Navarro y Ascarza, Miguel. ?, 6.XII.1827 – Granada, 2.XII.1911. Militar, general de división, procedente de Ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1843, de donde salió como teniente el 1 de octubre de 1847, después de terminar los estudios reglamentarios, con destino al entonces único Regimiento de Ingenieros. Formó parte de la expedición a Italia (mayo de 1849 a principios del siguiente año), organizada para la devolución al papa de los Estados Pontificios, a las órdenes del general Córdova. Pasaba después por diversas subinspecciones del Cuerpo de Ingenieros en Andalucía, donde realizaba diversos trabajos facultativos en Ayamonte, Granada y el Peñón de Alhucemas. En ese ámbito, en 1854 Navarro y Ascarza señalaba que la Batería de Regla, situada a levante de Chipiona, ante el convento e iglesia de la imagen de dicha advocación, había desaparecido destruida por el tiempo. De igual forma, firmaba el 20 de septiembre de 1854 la memoria de un proyecto de batería a construir en la Punta de Mal Andar, frente a Sanlúcar de Barrameda. Era un edificio de notable fortaleza, que no llegó a construirse. Esta fortificación, proyectada en la orilla de Almonte (Huelva), en la desembocadura del Guadalquivir, debía de cruzar el fuego de su artillería con la de los castillos del Espíritu Santo y de Bonanza.
El 20 de julio de 1854 se le concedía el grado de capitán del Ejército, por su heroica actuación en la represión de los sucesos revolucionarios ocurridos el día 7 de mayo en Madrid.
En 1857, los ingenieros Miguel Navarro, Emilio Herrera y Juan de Arrambide realizaban una serie de planos de fuertes y las baterías para la defensa del Reino de Granada, firmados en Granada el 31 de mayo del citado año.
En 1859 tomó parte con el Regimiento de Ingenieros, en el que estaba destinado (el 9 de febrero de 1855 había sido promovido a capitán del Cuerpo), en la Guerra de África (1859-1860). En el transcurso de la misma, era recompensado por su valor, con la Cruz de San Fernando de 1ª Clase, sencilla, por la acción del reducto de “Isabel II”, el 25 de noviembre de
Navarro, durante su estancia por destino en Melilla, proyectó una línea de fuertes en el campo fronterizo, formando parte de un plan de defensa de la citada plaza. La tipología elegida para diseñar una serie de pequeñas torres, en sus proyectos de 1860 y 1864, era la del modelo de torres denominadas a la martello, que ofrecían capacidad para artillería y fusil. Este tipo de fortificación se denomina “neomedieval”, apropiada para la defensa de posibles ataques de fuerzas desprovistas de artillería.
El 16 de febrero de 1871 era promovido a teniente coronel de Ingenieros. Participaba más tarde, en la campaña del Norte (3ª Guerra Carlista) donde obtuvo por méritos de guerra el ascenso al empleo de coronel del Ejército, operando posteriormente en Despeñaperros y sitio de Cartagena (en el marco de la Guerra Cantonal), Vascongadas y Navarra.
Al ascender a coronel del Cuerpo el 2 de agosto de 1874, ejerció el cargo de comandante de Ingenieros del 2º Ejército del Norte, después el de jefe de las Subinspecciones de Galicia, Granada y Ceuta y finalmente el mando del Regimiento de Ingenieros Nº 3, Montado, recién organizado.
Promovido a brigadier el 12 de abril de 1882, fue nombrado comandante general de Canarias y más tarde de Navarra. Era ascendido a general de división al pasar a la reserva del Estado Mayor General en 1893.
Además de la Cruz de San Fernando ya citada, estaba en posesión, entre otras condecoraciones de la Gran Cruz de San Hermenegildo, dos cruces al Mérito Militar rojas y dos blancas, era Caballero de las órdenes de Carlos III y de Isabel la Católica y medallas de la expedición a Italia, de la Guerra Civil (III Carlista), de África y de Alfonso XII.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exp. personal.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1847-1893; “Necrologías”, en Memorial de Ingenieros (1912); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Imprenta del Ministerio de Defensa, 1993, 2 ts.; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63-66 (2001 y 2002); A. Bravo Nieto, “Las nuevas Fronteras españolas del siglo XIX: la arquitectura de los fuertes neomedievales de Ceuta y Melilla”, en Actas de las I Jornadas de estudio sobre Fortificaciones organizadas por la Fundación Foro del Estrecho y Memoria Arqueológica del hallazgo de la Puerta Califal de Ceuta, Ceuta, 2004, págs. 119-154; A. Bravo Nieto, “Fortificaciones y Arquitectura Militar de las Islas Chafarinas durante el siglo XIX”, en Aldaba: revista del Centro Asociado a la UNED de Melilla, 37 (2013), págs. 221-262; A. Gil Albarracín, “Destrucción y reconstrucción del dispositivo defensivo en el litoral andaluz durante la primera mitad del siglo XIX”, conferencia en Progreso y evolución de las armas, fortificaciones y buques de guerra, durante el siglo XIX (desde la guerra de la independencia al reinado de Alfonso XII) [en línea], disponible en http://www.aforca.org/jornadas/pon06_12.doc.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
