Garci-González de León, Félix. España, p. t. s. XVII – ¿La Habana (Cuba)?, 1675 post. Almirante, caballero de la Orden de Santiago, gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela entre 1664 y 1669.
Era almirante cuando el rey Felipe IV, por Real Cédula de 20 de junio de 1664, le nombró gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela. He aquí el comienzo, fundamental, de esta Real Cédula (J. Llavador, 1969): “Don Phelipe etc. Por quanto aviendose cumplido en tiempo de los çinco años porque hiçe merçed del Govierno de la Provinçia de venezuela a D. Pedro de Porres y toledo conviene nombrar persona que le sirva y suçeda en el dicho cargo que sea de la experiençia partes y calidades nezesarias y teniendo consideraçion a las que concurren en vos el Almirante D. feliz Garçi Gonzalez de leon cavallero del orden de Santiago y a lo que me haveis servido y esperando lo continuareis en lo de adelante con la fidelidad cuidado y diligençia que se rrequiere tengo por bien y es mi merçed que aora y de aquí adelante por tiempo de çinco años mas o menos el que fuere mi voluntad seais mi Governador de la dicha Provinçia de Venezuela en lugar del dicho don Pedro de Porres y demas de los dichos çinco años os señalo dos meses para llegar a tomar posesio del dicho oficio [...] y que vos y no otra persona alguna le useis y exerçais en todas las ciudades villas y lugares que al presente estan pobladas y adelante se poblaren [...]”.
Se embarcó en Cádiz para La Guaira el 27 de septiembre de 1664 y tomó posesión oficial de su cargo en Caracas el 20 de diciembre del mismo año. Se enfrentó al grave problema de las amenazas de los corsarios a La Guaira y a robos indiscriminados que se cometían desembarcando en cualquier punto de las costas. Por su condición de almirante afrontó bien el problema, contraatacando, para lo que organizó varias flotillas, muy ágiles, mandadas, entre otros, por los capitanes Juan González Perales y Esteban de Hoces. De esta forma capturaron la nave corsaria El Caballero Romero y otras embarcaciones menores.
También se ocupó personalmente de las operaciones de defensa y fortificación de La Guaira. Reparó murallas, construyó trincheras, fosos y terraplenes, y examinó una a una todas las casas de la ciudad.
Nombró castellano de la plaza fuerte a Diego Clemente González de León, y capitán de la artillería a Juan Sánchez Morgado. Fortificó además otros posibles puntos de desembarco y estableció cuerpos de guardia permanente en Salto del Agua, Las Trincheras y Agua Negra. Con estas medidas logró Garci- González salvar a La Guaira (y a Caracas) del ataque que intentó el temido pirata Henry Morgan en 1668.
No tuvo la misma suerte la ciudad de Maracaibo, ocupada y saqueada tres veces durante la gobernación de Félix Garci-González: en 1666, en 1667 por el pirata francés Juan Nau, El Olonés, y en 1669 por quinientos bucaneros de Henry Morgan; éste pasó, dentro del lago de Maracaibo, a Gibraltar, haciendo torturar a un centenar de españoles (torturas escalofriantes descritas por Exquemelin) para hacerles declarar dónde tenían sus bienes, joyas y dinero. Escapó a un contraataque y huyó con su botín a Port-Royal.
En este tiempo, se celebraron en Caracas (agosto de 1666) solemnes honras fúnebres por la muerte de Felipe IV, fallecido el 17 de noviembre de 1665. Siguiendo la tradición se proclamó solemnemente el reinado de Carlos II. Murió el obispo de Caracas, fray Alonso Briceño, el 15 de noviembre de 1668.
En otro orden de cosas, Garci-González atajó los problemas de desabastecimiento ganadero en Los Llanos y admitió una propuesta de Juan de Ochoa para solucionarlo, designando el gobernador a éste como “juez de los Llanos”, con amplias facultades para controlar y estimular el crecimiento ganadero, principalmente de vacunos.
Terminado el período de su gobernación, le sucedió el gobernador Fernando de Villegas. El correspondiente juicio de residencia dio lugar a varios cargos, y terminó por sentencia del Consejo de Indias de 3 de julio de 1674, en el que se le condenó a diez años de prisión en el castillo del Morro, de La Habana, culpable de permitir “entradas y correrías contra los indios” para castigar la muerte de unos vaqueros y un misionero capuchino, sacando de sus rancherías “a ciento sesenta personas entre chicos y grandes, que estavan quietos y pacíficos”; este atropello lo hizo el capitán Gaspar Farfán y, conocido por el gobernador, no fue corregido. Y el segundo cargo fue algo similar, efectuado por el capitán Andrés del Aya, “que entró con jente armada y sacó muchos indios e indias Guamonteyos”. Elevado un recurso de súplica por el abogado de Garci-González, fue desestimado por el Consejo de Indias el 24 de septiembre de 1674. Estas dos sentencias se han publicado por J. Llavador (1969: 243-245).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Escribanía de Cámara, leg. 699, A.
L. A. Sucre, Gobernadores y Capitanes Generales de Venezuela, Caracas, Litografía y Tipografía del Comercio, 1928, págs. 162-165; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, vol. LVII, Madrid, Espasa Calpe, 1929, pág. 1088; Títulos de Indias, Valladolid, Archivo General de Simancas, 1954, pág. 7; J. de Oviedo y Baños, Tesoro de noticias y índice general de las cosas más particulares que se contienen en los libros capitulares de esta Ciudad de Caracas [...], Caracas, Ministerio de Educación, 1967, pág. 49; M. Briceño Perozo, Documentos para la historia de la Fundación de Caracas existentes en el Archivo General de la Nación, Caracas, Archivo General de la Nación, 1969, págs. 168-169, 171, 196, 205, 222, 382, 421-422, 456, 479, 481, 483-485, 513, 537-541, 543 y 570; J. Llavador Mira, La Gobernación de Venezuela en el siglo xvii, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1969, págs. 7-8, 11, 26, 50, 87, 112-113, 178-182, 184, 243-245 y 266; G. Morón, Historia de Venezuela, vol. III, Caracas, Italgráfica, Impresores, Editores, SRL, 1971, págs. 158-159; M.ª L. Parra Padilla, “Garci-González de León, Félix”, en VV. AA., Diccionario de Historia de Venezuela, vol. II, Caracas, Fundación Polar, 1988, pág. 247; L. Vaccari San Miguel, Sobre Gobernadores y Residencias en la Provincia de Venezuela (siglos XVI, XVII, XVIII), Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1992, págs. 65, 85, 102 y 195.
Fernando Rodríguez de la Torre
