Vidal Quadras y Ramón, Manuel. Maracaibo (Venezuela), 20.IV.1816 – Barcelona, 20.V.1894. Comerciante, banquero, coleccionista de monedas y medallas.
Hijo primogénito de los catalanes Manuel Vidal y Quadras (Sitges, 1793 – Barcelona, 27.VII.1861) y de Ana Ramón y Marques, los cuales habían contraído matrimonio el 20 de abril de 1816 en Maracaibo. La familia Vidal Quadras dedicada al comercio textil se mantuvo fiel a España y a las tropas realistas ante el asedio de las tropas insurgentes. La toma en 1821 de la ciudad portuaria venezolana significó exilio de la familia, que fue a asentarse a Santiago de Cuba. En esta ciudad crearon en 1833 la sociedad Vidal Quadras, que en dos décadas se convirtió en una de las dos únicas casas de comercio que actuaban como consignadores de buques y comerciantes banqueros, tras incorporar determinadas funciones financieras, a la vez que se adquirieron fincas urbanas y rústicas.
Mientras el progenitor, lejos de amedrentarse al haber huido de tierras venezolanas, junto a su hermano Alejo, fue a incrementar considerablemente su fortuna en tierras cubanas, ayudado por su hijo mayor, Manuel Vidal Quadras y Ramón, mientras los hermanos menores de éste, Alejo y Antonio eran enviados a estudiar a Barcelona, educación que ampliaron en Inglaterra. En 1836, Manuel Vidal Quadras y Ramón alcanzó la condición de socio de la familiar casa de comercio, cuya firma pasó a denominarse Vidal Hermanos e Hijo.
El 15 de julio de 1844, Manual Vidal-Quadras y Ramón contrajo matrimonio con la alemana Isabel Bauch Walter. Por aquel entonces, tanto su padre como su tío fueron abandonando la empresa y Alejo Vidal Quadras y Ramón regresó de Europa para ayudar a su hermano Manuel en la dirección de la empresa familiar en la Isla. El 2 de enero se produjo un nuevo cambio en la razón social, que pasó a denominarse Vidal Hermanos.
Tres años después, el 21 de abril de 1849, Manuel se embarcó con su mujer con el fin de instalarse en Barcelona. Su hermano Alejo, abandonó también Cuba en la primavera de 1850, para instalarse igualmente en la capital catalana, nuevo epicentro de sus negocios. Ambos hermanos, no obstante, llevaban madurando desde que adquirieron dos solares en 1840 que ocupaban la muralla del mar de la ciudad, donde en 1844 terminaron de levantar dos edificios que constituyó la sede de la Banca Vidal Quadras, que abrió sus puertas el 1 de enero de 1847. La firma Vidal Quadras, si bien mantuvo su actividad naviera y consignataria, se orientó sobre todo a la actividad financiera, especializándose en la negociación y descuento de efectos endosables, como letras de cambio y pagarés. En esta actividad figuraba la Casa de Banca Vidal Quadras Hermanos en 1848 en el décimo primer puesto en el rango de los principales operadores según el Banco de Barcelona, y, sólo doce años más tarde, en 1860, esta casa de banca se había situado en el primer lugar entre las empresas y particulares que operaban en el mercado barcelonés de efectos endosables y se encontraba entre las ocho principales empresas mercantiles y financieras de Barcelona. Diversificaron además sus intereses mercantiles con la participación en el negocio ferroviario y en la sociedad de Crédito Mercantil de la que López, futuro marqués de Comillas, fue el socio principal y los hermanos Vidal Quadras los segundos máximos accionistas. Sin embargo, Manuel Vidal-Quadras Ramón mostró siempre gran desinterés para asumir tareas directivas en empresas diferentes a su familiar casa de banca y, a diferencia de otros empresarios de la época como López o Girona, tampoco mostró interés por la vida política; por ello cuando en 1874, tras el golpe de estado de Pavía, el gobernador civil de la provincia designó a Manuel Vidal-Quadras Ramón para el cargo de diputado provincial, el banquero presentó un certificado médico que le exoneraba del cargo por razones de salud. Esta falta de interés contrasta sin embargo con su marcada afición por el coleccionismo numismático, que se había iniciado en Cuba con 16 años de edad.
Junto a algunas piezas arqueológicas de escasa relevancia, en parte hoy conservadas en el Museo Arqueológico de Barcelona, Vidal Quadras prestó un especial y muy temprano interés por el coleccionismo de monedas y medallas. Su monetario, iniciado en 1835 y continuamente acrecentado tras su definitiva instalación en Barcelona (1849) con adquisiciones en España y en el extranjero, llegó a tener catorce mil setecientos un ejemplares y fue considerado en su momento como una de las principales colecciones privadas de España, rivalizando incluso con la del Museo Arqueológico Nacional en algunas de sus series. Este es el caso de las doscientas treinta y dos monedas visigodas, una de las más importantes en su género. Las fallidas negociaciones entre sus herederos y el Ayuntamiento de Barcelona posibilitaron la venta de esta colección en París, donde fue adquirida por el comerciante numismático Émile Bourgey a principios del siglo XX y luego vendida por lotes (moneda romana —1913—, monedas y medallas papales —1914—).
No obstante, una pequeña parte de su monetario, doscientas cuarenta monedas y cuarenta y siete cartones, ingresó ya entrado el siglo XX en el Gabinete Numismático de Cataluña (1932) procedente del Museo Provincial de Antigüedades de Barcelona.
Al igual que otros importantes monetarios privados de la época, como los de Eduardo Sánchez de la Cotera y Rafael Cervera, el de Vidal Quadras aparece repetidamente citado en corpora y estudios numismáticos del siglo XIX como los de Celestino Pujol y Camps, Antonio Delgado y Arturo Pedrals y Moliné.
Este último, impulsor del Memorial Numismático Español (1866-1880) junto con Álvaro Campaner y Fuertes, es asimismo responsable de la edición del catálogo de su colección de monedas y medallas redactado por su dueño.
Al comienzo de la década de 1880, la casa banca de los Vidal Quadras era la segunda en importancia del conjunto de banqueros o comerciantes-banqueros de la capital catalana, sólo superados por el Crédito Industrial Fabril y Maercantil, participado por más de trescientos socios comanditarios. Es más, la crisis financiera que se desató a partir de 1882 afectó a la Banca Vidal Quadras en forma de reducción de sus ganancias, pero no en forma de pérdidas y cuando Manuel Vidal-Quadras y Ramón falleció el domingo 20 de mayo de 1894, durante la última década de su vida sólo había obtenido pérdidas durante los ejercicios de 1885, 1886 y 1888. Falleció sin descendencia y su hermano Alejo, único socio superviviente, aprovechó la coyuntura para retirarse completamente de la casa de banca, que dejó en manos de sus tres hijos Alejo, Carlos y Luis Vidal-Quadras Villavecchia. Se daba así paso a una tercera generación que, 16 años después de asumir la dirección de una casa de banca que arrastraba medio siglo de historia, decidieron disolverla en junta de accionistas celebrada el 8 de agosto de 1912 y traspasar el negocio al Banco de Barcelona por medio millón de pesetas. Alejo Vidal-Quadras y Ramón fue testigo de esta desaparición a la que abocaron sus hijos la entidad financiera a la había dedicado su vida, pues falleció dos años más tarde, el 7 de marzo de 1914.
Obras de ~: Compendio del Catálogo de la Colección de monedas y medallas de D. Manuel Vidal Quadras y Ramón de Barcelona, Barcelona, 1888; Catálogo de la Colección de Monedas y Medallas de Manuel Vidal Quadras y Ramón, de Barcelona, ed. de A. Pedrals y Moliné, Barcelona, A. López Robert, 1892, 4 ts. [prefacio de Arturo Pedrals y Moliné págs. V-VII, e introducción de Leandro Villaronga a la reedición de Barcelona de 1975].
Bibl.: A. Elías de Molins, Catálogo del Museo Provincial de Antigüedades de Barcelona, Barcelona, 1888, pág. 462; E. Bourgey, Une vieille et célèbre collection, Paris, 4-5-11.1913/ 16- 18.12.1914; ID. Monnaies des papes, Paris 15-16.6.1914 (= F. Lugt, Répertoire des catalogues de ventes publiques: intéressant l’art ou la curiosité, tableaux, dessins, estampes, miniatures, sculptures, bronzes, émaux, vitraux, tapisseries, céramiques, objets d’art, meubles, antiquités, monnaies médailles ..., v. 4: 1901-1925, La Haye, 1987); G. F. Hill, Notes on the ancient coinage of Hispania citerior, New York, American Numismatic Society, 1931, pág. 5; J. M.ª Tallada Paulí, Barcelona económica y financiera en el siglo XIX, Barcelona, Dalmau, 1944; G. C. Miles, The coinage of the Visigoths of Spain. Leovigild to Achilla II, New York, 1952, págs. 18-19; F. Cabana, Història del Banc de Barcelona (1844-1922), Barcelona, Edicions 62, 1978; T. R. Volk, “Coin-collecting and the institutionalisation of Spanish numismatics 1855-1936 (La democracia de los coleccionistas son los de monedas)”, en G. Mora y M. Díaz -Andreu (eds.), La cristalización del pasado: Génesis y desarrollo del marco institucional de la Arqueología en España, Málaga, 1997, págs. 180-181; Ll. Castañeda, Esplendor y ocaso del mercado de letras de cambio en la Barcelona del siglo XIX, tesis doctoral, Florencia, Instituto Universitario Europeo, 2001; Ll. Castañeda y M. Rodrigo, “Los Vidal Quadras, familia y negocios (1833-1871)”, en Quaderns d’Història (Barcelona), n.º 11 (2005); M. Rodrigo y Alharilla, “Una saga de banqueros: la familia Vidal-Quadras”, en Historia social (UNED, Valencia), n.º 64, págs. 99-119.
Bartolomé Mora Serrano