Paz y de Quevedo, Francisco. Madrid. 1825 – ?, f. s. XIX. Militar, brigadier de Ingenieros.
Ingresó en el servicio el 1 de septiembre de 1843 y en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1845, saliendo de la misma como teniente el 9 de julio de 1849, después de completar los estudios reglamentarios. Su primer destino fue el entonces único Regimiento del Arma, el Regimiento de Zapadores-Minadores, donde estuvo hasta 1850. En ese año se le destinaba a la Dirección Subinspección de Ingenieros de isla de Cuba, como capitán de Ingenieros de Ultramar (al ser destinados a ultramar, recibían el grado inmediato superior, que perdían al volver a la Península). En la isla caribeña realizaba numerosas obras facultativas, permaneciendo en la misma hasta 1857, año en el que volvía al Regimiento de Zapadores, su primer destino. Durante su estancia en Cuba, era premiado con el grado de comandante del Ejército, el 20 de julio de 1854 (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas, una, en la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad) y a capitán de Ingenieros el 15 de agosto de 1856.
De vuelta a la Península, con su unidad, Paz y Quevedo concurría a la Guerra de África (1859-60) donde ganaba la Cruz de San Fernando de 1ª clase, por las acciones de los días 15, 17, 20, 22 y 25 de diciembre de 1859, ocurridas en el frente del campamento de la Concepción en el camino de Ceuta a Tetuán, en la zona de los Castillejos.
Estuvo destinado posteriormente en la Comisión de Límites de Melilla en dos ocasiones. En efecto, para la firma del Acta de Demarcación de los Nuevos Límites de la Plaza de Melilla, y su Campo Neutral: “S. M. la Reina de España y S. M. el Rey de Marruecos han nombrado sus comisionados al efecto: Su Majestad Católica a … y a Don Francisco de Paz y Quevedo, Caballero de la Real y Militar Orden de San Fernando, Comandante de Infantería y Capitán del cuerpo de Ingenieros…”.
En 1862 estaba destinado en la Dirección-Subinspección de Castilla la Nueva, y de
Con fecha de 21 de septiembre de 1875 ascendía Coronel de Ingenieros, siendo destinado a Aragón como jefe de la Comandancia del Cuerpo en Zaragoza y jefe del Parque de Campaña. Con arreglo a su cargo y respecto al Palacio de la Aljafería de la capital aragonesa, el 25 de junio de 1877 examinaba el Plano de la Aljafería y terreno exterior perteneciente al ramo de Guerra y contiguo de propiedad particular; el 24 de febrero de 1878, la Memoria del Proyecto de armeros para la sala de armas de la Aljafería, formada por Carlos Vilá; el 25 de febrero de 1878, el proyecto de pararrayos para la Aljafería, formado por Mariano Buelta, y finalmente, el 7 de marzo de 1878, el Anteproyecto de un Parque de Artillería de primera clase, formado por el mismo ingeniero militar.
De 1878 a 1885 estuvo como director de la Academia de Ingenieros de Guadalajara. El 2 de febrero del último año citado, era promovido a brigadier de Ingenieros y designado director-subinspector del Cuerpo de Ingenieros, sucesivamente, de Extremadura, Aragón, y finalmente de Valencia, donde pasaba a la Sección de Reserva del Estado Mayor General, por un R. D. de 9 de diciembre de 1891.
Además de la Cruz de San Fernando ya citada, estaba en posesión de la Gran Cruz de San Hermenegildo, de la Medalla de África y de dos cruces del Mérito Militar blancas. Era, además, Caballero de la Orden de Isabel la Católica.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1849-1892; J. Almirante, Madrid, Bibliografía Militar de España, 1876; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.º 63-66 (2001 y 2002); P. I. Sobradiel, La Aljafería, 1800–1900, Las Claves para su recuperación, Zaragoza, Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, Zaragoza, 2009; J. J. Aranda, “Yo también quiero que Mohamed VI pida perdón a Felipe VI (3ª)”, en Melilla Hoy, 22 de octubre de 2014 [en línea], disponible en https://www.melillahoy.es/noticia/39859/opinion/yo-tambien-quiero-que-mohamed-vi-pida-perdon-a-felipe-vi-3.html.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
