Vázquez, Francisco. Badajoz c. 1500 – Panamá, 4.VII.1560. Encomendero, regidor y alcalde ordinario de Natá (Panamá), teniente de gobernador de la Alcaldía Mayor de Natá, conquistador de Veragua (Panamá), gobernador y capitán general de Veragua, fundador de Santa Fe y Concepción (Panamá).
Según el presidente de la Audiencia de Panamá, Alonso Criado de Castilla, Vázquez habría nacido en Badajoz. Nada se sabe de sus padres ni de su fecha de nacimiento. En la Información de Méritos mandada levantar por su hijo Alonso en 1565, así como en las Probanzas de Méritos de otros conquistadores de Veragua, y en diversos documentos contemporáneos, consta que se había establecido en Natá entre 1523 y 1526, siendo uno de sus primeros pobladores, aunque un viejo conquistador y fundador de Natá, Juan Hernández Hojos, declaró que le había tratado en esta ciudad desde 1523. Natá había sido fundado en 1522 por Diego de Albítez siguiendo órdenes de Pedrarias Dávila, y desde allí realizó una campaña hacia el norte de Veragua, donde descubrió los ricos minerales del río Turlurí en la costa Caribe, y es muy probable que Vázquez formara parte de su hueste.
Vázquez no tardó en ganar fama como competente baquiano, luego de participar en virtualmente todas las campañas de conquista que se realizaron al Este de Natá, en dirección a Veragua, destacando sobre todo en la que financió y acaudilló en 1548 el rico mercader y encomendero sevillano Juan Fernández de Rebolledo, compadre, socio y amigo suyo. Todas habían fracasado, pero se fueron acumulando experiencias sobre el terreno, y la esperanza de explotar las minas de Turlurí o Turlurú, acabó por convertirse en una suerte de obsesión entre los natariegos.
De hecho, la conquista de Veragua se había convertido en el principal proyecto de expansión territorial del reino de Tierra Firme, tanto por la necesidad de abrir nuevas fronteras para el desarrollo de áreas de cultivo y crianza —sobre todo de ganado vacuno—, como por la crítica falta de mano de obra indígena, la cual se esperaba encontrar en Veragua, pero sobre todo por sus ricos yacimientos de oro, de los que se tenía noticia cierta pero que aún no se habían podido explotar.
Con título de capitán, Vázquez marchó con otros natariegos al llamado de armas en Nombre de Dios (Panamá) cada vez que era amenazado por piratas, y tomó parte en el bando realista cuando los hermanos Contreras, nietos de Pedrarias, invadieron Panamá en 1550.
Vázquez casó en 1539 o 1540 con Catalina Álvarez.
Esta boda fue, al parecer, resultado de la campaña que realizó el obispo fray Tomás de Berlanga para que los colonos de Natá contrajesen matrimonio, al observar escandalizado que todos vivían con concubinas indias y no existía una sola española en la comunidad.
Francisco tenía un hijo ilegítimo, tal vez mestizo, de nombre Juan Vázquez, que tendría cumplidos 40 años cuando inició la conquista de Veragua. De este matrimonio nacieron tres hijos varones y varias hembras, nacidos todos, al parecer, en Natá.
Sus tres hijos varones legítimos, Alonso, el mayor, Bartolomé y Juan, tuvieron luego un papel destacado en la conquista y colonización de Veragua. Alonso sucedería a su padre como gobernador y capitán general de Veragua, aunque moriría muy joven, de unos veintitrés años, y Bartolomé caería hacia 1602 víctima del cacique Cocobe, un indio de la etnia coclé.
Juan nació en 1549 y tenía sólo nueve años cuando empezó la conquista, pero una vez tuvo la edad necesaria, se incorporó a las campañas de su primo Álvaro Vázquez, de su hermano Bartolomé, y de otros capitanes.
En abril de 1575 el Cabildo de Santa Fe solicita a la corona que le otorgue a Juan, la merced de regidor de Santa Fe. Pocos años antes Juan había sido elegido alcalde ordinario por el mismo Cabildo. Al parecer se dedicaba a la minería en varios sitios de Veragua.
En 1603 participa en la campaña de conquista del gobernador Juan López de Sequeira hacia las montañas de Coclé, con cargo de capitán y de teniente de capitán general, “con su espada y rodela y escopeta”.
Entre 1604 y 1606 Juan es mencionado entre lo vecinos y encomenderos de Montijo, un pueblo que se fundó en 1589, el año en que las minas deVeragua fueron abandonadas y los colonos se desplazaron masivamente hacia las costas del Pacífico para dedicarse a la agricultura y la ganadería.
Francisco Vázquez llegó a poseer 120 indios de encomienda, siendo ésta una de las mayores de Tierra Firme, sino la mayor. Tenía en Natá “mucha cantidad de vacas y yeguas y garañones y mulas y caballos y esclavos, plata y oro librado y vivía en las mejores casas que en ella había que valía mucho y en gran cantidad”. Un vecino de Panamá estimaba su “hacienda en catorce mil pesos”. Otro vecino afirmaba que la hacienda de Vázquez “era una de las mejores de Natá, que eran muchos ganados, mulas, vacas esclavos e barcos e dineros”. Su hijo Bartolomé aseguraba que antes de emprender la campaña de Veragua la fortuna de su padre ascendía a entre 15.000 y 20.000 pesos “en hatos de ganado, yeguas, mulas, esclavos, dineros y haciendas de la tierra”. Datos éstos que confirman otros testigos. Hacia mediados del siglo xvi era tal vez el hombre más rico, respetado e influyente de la región.
En la carta más antigua que se conserva del ayuntamiento de Natá, fechada el 28 de julio de 1539, Vázquez aparece ya como uno de los capitulares. En 1541 es elegido alcalde ordinario de esta ciudad. Y a principios de la década de 1550, el gobernador de Panamá, Álvaro de Sosa, le nombra teniente de gobernador de la Alcaldía Mayor de Natá, cargo que le fue confirmado por su sucesor, Juan Ruiz de Monjaraz, que llega como juez de residencia y gobernador interino. Esta posición, más el respaldo de sus bienes de fortuna y el prestigio y aceptación que gozaba, tanto entre las autoridades y hombres de negocios de la capital, como entre los vecinos de Natá fueron decisivos para que se le encomendara a Vázquez la conquista de Veragua en 1558.
En las deposiciones que se encuentran en la Información de Méritos y Servicios de Vázquez, se hace evidente que éste gozaba del aprecio y confianza de sus contemporáneos. Retrataron su carácter con expresiones como éstas: era “hombre muy antiguo en Indias”; “se ha hallado en muchas de las entradas que se han hecho en Veragua”; “tenía más experiencia que otro de lo de allí”; e “hiciéralo mejor que nadie”.
Bernardino de Romani, el juez delegado enviado por la Audiencia de Lima para dirimir el enfrentamiento armado entre Vázquez y el gobernador Juan Ruiz de Monjaráz que tuvo lugar en la raya del río Gatú, lo describe así en una carta al virrey: “anda siempre a pie y con alpargatas y poca comida; ha dado y da de lo que tiene a los indios que hay de paz y les hace muy buen tratamiento y cría en su casa muchos muchachos de los indios y los hace cristianos [...] es hombre muy llano y sin resabio ninguno [...] parece que se da mejor maña que otros pues en ella se han perdido tantas armadas y él la tiene poblada y conquistada sin muerte de ningún indio [...] y ha dado y da de comer a su costa a los soldados y pobladores y a muchos de los indios maíz y carne dieciséis meses ha”. Concluía diciendo que era estimado “por muy buen cristiano, según lo que de él he visto y lo que todos dicen”.
En 1560 cuando llegaron a Panamá el virrey conde de Nieva acompañado de ciertos comisionados, Vázquez acababa de conquistar Veragua y sólo tuvieron expresiones de elogios para él. Refiriéndose a su experiencia como baquiano escriben: “sabiéndola y conociéndola mejor que otro por se haber hallado en la conquista de ella siete veces con siete capitanes que en el descubrimiento y conquista se perdieron”, lo que sugiere que participó en las campañas de Diego de Albítez, de Juan Téllez, de Juan de Panes, de Francisco Gordón, de Diego de Torres, de su compadre Rodrigo Alonso de la Gala y de Juan Fernández de Rebolledo, es decir, todas las que se sabe partieron de Natá.
Otro funcionario, Ortega de Melgosa, al enterarse de la muerte prematura de Vázquez, deploraba su pérdida, calificándole de “buen hombre y cristiano”. El gobernador de Panamá, Álvaro de Sosa, lo calificó como “hombre honrado”.
Considerado como un sólido candidato para emprender la necesitada campaña de Veragua, y contando con el apoyo financiero del influyente Fernández de Rebolledo, a quien el juez de residencia y gobernador interino Juan Ruiz de Monjaraz aparentemente le debía el puesto, Vázquez no tuvo dificultad en conseguir que éste le designara como general de la conquista, firmando la correspondiente capitulación.
El paso siguiente era reclutar gente que quisiera seguirle.
Para ello Vázquez fue a Panamá, donde mandó a tocar “caja y atambor por su majestad con bandera tendida para hacer la dicha conquista y entrada”, convocando a transeúntes, estantes y vecinos para que “asentasen debajo de su bandera y en compañía para la dicha entrada”. Pronto se le sumaron gran número de soldados de fortuna recién llegados de España que se encontraban atrapados en Nombre de Dios y en Panamá sin poder abandonar el país por prohibiciones expresas de la corona, así como numerosos desterrados o amnistiados que habían participado en la rebelión de Francisco Hernández Girón en Perú. A un experimentado soldado vizcaíno recién llegado a Panamá, Pedro González de Meceta, le nombró capitán, siendo uno de los hombres que más destacó luego en la campaña. Como teniente general, nombró a su primo Alonso Vázquez “el viejo” (llamado así para distinguirlo del hijo mayor de Francisco), que luego moriría ahogado en la campaña.
La soldadesca se embarcó en fragatas para Natá, y en los primeros meses de 1558 Vázquez pudo dar inicio a la campaña saliendo con entre 150 y 180 soldados, y a la sombra de un árbol de ceiba situado a un “tiro de arcabuz” del poblado, realizó los últimos preparativos, nombrando a otros cuatro capitanes. Aunque la mayoría eran soldados de fortuna, también le acompañaban vecinos del pueblo, esclavos de servicio, un cura, algunos artesanos y “gente doméstica”, en mulas, caballos y carretas. La estrategia de Vázquez era ir avanzando en dirección a los llanos de Calobre, hasta llegar al río Gatú, a 30 kilómetros de Natá, para colocar allí “horca y cuchillo por señal de los términos de Veragua, es decir amojonando la frontera entre Veragua y la gobernación de Panamá. A todo lo largo de la marcha iría “pacificando” a la indiada que le hacía resistencia, aunque en las declaraciones de los testigos en las Informaciones y Probanzas, se asegura que siempre trató a los indios con humanidad y que incluso castigaba o desterraba a los soldados que los maltrataban.
Desde allí, la hueste alcanzaría las “lomas” o “llanos de Urracá”, donde a mediados de 1558 “pobló el dicho general la ciudad que ahora se llama Santa Fe”. Santa Fe queda justo en la divisoria de aguas de Veragua, donde el legendario cacique Urracá (que enfrentó a Pedrarias), y luego su sucesor, Estiber, habían rechazado todas las campañas de conquista anteriores.
Para las fechas de la conquista de Vázquez, el cacique que señoreaba esa región era don Baltasar (o don Baltasar de Santa Fe). Vázquez escoge a Santa Fe como capital provincial y centro de irradiación de la conquista, enviando a sus capitanes hacia dos frentes: el sur, en dirección a los llanos de Trota, para fundar otra población, y el norte, donde se encontraban los lavaderos de oro de Turlurí.
A mediados de 1559, envió al experimentado capitán Pedro de Matamoros para fundar el poblado de Concepción, a orillas del río Turlurí. Vázquez escogió este lugar porque lo conocía y porque desde hacía mucho tiempo se sabía que ese río era rico en oro de placer. Allí estableció el real de minas auríferas de ese nombre cuya explotación duró hasta 1589 produciendo grandes cantidades de oro y vivificando la economía de toda la región.
Vázquez encontró pocos indios en la zona próxima a Santa Fe, así como muy pobremente poblada la vertiente caribeña donde había fundado Concepción.
Toda esta zona había sido invadida en repetidas ocasiones por fuerzas españolas: Colón en 1502-1503, Lope de Olano y Diego de Nicuesa en 1510, Diego de Albítez hacia 1523, Felipe Gutiérrez en 1535, entre las más notables. Las fuentes sugieren que los indios de la zona se habían desplazado hacia el Este, uniéndose a la aguerrida etnia coclé. La falta de indios dificultaba la explotación de los minerales pues los conquistadores carecían de medios para comprar esclavos negros, entonces la mano de obra que en el país se utilizaba para la minería. No obstante, hombres de negocios de la capital, Nombre de Dios, e incluso de Acla, donde existía un viejo centro minero, sí poseían cuadrillas de esclavos o podían comprarlos, y se dispusieron a aprovechar la oportunidad, tratando de instalarse en los minerales veragüenses. La noticia causó alarma entre los conquistadores de Veragua, que amenazaron resistirse, impidiendo su desembarco en el mineral Concepción.
El gobernador Ruiz de Monjaraz, alegando que Natá, situada en el lado Pacífico, pertenecía a su jurisdicción, ordenó una expedición con soldados y mercaderes que llevaron sus cuadrillas de esclavos para dirigirse a las minas. Desembarcó en Natá y se encaminó a las montañas, pero fue detenido por las huestes de Vázquez a orillas del río Gatú. El choque se produjo el 4 de abril de 1559. La escaramuza duró poco, los invasores fueron derrotados y Ruiz de Monjaraz quedó prisionero. Fue un triunfo pírrico, pues, dado que para explotar las minas hacían falta esclavos, poco después los dueños de cuadrillas empezaron a llevarlos y las minas a producir, quedando casi todo el beneficio para ellos. De hecho fueron pocos los conquistadores que pudieron sacar provecho de estos lavaderos.
La mayor parte tuvo que contentarse con la esperanza de encontrar nuevos minerales en las campañas hacia el sur y el occidente, que de inmediato se organizaron, o con el escaso número de encomiendas que Vázquez pudo repartir.
Para reparar el incidente del río Gatú, Vázquez se había trasladado a Panamá, aprovechando la llegada del virrey conde de Nieva, quien como ya se mencionó, había nombrado a Bernardino de Romaní como juez delegado para dirimir este asunto. A Vázquez se le exculpó del incidente, ya que “lo ha hecho bien y cristianamente”, y el virrey dio órdenes para que su capitulación fuese respetada. De hecho, la capitulación real con los títulos para Vázquez nombrándole gobernador y capitán general de Veragua, se expedía en Toledo el 20 de agosto de 1560. Pero un mes antes, la noche del 4 de julio de 1560, Francisco Vázquez fallecía en Panamá.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Patronato, 150, doc. 14, Ramo No,14 pieza 1, Información hecha por el gobernador de Tierra Firme, Luis de Guzmán, sobre Francisco Vázquez a pedimento de su hijo Alonso Vázquez, gobernador de Veragua, Panamá, IX.1562; Patronato 150, doc. 14 Ramo 14, pieza 2, Información de los Méritos y Servicios de Francisco Vázquez, gobernador y capitán general de la provincia de Veragua y uno de los conquistadores contra los tiranos Contreras y poblador y fundador de tres ciudades en dha. prova. y descubridor de las minas della, Panamá, año 1565; Patronato 152, doc. 1 Ramo No. 1, Información habida por el Licdo. Juan Ruíz de Monjaraz gobernador de Tierra Firme sobre la resistencia que le hizo la gente de Francisco Vázquez capitán de la gente que estaba en la provincia de Veragua; Patronato 152, doc. 11, Ramo 1 Información del capitán Pedro de Matamoros, conquistador de Veragua, fundador de Concepción, Santa Fe, X.1575, Panamá, VI.VIII.1613; Patronato 151, doc. 5 Ramo No. 1, Probanza de los Méritos de Pedro González de Meceta, en la conquista de Veragua junto al general Francisco Vázquez, Panamá, 9.XI.1569; Panamá 29, Carta del gobernador de Veragua Juan López de Sequeira al rey, 12.VII.1603, con certificación de la conquista de Coclé, Panamá 29; Carta del gobernador de Veragua Pedro Godínez Osorio, Concepción, 3.IV.1575; Justicia 390, Juicio de Residencia tomada por Pedro Godínez Osorio al gobernador saliente Alonso Vaca, Concepción 12.I.1573; Panamá 100 y 45, Relación de los pueblos que tiene la provincia de Veragua [...] y de los vecinos que cada uno de ellos tiene así de los que son encomenderos como los que no lo son, el año pasado de 1604, con carta del obispo Antonio Calderón, Panamá, 29.VII.1606.
A. Castillero Calvo, Estructuras Económicas y Sociales de Veragua desde sus orígenes históricos, siglos XVI y XVIII,, Panamá, Editora Panamá, 1967, págs. 31-49; Fundación y Orígenes de Natá, Panamá, Instituto Panameño de Turismo, Impresora Panamá, 1972, págs. 39 y ss.; “Veraguas, conquista, encomiendas y reducciones”, en Conquista, Evangelización y Resistencia, Panamá, Instituto Nacional de Cultura, 1995, cap. VI, págs. 135-157; “Conquista y Colonización de Veragua, Siglos XVI-XVII”, en A. Castillero Calvo (ed.), Historia General de Panamá, vol. I, t. I, Bogotá, Comité Nacional del Centenario de la República de Panamá, 2004, págs. 146-150.
Alfredo Castillero Calvo