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Juan de Herrera y Sotomayor

Biografía

Herrera y Sotomayor, Juan de. España, s. m. s. XVII – Cartagena de Indias (Colombia), 1732. Militar, brigadier e ingeniero director.

En 1667 ingresaba en el servicio como soldado, en una compañía del tercio mandado por el maestre de campo Juan de Toledo y Portugal. En el año de 1675 fue trasladado a la Compañía de “Caballos Corazas”, que, al mando de su padre, José de Herrera, estaba acuartelada en el alcázar de Toledo. En 1676 obtuvo el grado de alférez de la misma compañía en el Ejército de Cataluña.

Hacia 1681 llegaba a América como teniente de la Compañía de Caballos, de guarnición en el presidio de Buenos Aires. En 1682 pasó a Chile como capitán de la Guardia del Gobernador y en 1687 seguía en Chile, trabajando como ingeniero voluntario en las fortificaciones de Valdivia, Maldonado y Valparaíso. Durante estos años viajó a España con varios despachos para el Consejo de Indias, presentando en 1690, ante el citado Consejo, la relación de sus servicios.

No se conoce con exactitud la fecha de su nombramiento como ingeniero del rey, pero debió de trabajar en Cuba a finales del siglo XVII, donde presentaba la Planta y numeración de la fortificación y castillos del puerto de la Habana, que se hizo en ...marzo de 1693, acompañando al informe de 28 de agosto de 1693 y el Plano del Puerto y lugar de Matanzas: situado en la Costa de el Norte de la Ysla de Cuba a los 296 grados de Longd. geographica y 23 y 10 min. de Latitud Borl, de 1696.

En 1699 arribaba a Cartagena de Indias para trabajar como ingeniero en las obras que el nuevo gobernador de la ciudad, Juan Díaz Pimienta y Zaldívar, pensaba ejecutar. Herrera, al parecer, se había formado en la lectura de tratados y en la tradición de la ingeniería del siglo XVII. Al poco de su llegada, presentaba un diseño para construir el llamado fuerte Farnesio o de la Ranchería, situado enfrente del San Felipe, con la intención de crear un nuevo escollo que impidiese el paso del enemigo en Portobelo.

En 1704 remitía un informe sobre lo reparado por él en Cartagena de Indias y lo que era necesario realizar en la plaza, y en 1714, otro sobre las consecuencias de los temporales recientes en la ciudad.

En 1716 era coronel, realizando en esas fechas los planos (a los que se adjuntaba informes sobre sus defensas) de las ciudades de Panamá y Portobelo. En esta última realizó importantes mejoras en sus murallas. Remitía, además, por petición del virrey, un pormenorizado informe sobre el estado de las fortificaciones de Cartagena, acompañado de un presupuesto de las obras que consideraba indispensables. Esto era consecuencia del interés de la nueva dinastía de los borbones por América, una vez terminada la Guerra de Sucesión.

En la bahía de Cartagena una de sus primeras acciones fue la construcción del fuerte de San José, que cubría con sus fuegos el canal de Bocachica, uno de los dos accesos (el otro era el de Bocagrande) al puerto de la ciudad. En ese aspecto, una vez conseguido cerrar el canal de Bocagrande, quedaba como único acceso a Cartagena el canal de Bocachica de gran profundidad, penetrando por él buena cantidad de agua a la bahía desde el siglo XVII. En una junta, el informe del ingeniero del Ejército Herrera y Sotomayor aseguraba el aumento constante de su caudal y por tanto se decidió el mantenimiento de este acceso, pues los navíos encontraban seguro abrigo en la bahía a poco de atravesarlo.

Entre 1727 y 1728 Herrera (era promovido a brigadier en agosto de 1728) reconstruía el fuerte de San Luís, muy castigado por el ataque del barón de Pointis, y que cruzaba sus fuegos con el fuerte de San José. De igual forma, reparaba el castillo de San Felipe de Barajas (al que le añadía varias baterías), la batería de Baradero, el castillo de Santa Cruz (de importante papel en la defensa) y el fuerte de Manzanillo. Además, con el objeto de adelantar la defensa, construía tres baterías en la costa occidental de la isla de Carex (hoy Tierrabomba) y otras dos en el flanco izquierdo del fuerte de San José. También reparó los arruinados baluartes de la muralla que circundaba la plaza de Cartagena. Muchas de estas obras, aún no terminadas, fueron interrumpidas por el fallido ataque del almirante inglés Vernon en 1841.

En 1730 trazaba el plano de la plaza y bahía de Cartagena de Indias (Plano de la Plaça de Cartagena de las Indias, situada en 10. grados y 26. minutos de latitud septentrional. Levantado por el Mrô. de Campo Dn. Juan de Herrera y Sotomayor Ingeniero militar de dha. Plaza y Castellano del Castillo de Sn. Phelipe de Barajas), acompañado de un conjunto de siete planos del estado de las obras de las murallas, castillos y baluartes en construcción. Además, en ese año levantaba el plano hidrográfico de la costa provincial de Cartagena, comprendido desde la isla Fuerte y el río del Sinú hasta el Magdalena y parte de la provincia de Santa Marta, y realizaba la Relación de las obras y reparos ejecutadas en las fortificaciones de Cartagena desde el año 1700 formadas por el ingeniero Juan de Herrera y Sotomayor.

Siempre en el año de 1730, poco antes de su muerte, organizaba en Cartagena de Indias una “Academia de Matemáticas y Práctica de Fortificación”, primera escuela de ingeniería en el Nuevo Mundo, que contribuiría a la consolidación de los principios de la “Escuela de Fortificación Hispanoamericana”. Conocida como Academia Militar de Matemáticas Cartaginesa, enseñó personalmente en ella matemáticas y técnica de fortificación. En la Academia se formaron buenos discípulos, como su hijo José de Herrera y el “delineador” José de Figueroa, quien le ayudó después en sus tareas pedagógicas y fue nombrado ingeniero extraordinario. Su plan de estudios estaba inspirado en el creado para la Academia de Matemáticas de Barcelona. De hecho, Herrera debió pedir permiso al propio marqués de Verboom para establecer su Academia.

La Academia fundada por Herrera y Sotomayor no sobrevivió a la muerte del ingeniero, por lo que a mediados de la década de 1730 es probable que dejase de funcionar.

Herrera también trabajó en obras de canales de navegación. En 1725, a petición del gobernador redactaba un proyecto de mejora del canal del Dique (bifurcación del río Magdalena, que facilitaba la navegación de este río con Cartagena) para hacerlo navegable en todo tiempo. Elevaba informe el 17 de marzo de 1725, preconizando la construcción de dos esclusas según el tipo holandés, pero simplificadas por la poca profundidad del canal. Se habían de construir dos cajones sobre una cimentación de dos varas de ancho, para levantar dos soportes donde apoyarían dos vigas transversales que soportarían las compuertas en su elevación o bajada. Con otra compuerta igual a distancia de 30 varas, se formaba entre ellas una zona de esclusa cuyos laterales estarían protegidos por una línea de pilotes de buena dimensión, clavados y trabados entre ellos para evitar la entrada de tierras en la esclusa. El proyecto incluía la ampliación y profundización del llamado “sitio de la Angostura”, e igualmente, cerrar las bocas de los caños de Piedras y de Mulas, para abrir nuevo acceso a 15 leguas del anterior.

Juan de Herrera y Sotomayor fue el principal ingeniero de cuantos trabajaron en la Nueva Granada hasta el fallido asedio británico a Cartagena de Indias en 1741. En ese sentido, únicamente Herrera destacó por su movilidad, producto de los numerosos proyectos que llevó a cabo en distintas plazas del Caribe sur. En pocos años en el Darién, Cartagena de Indias, Panamá, Portobelo y Santa Marta dirigió tanto la construcción de edificios militares y civiles como expediciones diplomáticas para pacificar tribus locales localizadas en Urabá. La gran movilidad de Herrera le permitió introducir en varias plazas algunas de las principales novedades en las fortificaciones que habían surgido durante los últimos años del siglo XVII, aunque sin renunciar al modelo abaluartado propio del momento, convirtiéndose, por tanto, en el primero de los grandes ingenieros que pasaron por la Nueva Granada durante el siglo XVIII.

Finalmente, Juan de Herrera y Sotomayor era nombrado ingeniero director en 1732.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas (AGS), Exps. personales.

E. Marco Dorta, Cartagena de Indias, Sevilla, Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, 1951; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Universidad, 1983; E. Cabellos Barreiros, Cartagena de Indias mágica Acrópolis de América, Madrid, Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas, 1991; R. Gutiérrez y C. Esteras, Arquitectura y Fortificación. De la Ilustración a la Independencia Americana, Madrid, Ediciones Tuero, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones Españolas en América y Filipinas, Madrid, Mapfre, 1996; M.ª de los R. Brisquet Torres y E. Fuentes Legaz, “Las Academias de Artillería en América en el siglo XVIII”, en Militaria, Revista de Cultura Militar, 10 (1997), págs. 265-275; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; M. Gámez Casado, Ingeniería militar en el Nuevo Reino de Granada. Sistemas defensivos para las rutas comerciales del Caribe sur (1739-1811), tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2019.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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