”. El 21 de agosto partieron hacia Buenos Aires donde llegaron el 14 de setiembre. En proceso de formación el Regimiento de Granaderos, los ciento once puntanos traídos por Varas fueron entregados en el cuartel de Retiro. Bernardino Rivadavia le extendió a Varas los despachos de capitán de milicias el 22 de septiembre. Sin duda, Varas aprovechó su estadía en Buenos Aires para adquirir haciendas llegadas al puerto en barcos ingleses a precios convenientes. El apoyo dado por Varas a la causa revolucionaria y a la tropa que acompañó hasta Buenos Aires le valió la obtención del grado de sargento mayor, concedida por el director supremo el 5 de mayo de 1818. Posteriormente Varas colaboró para sofocar la conspiración realista del 8 de febrero y al tiempo, enfermo y agobiado, solicitó y consiguió su retiro. Cuando el gobernador Dupuy debió renunciar, Varas fue, junto con José Santos Ortiz, de los ciudadanos ilustres que impulsaron la convocatoria de un Cabildo, que terminó celebrándose el 15 de febrero de 1820. Hacia el mes de marzo Santos Ortiz obtuvo la mayoría de los votos en el Cabildo y fue elegido presidente, eliminando de esta forma a Varas quien, intentó en vano recuperar el poder y debió salir de su provincia rumbo a Mendoza. Desde allí alentó la oposición al gobierno dictatorial de su opositor. Aunque el gobernador Ortiz mandó instruir un sumario en su contra por conspirador, Varas decidió enfrentarlo y regresar a su provincia con su familia, donde fue apresado inmediatamente. Ortiz lo condenó a muerte por querer alterar el orden, pero la pena fue finalmente conmutada y terminó desterrado en Córdoba. Más tarde regresó a su provincia donde falleció. Fue su esposa María Mercedes Sierra, con quien tuvo doce hijos.

 

Bibl.: V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino, Buenos Aires, Editorial Elche, 1978; Núñez, Historia de San Luis, Buenos Aires, Plus Ultra, 1980; T. Halperin Donghi, Historia argentina. De la revolución de independencia a la confederación rosista, Buenos Aires, Paidós, 1980; J. W. Gez, Historia de la Provincia de San Luis, San Luis, 1996; M. Sáenz Quesada, La Argentina. Historia del país y de su gente, Buenos Aires, Sudamericana, 2000.

 

Andrea María Bau

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