Lançari, Juste. ?, p. m. s. xvi – ?, s. m. s. xvi. Ceramista.
Integrante de una saga de ceramistas de Muel (Zaragoza), activos a lo largo de todo el siglo xvi y la primera mitad del xvii.
En la segunda mitad del Quinientos dos de estos moriscos recibían distintos pagos por los azulejos obrados para la Seo de Zaragoza, junto con otros maestros azulejeros activos en alfares también próximos a la capital aragonesa. Eran Lope Lançari que, en 1557, entregaba una partida de ellos para la capilla de Nuestra Señora, y Juste Lançari, que, en 1565, enviaba otra remesa destinada a la Capilla de San Miguel, hoy conocida como la Parroquieta; este último encargo lo cobraba junto a Joan de Aragón, azulejero de Cadrete, con el que, en 1566 y 1567, recibía nuevos pagos, en esta ocasión por los azulejos entregados para el refectorio y capítulo de la catedral. Finalmente, en 1568, se le pagaban a Juste Lançari los realizados “para la iglesia”. La documentación recogida en los Libros de Fábrica de la catedral zaragozana deja constancia también de los precios fijados para cada uno de los modelos de azulejos de técnica de arista fabricados por éstos, según la cual los azulejos “archetados” (de cuarto), con los que se componían los paños de los arrimaderos, se abonaron a “1 dinero y miaja la pieza”; los “cuarteados” (de cartabón), usados probablemente para las solerías, al mismo precio que los anteriores; los azulejos cuadrados aplicados en los frisos (se describían con grifos y jarrones) a “2 dineros”; y las “coronas, cintillas mayores y cintillas menores”, empleadas para los remates murales y perfilado de los paños ornamentales, a “2 dineros y 1 dinero y miaja” cada uno. A Juste Lançari se le pagaron además, particularmente, otros azulejos “con el Cordero”, a “2 dineros la pieza”. En conjunto, los dos Lançari citados fabricaron unos 20.087 azulejos.
Por otra parte, en varias capitulaciones notariales firmadas en 1559, 1557 y 1561 entre el mercader zaragozano Miguel de Villanueva y los integrantes del Oficio de “malegueros de blanco” de Muel se citaba a cuatro miembros de esta misma familia: Joan Lançari Molinero, Juste Lançari menor, Juste Lançari mayor y Francisco Lançari, que, como fabricantes de vajilla, se aseguraban el abastecimiento de algunas materias primas básicas a unos precios fijados —como eran el plomo y el estaño necesarios para la obtención del barniz—, con la única condición de que se los compraran siempre al mencionado suministrador.
En 1575, en otro contrato de similares características entre otro mercader de la capital aragonesa, Joan Ortín de Villanueva, y los “Oficiales de hacer vajilla de barro” de Muel, se reseñaban otros cinco miembros de esta saga familiar: por una parte, los ya citados Joan Lançari, Juste Lançari menor y Juste Lançari mayor, y por otra, Jerónimo Lançari mayor y Jerónimo Lançari menor. En esta ocasión, además de asegurarse el abastecimiento de plomo y estaño a lo largo de los nueve años siguientes, a unos precios establecidos, se añadía la posibilidad de entregar la mayor parte de la vajilla producida al mercader que, por su parte, se garantizaba su adquisición a unos precios pactados y el monopolio de su venta en la red de tiendas que tenía establecidas en las principales ciudades aragonesas y de la cuenca media del Ebro.
En 1577, en un nuevo acuerdo con otro mercader de Zaragoza, Gaspar Serra, se mencionaban dos miembros de esta familia de moriscos entre el conjunto de “malegueros y escudilleros” activos en este alfar propiedad de los marqueses de Camarasa: Jerónimo Lançari mayor y Jerónimo Lançari menor, padre e hijo”, en un contrato por el que se garantizaban el suministro de los principales ingredientes del barniz a lo largo de los siete años siguientes.
Poco antes, en 1573, se citaba asimismo en una comanda a Jerónimo Lançari “maleguero” (no se sabe si padre o hijo), casado con Isabel de Algaz, y a Daniel Algaz, vecinos los tres de Muel, junto a Francisco de Abroz, vecino de Morata de Jalón (Zaragoza), vendiendo unas casas de su propiedad sitas en la Morería de Zaragoza.
Por su parte, en 1583, era el otro Jerónimo Lançari (uno de los dos antes mencionados), “escudillero” de Muel, casado con Ana Ladrón, el que se avecindaba en la capital aragonesa para ejercer temporalmente su trabajo “de maleguero”, cumpliendo de este modo el acuerdo firmado con un tendero de Zaragoza —Jerónimo Caseda— de fabricarle una hornada de vajilla por valor de 560 sueldos. Para este fin, el comerciante le proporcionaba “10 arrobas de plomo, 1 de estaño (para obtener el barniz) y la leña (que se precisase) para quemar el horno”.
En los inicios del siglo xvii vuelve a aparecer alguno de los “escudilleros” anteriores y un descendiente de éstos en nuevos acuerdos pactados con mercaderes, por los que recibían avances de pago a cuenta de la obra de vajilla encargada. En uno, fechado en 1602, se citaba a Jerónimo Lançari de la Catalana, y en otro, firmado en 1603, se volvía a nombrar a este último, acompañado en esta ocasión por Jerónimo Lançari menor.
Los Lançari, por su condición de cristianos nuevos, fueron expulsados de Muel en 1610, fecha en la que se cumplió en Aragón el mandato real de expulsión de los moriscos. Sin embargo, y aunque parece que la orden se llevó a cabo rigurosamente (como lo revela el hecho de que la localidad de Muel se quedara casi totalmente despoblada), algunos de los que marcharon pudieron regresar algo después; como lo demuestra el hecho de que el “vajillero” Jerónimo Lançari (seguramente el nombrado en 1602) vuelva a aparecer de nuevo instalado en Zaragoza, en 1639.
De toda esta saga de alfareros, puede destacarse Juste Lançari, autor —tal como ya se ha visto— de algunos de los más interesantes azulejos aplicados en la Seo de Zaragoza, encargándosele concretamente a él los que reproducían el escudo del Cabildo —es decir, el cordero alusivo al Salvador al que se dedica la catedral—, que requirió la fabricación de un molde único y nuevo hecho de acuerdo “al patrón” entregado.
Juste Lançari fabricaría también, a la vez, todo tipo de piezas de loza dorada, la técnica más compleja manufacturada en este centro, así como otras vajillas comunes pintadas en azul o en verde y morado, siguiendo en todos los casos las técnicas llegadas desde los obradores andalusíes, como el muy renombrado de Málaga.
Obras de ~: Azulejos para los arrimaderos y solerías de la Parroquieta de la Seo, Zaragoza, 1565; Azulejos para los arrimaderos y solerías del refectorio y capítulo de la Seo, Zaragoza, 1566- 1567 (desapar.); Azulejos para los arrimaderos de la iglesia de la Seo, Zaragoza, 1566-1567.
Bibl.: M.ª I. Álvaro Zamora, Cerámica aragonesa I, Zaragoza, Librería General, 1976 (Col. Aragón, vol. 2), págs. 138- 139; “El trabajo en los alfares mudéjares aragoneses. Aportación documental acerca de su obra, controles de su producción y formas de comercialización y venta”, en Revista Zurita (Zaragoza, Institución Fernando el Católico), 65-66 (1992), págs. 97-137; “La cerámica aragonesa”, en T. Sánchez Pacheco (coord.), Cerámica española, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, vol. XLII, Madrid, Espasa Calpe, 1997, págs. 221-288; M.ª I. Álvaro Zamora, “Cerámica decorativa y azulejería en la Seo de Zaragoza”, en VV. AA., La Seo de Zaragoza, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1998, págs. 379- 395; Cerámica aragonesa, vols. I y II, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 129, 184, 190 y 195 y págs. 235-237 (figs. 373-374), respect.
María Isabel Álvaro Zamora