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Joaquín Ferrer y Amat

Biografía

Ferrer y Amat, Joaquín. Huécija (Almería), 13.VIII.1772 – Vélez-Málaga (Málaga), 11.IX.1833. Coronel de Ingenieros.

Ingresó como cadete el 6 de mayo de 1790 en el Regimiento de Caballería Voluntarios de España, donde era promovido al empleo de subteniente de tal arma, el 28 de julio de 1793. Estudió en la Real y Militar Academia de Matemáticas de Zamora, ingresando en el Real Cuerpo de Ingenieros como subteniente, una vez aprobado el examen de suficiencia, en el citado año de 1793, sirviendo inicialmente en Madrid. Destinado a la Dirección del Cuerpo en Galicia en diciembre, al año siguiente (abril de 1794) se integraba en el Ejército de Operaciones de Cataluña, en el marco de la Guerra de la Convención o del Rosellón (marzo de 1793 hasta julio de 1795). Durante la campaña, combatió contra los franceses en las acciones de los días 5, 6 y 26 de mayo y en la batalla de Pontos, librada el 14 de junio de 1795.

Finalizada la guerra, quedaba destinado en Gerona, como ayudante de ingeniero bajo las órdenes del ingeniero ordinario Manuel Llobet. En octubre de 1796 pasó al Ejército de Observación de Portugal y, un año más tarde, al Campo de Gibraltar, como consecuencia de un nuevo bloqueo de la plaza. Ascendía a teniente del Cuerpo e ingeniero extraordinario el 3 de septiembre de 1798. Del Campo de Gibraltar iba destinado en octubre de ese año a la costa de Granada, permaneciendo algún tiempo de servicio en el peñón de Vélez de la Gomera, trabajando en su fortificación. En ese mismo año de 1798, realizaba un plano para la construcción de un faro en el puerto de Tarifa, Plano, Perfil y Elevación de la Torre de la Ysla de Tarifa, con aumento de un segundo cuerpo para establecimiento del Fanal, San Roque, 10 de abril de 1798.

En abril de 1799, era designado para formar parte del ejército que se reunía en Mallorca. Durante la travesía fue apresado por un corsario inglés y rescatado por otro francés, que le condujo a Málaga, de donde pasó nuevamente a la Dirección del Cuerpo de la costa de Granada. Marchaba otra vez, a trabajar en las fortificaciones del peñón de Vélez de la Gomera.

El 24 de junio de 1802 ascendía a capitán de Ingenieros con destino en la Comandancia de Ingenieros de Málaga, conservándose varios planos de él, como Plano, perfiles y cálculo de la fortaleza de la Alcazaba de Málaga donde se explican sus principales partes, el proyecto de una muralla que debe ejecutarse para cerrar el boquete o portillo que quedó abierto en dicha fortaleza de resultas de la fábrica de nueva aduana y las reparaciones que necesitan las demás murallas del recinto o Planos del Castillo de San Lorenzo de Málaga. En mayo de 1804, se le destinaba a La Florida, no pudiendo embarcarse en el puerto de Cádiz, a causa de la guerra contra los ingleses, por lo que en 1805 pasó destinado de nuevo al Campo de Gibraltar. En ese destino, le sorprendieron los acontecimientos de mayo de 1808, con los que comenzaba la Guerra de la Independencia. Ferrer se marchaba a Sevilla, donde se encargaba del “plan de fortificación” de la ciudad. Tomó parte en la batalla de Bailén y más tarde se integraba en el Ejército del Centro como jefe de Ingenieros de la 1ª División, con el que participó en la campaña del Ebro, ascendiendo a teniente coronel (por méritos de guerra) el 14 de agosto de ese año.

A finales de 1808 participó en la retirada del ejército desde Tarazona a Cuenca, hallándose, igualmente, en la batalla de Uclés el 13 de enero de 1809 y retirada a Santa Cruz de Mudela, siendo jefe de los ingenieros de la división de vanguardia. Pasó a continuación a la 4.ª división, con la que tomó parte en las operaciones sobre Ocaña, Aranjuez, Ontígola y Toledo. Tras un corto permiso por enfermedad (sufrió vómitos de sangre), tomaba parte en la batalla de Almonacid el 11 de agosto de 1809, en la que resultó herido de gravedad en el pecho, y también en la posterior retirada a Sierra Morena. Después de permanecer algún tiempo hospitalizado en Granada y vagar huyendo de los franceses, se refugió en Málaga, donde residía la familia de su esposa. Denunciado al ejército ocupante, fue hecho prisionero por los franceses en 1810, que pretendieron llevárselo a Bayona, lo que pudo evitar gracias a su estado como enfermo. Conseguiría fugarse en una corbeta en julio del año siguiente, desembarcando en Algeciras, donde fue sometido a un procedimiento sumario para la justificación de su conducta “política y militar”. Había sido expedientado, al desconocerse su paradero, según el diario de sesiones de las Cortes de Cádiz, correspondiente al día 10 de agosto de 1811. Tras ser exonerado, era promovido a coronel de Ingenieros y destinado en 1812 al Ejército de Operaciones de Andalucía. De esa época es su Plano de las inmediaciones de Málaga, Castillo de Gibralfaro (c. 1813). En diciembre del mismo año pasaba como jefe de la Comandancia de Ingenieros a la plaza de Cartagena, en la que permanecería hasta octubre de 1814, fecha en la que formaba parte del Ejército de Valencia, al mando de la Dirección Subinspección de Ingenieros de la citada plaza.

Destinado a Nueva España en marzo de 1815, Ferrer y Amat no llegó a embarcar, siendo nombrado, por real despacho de 28 de julio, coronel jefe del Regimiento Provincial de Chinchilla, en cuya ciudad juró la Constitución el 14 de marzo de 1820. En 1821 fue encargado del mando del cantón militar de Elche, con la misión de perseguir malhechores. Fue designado como coronel del Regimiento de Milicia Nacional de Málaga el 5 de junio de 1821, con igual cometido que en su anterior destino. De carácter liberal, en junio de 1822 marchó con su unidad a Cataluña, incorporándose en Mataró, en septiembre, a la división del general Francisco Miláns del Bosch, con la que combatió contra los Cien Mil Hijos de San Luis, que invadían España en abril de 1823, poniendo fin al llamado “Trienio Liberal”. Al ser derrotados, el general Milans huyó a Inglaterra, mientras que Ferrer, impurificado y separado del ejército, se trasladaba a Málaga.

El 9 de septiembre de 1823 reconoció la soberanía de S. M. y fue purificado el 17 de diciembre de 1826. Con fecha de 24 de diciembre de 1832 era promovido a brigadier de Infantería. En el momento de su fallecimiento, era “comandante de armas” de Vélez-Málaga.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personalesDiario de las discusiones y actas de las Cortes, vol. 7, Cádiz, Imprenta Real, 1811.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1797-1821; J. A. Patrón Sandoval, “Tarifa, el faro más meridional. Apuntes sobre la historia del primer faro del estrecho de Gibraltar”, en Aljaranda: revista de estudios tarifeños, 40 (2001), págs. 10-24; J. Mendoza, Historia de Málaga durante la Revolución Santa que agita a España desde 1808, introd. y notas de M. Olmedo Checa, Málaga, 2003; J. A. Gómez Vizcaíno, “La Comandancia de Ingenieros en la Base Naval de Cartagena durante la Guerra de la Independencia (1808-1815)”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), 72 (2004); A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; L. J. García Pulido, “Del Monte de Gibralfaro al frente Marítimo. El Paisaje de la Bahía de Málaga en la cartografía Histórica”, en VIII Taller Internacional de Paisaje. Málaga Interrota, Málaga, Universidad de Málaga - Departamento de Arte y Arquitectura, 2016.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño