Sedó i Guichard, Luis Alfonso (Luis A. o Lluís A.). Madrid, 23.I.1873 – Barcelona, 13.XI.1952. Industrial, político, dirigente asociativo, financiero y abogado.
Era hijo de Antonio Sedó y Pamies, industrial, político, comerciante y abogado catalán, y de Victorina Guichard y Albernia. Nació en Madrid de modo accidental, en el contexto de la agitada vida que llevaron sus padres durante el Sexenio Revolucionario. Instalada la familia en Barcelona, realizó en esta ciudad sus estudios, licenciándose como su padre en Derecho, una carrera que le sirvió más de base para su actividad en el mundo político y asociativo que para el ejercicio profesional directo. Completó su formación en la escuela industrial de Ramón Batlle, pensando en su inserción en la colonia Sedó, el importante conjunto industrial textil dirigido por su padre en Esparreguera, que contaba con la energía hidráulica aportada por el canal industrial y presa del Cairat, en el río Llobregat.
Él y su hermano Arturo —con quien compartió parte de su actividad empresarial y asociativa— contrajeron matrimonio respectivamente con las hermanas Florentina y Dolores Peris y Guix, hijas de Francisco Peris Mencheta, fundador del periódico El Noticiero Universal, publicación con la que los Sedó estuvieron vinculados durante décadas. Tras la autorización para usar el apellido compuesto Peris-Mencheta, los numerosos hijos de ambos matrimonios representaron una promoción de hermanos y primos con los mismos apellidos de Sedó y Peris-Mencheta.
A pesar de que su padre era uno de los principales representantes en Cataluña del sector conservador de Romero Robledo y de que éste, siendo ministro de Ultramar en 1892, había otorgado al joven Luis Alfonso los honores de jefe superior de administración, en el momento de presentar su primera candidatura electoral para el Congreso, en 1899, aceptó las tesis regionalistas y el programa del general Polavieja.
Fue diputado en las Cortes de 1899-1901 por el distrito barcelonés de San Feliu de Llobregat, que previamente había representado su padre en varias ocasiones, mostrando ya su interés por la política económica y, en especial, por la defensa de soluciones proteccionistas en materia arancelaria.
Tras la defunción de su padre en 1902, pasó a dirigir el centro industrial de Esparreguera, que en esta nueva etapa adoptó el nombre de Luis A. Sedó en Comandita, auxiliado por sus hermanos Arturo y Martín.
Impulsó la obtención de energía hidroeléctrica a partir de la presa del Cairat e introdujo la fabricación de panas, que combinó con la habitual de tejidos de algodón. Intervino en otras sociedades industriales, como la empresa Patentes Casablancas (1913), después Hilaturas Casablancas (1915), creada para la comercialización internacional de un nuevo sistema de estirado de la fibra de algodón.
A partir de su dimensión industrial, intervino a fondo en el asociacionismo económico y en los organismos oficiales de política económica. En 1905 ocupó la presidencia de la Sección de Industria del Fomento del Trabajo Nacional, incorporándose a la dirección de la entidad. Desde este cargo, en 1906 elaboró un estudio para la revisión arancelaria de los hilados y tejidos de algodón y en el curso 1910- 1911 gestionó ante el ministro de Fomento la aprobación de la ley que permitía la formación de cámaras oficiales de Industria. Fue uno de los impulsores de la Mutua de Fabricantes de Tejidos, creada para abrir nuevos mercados a la exportación de la industria algodonera catalana tras la pérdida del mercado colonial. En febrero de 1911 pasó a presidir el Fomento, planteando una modernización completa de la corporación. Presidió el VII Congreso Internacional Algodonero, celebrado en Barcelona en 1911.
Vocal nato de la Junta de Aranceles y Valoraciones como presidente del Fomento, trabajó intensamente en su seno y ante Canalejas para dar una orientación proteccionista al nuevo arancel de aduanas de 1911.
En septiembre del mismo año fue nombrado presidente de la Comisión Protectora de la Industria Nacional, organismo regulador de la adquisición preferente por parte del Estado de productos nacionales, cargo que ejerció hasta julio de 1915, siendo vocal tras la reestructuración de la Comisión de 1917.
Trabajó para conseguir una ley de depósitos francos, aceptada por el Gobierno en forma de proyecto de ley en 1911, aunque no llegó a completar el trámite parlamentario.
Miembro de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona, con su división en 1912 —en aplicación de la ley que él había contribuido a definir— en una Cámara Oficial de Comercio y Navegación, de la que fue miembro destacado, y en una Cámara Oficial de Industria, fue el primer presidente de esta última, organizándola en su totalidad y ocupando el cargo en los períodos de 1911-1914 y 1918-1921, siendo nombrado años después presidente honorario. Al ejercer simultáneamente las presidencias de la Cámara y del Fomento, dimitió del cargo en este último, una dimisión cuya aceptación por parte de la entidad fue retrasada hasta noviembre de 1912. Al dejar de ser vocal nato de la Junta de Aranceles, fue nombrado vocal electivo, ejerciendo el cargo en los años siguientes.
En el mismo período fue miembro del Consejo Superior de la Producción y del Comercio Nacional, órgano consultivo de fomento de ambos sectores, y en 1918 fue impulsor y miembro del Comité Oficial Algodonero, organismo creado ante las dificultades para la importación de algodón producidas por la Primera Guerra Mundial. Fue uno de los promotores de la Comisión Mixta del Trabajo, establecida en Barcelona en 1919 como mediadora de los conflictos laborales.
Relanzó su carrera política en 1914, siendo senador por Barcelona, en la candidatura de la Lliga Regionalista, en cinco períodos de Cortes consecutivos: 1914- 1916, 1916-1918, 1918-1919, 1919-1920 y 1921- 1923 (ya no en las breves Cortes de 1923, anteriores al golpe de Primo de Rivera). Desplegó una gran actividad como senador, interviniendo en multitud de iniciativas parlamentarias de política económica y dirigiendo sucesivas interpelaciones al gobierno sobre su orientación en este ámbito, especialmente en política arancelaria, y también sobre la conflictividad social en Cataluña.
En 1921, siendo Cambó ministro de Hacienda y Maura presidente del Gobierno, fue nombrado gobernador del Banco de España (del 23 de agosto de 1921 al 14 de marzo de 1922). Desde esta posición, y en el contexto de la cercana caducidad del privilegio de emisión de billetes por parte del banco, trabajó a fondo en la Ley de Ordenación Bancaria de 29 de diciembre de 1921, que regulaba la emisión de billetes como banco público, pero que además ponía las bases para el desarrollo de la banca privada. En 1922 rechazó un nombramiento de vocal del recientemente creado Consejo Superior Ferroviario, mientras que en 1923 presidió la comisión oficial encargada de analizar la expansión comercial española hacia Marruecos.
Su opinión en los temas de política económica en los que tomó parte, quedó reflejada en la publicación de algunos de sus discursos y conferencias y también en las colaboraciones en la prensa económica, como el Diario del Comercio o Comercio, Industria y Seguros, a menudo con pseudónimo.
Su principal intervención en el ámbito financiero fue su vinculación al Banco Urquijo, entidad con una fuerte dimensión industrial. Fue miembro del consejo de administración del Banco Urquijo Catalán, desde su creación en 1919 hasta su absorción por el Banco Hispano Americano en 1944, siendo en los años treinta miembro del consejo del Banco Mercantil de Tarragona, participado por el Urquijo Catalán. Fue asimismo miembro del consejo del Banco Urquijo (el central español), desde su refundación de 1920-1921, hasta su propia defunción en 1952, siendo vicepresidente desde 1948.
A partir de 1923, con la Dictadura de Primo de Rivera, pero también en los períodos siguientes, su dimensión política y asociativa quedó en segundo término, centrando su actuación en los ámbitos industrial y financiero. En 1936 la empresa de Esparreguera se convirtió en sociedad anónima, con el nombre de Manufacturas Sedó, pasando él a ser su gerente. Durante la Guerra Civil pasó a la zona controlada por las autoridades franquistas, residiendo un tiempo en Sevilla. En los años siguientes al conflicto, la empresa alcanzó su máxima expansión, con centros en otras poblaciones de Cataluña y la incorporación de una producción en lana, seda y fibras artificiales.
Estuvo en posesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Su hijo, Alfredo Sedó y Peris-Mencheta, tuvo también una relevante actuación en los ámbitos industrial y político.
Obras de ~: Expansión comercial en Marruecos: conferencia leída por Luis Sedó en el Fomento del Trabajo Nacional la noche del 15 de marzo de 1909, Barcelona, Vda. D. Casanovas, 1909; Memoria leída por el Presidente D. Luis Sedó en la sesión de la Junta Directiva el 19 de Abril de 1911, Barcelona, Fomento del Trabajo Nacional, 1911; Actuación de las Corporaciones económicas en el problema de las aguas: conferencia pronunciada por el Excmo. Sr. D. Luis A. Sedó en el Salón de Actos de la Cámara de Comercio el día 29 de julio de 1912, Barcelona, Hijos D. Casanovas, 1912; “Conferència 1.ª (20 de març): Industrialització i Exportació”, en El pensament català davant del conflicte europeu: conferències dels parlamentaris regionalistes, Barcelona, Lliga Regionalista, 1915, págs. 1-42; L’acció privada en la vigorització de l’economia catalana, per Francesc Cambó, i La Llei d’indústries i la producció espanyola, per Lluís Sedó, Barcelona, Gremi de Viatjants i Corredors, 1917; Discurso pronunciado por el Excmo. Sr. Luis Sedó en la Cámara de Industria de Madrid, sobre el Museo Arancelario, Barcelona, J. Abadal, s/a.
Bibl.: G. Dorel-Ferré, Les colònies industrials a Catalunya: el cas de la Colònia Sedó, Barcelona, Ajuntament d’Esparreguera i Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1992; F. Cabana, Fàbriques i empresaris: els protagonistes de la revolució industrial a Catalunya, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 1992-1994.
Joan Palomas i Moncholí