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Laureá Barrau Buñol

Biografía

Barrau Buñol, Laureà. Barcelona, 27.XII.1863 – Santa Eulalia del Río (Ibiza), 25.X.1957. Pintor.

Terminado el bachillerato, Laureà Barrau se matriculó en la Escuela de Ingeniería para seguir los pasos de su padre. El artista compaginaba sus estudios con las clases de Dibujo y Pintura que recibía en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Fue en esta prestigiosa academia donde tuvo la oportunidad de recibir las lecciones impartidas por pintores como Claudio Lorenzale y Antonio Caba. Decantándose ya por la carrera artística, realizó en 1882 un viaje a Madrid, una estancia que aprovechó para copiar las obras de los grandes artistas que se exponían en el Museo del Prado.

Siguiendo con su intención de formarse como artista completo, en 1883 se trasladó a París para apreciar en primera persona las tendencias pictóricas más novedosas del momento. Fue admitido en el taller de uno de los pintores franceses más reputados del momento, Léon Gérôme (1824-1904), donde pudo conocer a artistas como Carolus Duran y al escultor August Rodin. Durante aquel año presentó en la Sala Parés de Barcelona algunos de los lienzos que había pintado en la capital francesa.

En agosto de 1883, el artista emprendió un viaje por tierras andaluzas junto al pintor Ramón Casas, con el que se instaló en Granada, ciudad que ya antes había recibido a muchos artistas que acudían atraídos por la luz y por el exotismo del lugar. De aquel viaje surgió una obra muy ambiciosa titulada Feria de Granada.

En 1884, Barrau ganó la Beca Fortuny, que le permitió ir a Roma para completar su formación. Durante aquella estancia coincidió con artistas como Enric Serra, Arcadi Mas y Fondevila o Ramón Tusquets.

Su estancia en la capital italiana se alargó hasta el año 1888. Entre sus amigos y compañeros se encuentran Joaquín Sorolla, José Villegas y Francisco Pradilla.

Este último ejerció una gran influencia en el arte de Barrau, hecho que se pone de manifiesto al comparar los cuadros La capitulació de Girona (1887), de Barrau, y La rendición de Granada, de Pradilla.

En 1889, Laureà Barrau pasó de nuevo una temporada en París y viajó durante tres meses por diversas ciudades de Marruecos. Al volver a España se trasladó a Olot, donde pintó bellos paisajes en los que daba gran parte del protagonismo al color y a la captación del ambiente local. De esta época destacan las obras de temática religiosa y las que hacen referencia al mundo del trabajo, pinturas que muestran la fuerte influencia recibida de la pintura realista de artistas franceses, como Jules Breton, Jules Bastien Lepage o Dagnan Bouveret, todos ellos deudores de J. F. Millet.

Anualmente participaba en los salones de París, aprovechando aquellas grandes oportunidades para exponer sus últimas obras. En 1891, sus cuadros se mostraron en la Sala Parés y en la Exposición General de Barcelona, donde presentó Soledad, lienzo premiado en distintos certámenes y que fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona. En la Exposición Universal de Barcelona de 1888 fue premiado con Segunda Medalla y en la de Madrid de 1892, con Tercera Medalla. En la Exposición de Barcelona de 1894 presentó Misa matinal y en la de 1896, La Tierra.

En 1898, Barrau viajó a Granada y Sevilla, donde realizó obras llenas de belleza que presentan escenas y personajes típicamente andaluces, como Muchacha con castañuelas o Muchacha tocando la guitarra.

Una enfermedad hizo que, en 1899, tuviera que trasladar su residencia de París a Caldes d’Estrac (Barcelona), donde estuvo acompañado por Berta Vallier, una mujer de gran belleza que se convertiría en la principal protagonista de sus cuadros, junto a los paisajes y las playas de aquella bella población marinera.

Estos denotan una gran influencia de la pintura del valenciano Joaquín Sorolla, tanto en la luz brillante que domina algunos de esos lienzos como en la captación rápida de las figuras.

Una serie de problemas económicos hizo que, en 1909, Barrau decidiera irse a Argentina, donde estuvo cinco meses durante los cuales realizó diversas exposiciones.

Sus cuadros se vendieron con gran éxito.

A lo largo de los siguientes años, el artista volvió en diversas ocasiones a América, concretamente a Uruguay, Río de Janeiro y Nueva York.

En 1913, se instaló definitivamente en la isla Pitiusa, iniciando una etapa de gran creación artística, durante la cual realizó gran cantidad de obras: paisajes, interiores, figuras, juegos de claroscuro, mercados..., una copiosa producción centrada en captar la luz y el color de aquellos bellos y pintorescos lugares.

Laureà Barrau siguió presentando sus obras en exposiciones y certámenes oficiales de Barcelona y Madrid.

Asimismo, participó en la pintura mural del Salón Sant Jordi del Palacio de la Generalitat de Cataluña, donde presentó La batalla de las Navas de Tolosa (1927-1929). En 1950 expuso individualmente en la Sala Busquets de Barcelona. Barrau murió en Santa Eulalia des Río (Ibiza) en octubre de 1957, a la avanzada edad de noventa y cuatro años.

 

Obras de ~: Feria de Granada, 1883; La Capitulació de Girona, 1887; Soledad, 1891; Misa matinal, 1894; La Tierra, 1896; Muchacha con castañuelas, 1898; Muchacha tocando la guitarra, 1898; La batalla de las Navas de Tolosa, Palacio de la Generalidat, Barcelona.

 

Bibl.: B. Vallier, Vida de Laureano Barrau, Tarrassa, Ayuntamiento, 1960; I. Coll, Laureà Barrau, Barcelona, Caixa Terrassa-Lunwerg, 2003; Laureà Barrau (1863-1957), l’artista i el seu llegat a Terrassa, Tarrassa, Fundació Cultural Caixa Terrassa, 2003.

 

Isabel Coll Mirabent