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Miguel Buenaventura Berenguer de Vallés Orlandis de Berga y Orlandis

Biografía

Vallés Orlandis de Berga y Orlandis, Miguel Buenaventura Berenguer de. Marqués de Sollerich (I). Palma de Mallorca (Islas Baleares), 14.VII.1723 – 1.V.1790. Ilustrado, regidor, reconquistador, gentilhombre de cámara.

El I marqués de Sollerich había nacido en Palma de Mallorca, sus padres fueron Marcos Reus de Sollerich- Vallés y de Berga (número VII) y Clara Orlandis y Orlandis. Fue Miguel-Buenaventura-Berenguer de Vallés y Orlandis Reus de Sollerich el VIII señor jurisdiccional del antiguo feudo de la Galera de Felanitx, y de todos los mayorazgos de Vallés, Reus de Sollerich, Berga de Sala, Salas, Canals, Font-Montornés, Maxella, Cifré de Galiana, Fuster, Valero de Tornamira y de Sadava y regidor perpetuo preeminente del antiguo Ayuntamiento de Palma.

Casó el 4 de mayo de 1757 con Magdalena Gual y del Barco, hija del teniente general Gregorio Gual y Pueyo y de Benita del Barco y Flórez.

Continuó Sollerich los servicios de su padre, dando un gran impulso a la agricultura en Mallorca, pues, favorecido por sus luces nada vulgares y con el auxilio de sus cuantiosas rentas, proporcionó ventajas reales y sólidas a la isla de Mallorca, dando trabajo y manteniendo a sus expensas a centenares de gentes pobres e instruyendo en la agricultura a muchos cosecheros y alentándoles en el perfeccionamiento de tan importante ramo.

Además de ser nombrado presidente de la Real Junta de Construcción de Caminos de la isla, en aquella época en que gran número de piratas argelinos surcaban los mares y devastaban las comarcas en que hacían las incursiones, se decidió Sollerich a armar a sus costas el mejor jabeque en corso para darles alcance, lo que se consiguió efectuando muchas y riquísimas presas y libertando a infinidad de cautivos.

Por todo ello fue agraciado por el rey Carlos III con el hábito de Alcántara y los títulos de vizconde de Almadrá y marqués de Sollerich, según Real Despacho dado en San Ildefonso a 31 de julio de 1770, “en atención —dice el Reya la calidad y lustre de vuestra Casa y servicios de vuestros Mayores”. Procuró no obstante el marqués de Sollerich corresponder a las mercedes recibidas multiplicando sus servicios a la patria y afirmando su adhesión al Rey. Pero nada igual al celo, actividad y prudencia (en palabras de José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca en su conocida carta al rey Carlos, fechada en El Escorial el 10 de octubre de 1782) desplegados por el marqués de Sollerich, que dieron por resultado la recuperación de Menorca a los ingleses. Remuneró el Monarca este glorioso servicio concediéndole los honores y tratamiento de Grande de España, con Real Cédula fechada en Aranjuez el 16 de julio de 1783, “por los servicios —dice el Reyque me habéis hecho en varios asuntos y señaladamente en las preparaciones y disposiciones para la empresa, expedición y entera conquista de la Isla de Menorca”. Siendo de esta manera el primer noble mallorquín elevado a la Grandeza de España.

Fue también gentilhombre de cámara de Rey y llegó a poseer la absoluta real confianza, hasta el punto de que los nombramientos de regidores perpetuos de Palma, de prerrogativa exclusivamente del Soberano, no los hacía sin previa consulta con el marqués de Sollerich, según lo atestiguan cartas autógrafas de Floridablanca.

Murió en su ciudad natal el 1 de mayo de 1790, y fue sepultado en la capilla del Sagrario del Real Convento de Santo Domingo. No dejó sucesión, pues le premurió un hijo único que había nacido de su enlace con Magdalena Gual, por cuyo motivo heredó su casa, títulos, caballerías y mayorazgos su sobrino Pedro Juan Morell de Pastoritx y de Vallés.

Como personaje ilustrado de su época había sido un miembro entusiasta y constante de la Real Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País, institución que le debe muchas obras de economía política, así como grandes donativos para la adquisición de otras. Propagó además la afición y el gusto a la ciencia y a las artes, mostrado de día en día nuevos rasgos de su ingenio esclarecido, que hacen honor a su nombre. Así al I marqués de Sollerich se debe la construcción del palacio conocido como Can Sollerich o Can Morell, situado en el céntrico paseo del Borne de Palma de Mallorca, sabia combinación de la tradición arquitectónica mallorquina y de la influencia del barroco francés, cuya decoración (de la que es representativa los frescos que adornan su fachada principal) fue llevada a cabo por el artista italiano Antonio Soldati. Tiene un bellísimo patio de clásico estilo mallorquín al que se accede por la parte posterior del edificio. En 1931, Can Sollerich fue declarada monumento histórico artístico, y en 1975 fue adquirida por el Ayuntamiento a la familia Morell Rovira, descendiente por línea primogénita de Pedro Juan Morell de Pastoritx y de Vallés, caballero de la Orden de Calatrava (1752), sobrino carnal y heredero del I marqués, como se ha dicho. Aunque la compraventa se llevó a cabo con la idea de que la casa quedara como tal, motivo por el cual los vendedores dejaron la parte más importante del mobiliario en su interior, el Ayuntamiento desmontó íntegramente los salones y principales estancias para instalar un museo de arte contemporáneo, aunque ninguna colección de estas características ha sustituido de manera estable el contenido primitivo del edificio.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Municipal de Palma de Mallorca, Archivo Morell.

J. Ramis de Aireflor y Sureda, Alistamiento Noble de Mallorca del año 1762, Palma de Mallorca, 1911, págs. 231-234 (ed. facs., Madrid, E y P Libros, 1999); F. Fernández de Béthencourt, “Morell”, en Anuario de la Nobleza de España (Madrid), n.º 3 (1911-1912), pág. 506.

 

Jorge Valverde Fraikin