Román y Ruiz-Dávila, José. ?, 13.II.1833 – Madrid, 24.X.1891. Militar, coronel de Ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros del Ejército en Guadalajara el 1 de septiembre de 1849, saliendo de la misma con el grado de teniente, después de realizar los estudios reglamentarios, el 14 de septiembre de 1854. Era destinado al entonces único Regimiento del Arma, el Regimiento de Zapadores-Minadores, donde prestó el servicio de guarnición en Madrid. En mayo de 1855, salió con su batallón a operaciones, hallándose con su compañía en la acción de Pardos (provincia de Guadalajara), en la que fue derrotada la facción carlista de Marco de Bello. Su comportamiento en este hecho de armas le hizo merecedor del grado de capitán, que le fue concedido con la fecha de la acción (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas distintas: una, la del Ejército, grado o Infantería, por elección, y otra en el Cuerpo, por antigüedad). Un año después participó en la represión de los sucesos revolucionarios de Madrid (final del “Bienio progresista”), lo que le valdría por su valor la concesión de la Cruz de San Fernando de 1ª Clase. Pasó posteriormente a la Dirección General del Cuerpo, en donde desempeñó diferentes cargos y comisiones: en el detall general, en el archivo y talleres y en la secretaría de la Junta Superior Facultativa del Cuerpo.
El 4 de septiembre de 1860 ascendió por antigüedad a capitán de Ingenieros y a comandante de Infantería por real orden de 5 de septiembre de 1864, por gracia especial y premio a sus buenos servicios. En ese año contrajo matrimonio con Vicenta Román y Blake. El 22 de junio de 1866 se produjo en Madrid la sublevación del cuartel de Artillería de San Gil, permaneciendo en su puesto en la Dirección General y a las órdenes del general subsecretario de la Guerra.
Por real orden de 9 de febrero de 1868 fue nombrado secretario del Cuarto militar de S.M. el Rey Francisco de Asís, cuyo cargo llevaba consigo los mismos honores, prerrogativas y consideraciones que gozaban entonces los ayudantes del rey. Como consecuencia de los sucesos políticos de septiembre de ese año de 1868 (la revolución llamada “la Gloriosa” que obligaba a exiliarse a Isabel II) cesaba en el cargo, siendo destinado a su antigua compañía del primer Regimiento de Ingenieros (el n.º 1, ya que, en 1860 se había creado el 2º del Arma).
En diciembre del 1868, quedó como supernumerario sin sueldo a petición propia, para dedicarse a trabajos particulares de ferrocarriles. En el mes de febrero del año siguiente volvió al servicio del Cuerpo, quedando excedente; fue destinado luego al distrito de Castilla la Vieja, de donde pasaba de nuevo al primer Regimiento de Ingenieros, y en junio de 1870 al segundo Regimiento. Desde Barcelona, donde se hallaba con su compañía, en 1871 era destinado a Canarias, encargándose a partir del 7 de junio de aquel año del detall de la comandancia de Santa Cruz de Tenerife y secretaría de la Subinspección. Vuelto a la Península, participó en las operaciones contra la sublevación republicana (cantonal) de Cádiz, en agosto de 1873.
El 18 de mayo de 1874 ascendió a comandante del Cuerpo por antigüedad, obteniendo en propiedad el mando de la comandancia de Ingenieros de la citada plaza de Santa Cruz de Tenerife. En 1875 se hallaba en Madrid con licencia, cuando fue destinado para auxiliar los trabajos de la sección de “Guerra y Marina del Consejo de Estado”. En este alto centro obtuvo el grado de coronel del Ejército por sus trabajos extraordinarios en Canarias el año 1873, al habilitar locales para alojar los prisioneros carlistas, allí confinados.
El 17 de febrero de 1877 ascendió a teniente coronel de Ingenieros por antigüedad, siguiendo en su mismo destino, el Consejo de Estado. Se le concedió el empleo de coronel del Ejército el año 1880 (eran distintas escalas la de grado y la de empleo efectivo en el Ejército) como premio al mérito y distinguidos servicios. Así continuó hasta el 13 de junio de 1885, en que ascendió a coronel de Ingenieros por antigüedad, cesando en el Consejo de Estado. Se le destinaba a continuación como vocal representante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, en la Junta consultiva de Torpedos, a cargo en España del ministerio de Marina. Este cargo le obligó a pasar a Cartagena en enero de 1886, donde dicha Junta estaba instalada.
En 1887 pasó a la Dirección de Comunicaciones Militares como 2.° jefe de la misma; en 1889 se le confió de real orden (13 de febrero) el mando de las reservas especiales de las tropas de Ingenieros, desempeñando a la vez ambos cargos. También ejercería como presidente de la junta encargada de verificar las “experiencias comparativas entre las corrientes eléctricas continuas e intermitentes (alternas), con el fin de deducir cuáles eran las más convenientes para los usos militares”. Finalmente, también ejerció el cargo de presidente de la junta encargada de redactar el reglamento que debía determinar las funciones que, en caso de guerra, habían de desempeñar los jefes y oficiales de las reservas del Cuerpo de Ingenieros, y otras varias importantes. Con motivo de las reformas y de la nueva organización del ministerio de la Guerra y supresión de las direcciones generales, pasó a la 1.ª sección de la 4.ª dirección del ministerio a finales del año 1889.
En 1890 estaba en la Inspección General del Arma como jefe de la segunda sección, que era responsable de las Comunicaciones Militares y del mando de las Reservas.
Además de la Cruz de 1.ª clase de San Fernando, estaba en posesión de la Cruz de 2.ª clase del Mérito Militar destinada a premiar servicios especiales, la Cruz de la Real Orden de Carlos III y la Cruz y Placa de San Hermenegildo.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exp. personal.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1850-1892; L. de Castro Díaz, “Necrología. El coronel de Ingenieros D. José Román y Ruiz-Dávila”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 9, 1 (1892), págs. 21-23; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), 63-66 (2001 y 2002).
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño