Hernández, Manuel. ?, p. s. XVIII – ú. t. s. XVIII. Militar, coronel del Ejército e ingeniero en jefe.
Estudió en la Real Academia de Matemáticas de Barcelona, ingresando en 1730 en el Cuerpo de Ingenieros como ingeniero ayudante, después de aprobar los exámenes de ordenanza.
Inició su carrera como subteniente en las obras de Málaga. El
En la Relación de existencia de los ingenieros que han servido en el mes de noviembre de este presente año (1737), en el Reyno de Navarra y provincia de Guipúzcoa con distinción en que han sido empleados en este referido tiempo y las notas de su capacidad y conducta, firmada por Jaime Sicre, coronel e ingeniero en jefe de Navarra, en Pamplona, el 1 de diciembre de 1737, se afirma de Hernández que “[…] está ocupado al dibujo y en azer la función de Ayudante del Cuerpo en esta plaza, entiende la Geometría especulativa y práctica, empieza a dibujar bien […]”.
El
En una carta del comandante general de las islas, Andrés Bonito de Pignatelli, dirigida al ministro don Joseph del Campillo, decía, respecto al ingeniero extraordinario Manuel Hernández, que era el más hábil de los cinco que vinieron con él “pues él solo ha levantado los planos generales de esta Ysla, de las de la Palma, Hierro y Gomera, quando el Ingeniero en Gefe ponderaba no poder levantar dos planos sin la concurrencia de todos los Ingenieros y luego han sido muy de su aprobación los que ha levantado dho Ingeniero”.
El
En carta de
El
Con fecha de
Con anterioridad, el ingeniero del Real Cuerpo D. Ignacio Sala, nombrado gobernador de Cartagena en 1748, influyó decisivamente en la resolución de los problemas de la defensa de la citada plaza. Sala era partidario de cerrar Bocagrande (uno de los dos accesos a la bahía de Cartagena) y, en unión del también ingeniero Mac-Evan, estudiaron el acceso por Bocachica con criterios muy divergentes.
En el temporal de 1752 quedaron muy maltratadas las obras efectuadas y, tras diversos intentos, el ingeniero en jefe Manuel Hernández propuso a Sala un nuevo sistema de cierre, consistente en construir un dique de piedra perdida a doble talud, con anchura en la coronación que permitiera doble circulación de dos carretas para acarreo de piedra durante la construcción, sin más detalles que levantar media vara sobre el nivel de marea alta.
En 1752 continuaba como ingeniero en 2ª y se le ordenaba reconocer la catedral de Cartagena de Indias antes de pasar destinado a Santa Marta (actual Colombia) para el reconocimiento de los desperfectos que habían sufrido sus fortificaciones. También debía inspeccionar la catedral, en la que los terremotos de 1749, 1750 y 1751 produjeron grandes daños. En el reconocimiento, Hernández dictaminaba la imposibilidad de repararlos por estar sus muros y arcos abiertos, y la torre fuera de plomo y amenazando ruina toda la fábrica.
De Cartagena pasaba a Portobelo, plaza en la que realizó numerosas obras y en la que llegó a ser ingeniero director. Entre sus trabajos se pueden destacar la construcción de tres baterías, en las que siguió las trazas del mariscal de campo, ingeniero director D. Ignacio Sala, aunque introdujo en ellas importantes cambios; las de San Jerónimo (1757), construida mirando la entrada del puerto, la de Santiago (finalizada en 1760) y la de San Fernando, dos Casas-Fuertes construidas sobre el alto de San Fernando la una, y sobre el Fuerte de Santiago la otra, y el “Almazén de Polbora a media legua de la ciudad de Portovelo”, la Real Contaduría, y el muelle. Levantó también numerosos planos de las fortificaciones de la ciudad, fortificaciones que dejó planteadas e iniciadas.
El
También en Panamá, en 1764, redactaba un proyecto para construir el edificio de Contaduría, y, anteriormente, otro relativo al Almacén de Pólvora.
Por Real Orden de
Sin embargo, a pesar del apoyo del que fue gobernador de Panamá don Joseph Blasco Orozco, y de la recomendación de don Julián de Arriaga que había sido gobernador general de Venezuela (1751-52) y secretario de Estado y Marina (1754-76), no debió ser atendido en su petición.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, exps. personales.
H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y Ediciones de la Universidad, 1983; C. Martínez Martínez, “Los problemas militares en la segunda mitad del siglo XVIII”, vol. XI-2, en Historia General de España y América, Madrid, Rialp, 1985; M. G. Cano Révora, Cádiz y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. M. Pinto de la Rosa, Apuntes para la Historia de las Antiguas Fortificaciones de Canarias, Madrid, Tabapress - Museo Militar Regional de Canarias, 1996; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, MAPFRE, Madrid, 1996; J. Tous Meliá, Palma a través de la cartografía (1596-1902), Palma de Mallorca, Ayuntamiento de Palma, 2002; C. Virgili Belda, “La proyección hispanoamericana de la Academia de Matemáticas de Barcelona”, en La Academia de Matemáticas de Barcelona. El legado de los Ingenieros Militares, Barcelona, Ministerio de Defensa, 2004; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, 2 vols., Madrid, Ministerio de Defensa, 2008; T. Mendizábal y J. G. Martín Rincón, “El hornabeque de Manuel Hernández en La Explanada del Casco Antiguo de Panamá”, en Canto Rodado: Revista especializada en patrimonio, 7 (2012), págs. 55-84.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño