Parra Dueñas, Agustín. Parrita. Madrid, 5.V.1924 – 6.VI.1994. Torero.
Miembro de una amplia familia de toreros en la que ha habido matadores de toros, picadores y banderilleros de mucho renombre. Su padre, Bartolomé, fue banderillero y su tío Ángel, picador. Tres hijos de Ángel también fueron toreros: Luis, matador de toros y luego banderillero, y Ángel y Emilio, picadores. En los carteles todos ellos utilizaron el sobrenombre de Parrita. También éste fue el apodo del hijo de Agustín Parra, matador de toros del mismo nombre, fruto de su matrimonio con Encarnación Vargas Molina, sobrina carnal de Manuel Rodríguez Manolete y descendiente de Rafael Molina Lagartijo.
La presencia de Ángel Parra en la cuadrilla de Manolete sin duda influyó en que su sobrino Agustín Parra Parrita aprendiera sus primeras lecciones junto al diestro cordobés, al que de chaval acompañaba a numerosas tientas. De luces toreó por primera vez el 9 de agosto de 1942, en Algeciras. Debutó en Madrid el 13 de julio de 1944, junto a Luis Miguel Dominguín y Rafael Martín Vázquez. “Era la época del apogeo de Manolete —dice Cossío—, y Parrita supo penetrar en los resortes de su estilo y de su técnica antes que ninguno”. Gustó Parrita en Las Ventas, plaza en la que repitió en tres ocasiones más. Tras realizar una completa campaña como novillero, tomó la alternativa en Valencia el 9 de mayo de 1945. Manolete le cedió el toro Cidro, de Galache, en presencia de Carlos Arruza. Ese festejo ha quedado en la historia de la plaza de Valencia, pues entre los tres matadores se repartieron un total de doce orejas, seis rabos y tres patas.
Manolete siguió estando muy presente en el comienzo de la carrera de Parrita como matador de toros.
Con Manuel Benítez el Cordobés compartió cartel en Barcelona los días 17 y 20 de ese mismo mes y año (la primera tarde con Arruza y la segunda con Domingo Ortega), y también el día 30, en su confirmación de alternativa en Madrid. En esta ocasión, el mexicano Fermín Espinosa Armillita ejerció de padrino de la ceremonia, y Domingo Ortega y Manolete de testigos. El toro se llamó Sombrerero y pertenecía al hierro de Galache. Y aún hubo dos actuaciones más con Manolete en esas mismas fechas: el día 31 en Toledo, con Arruza ocupando la segunda plaza del cartel, y en Granada, el día 1 de junio, corrida en la que Parrita resultó herido grave.
Toreó mucho en los años siguientes, generalmente arropado por Manolete. La temporada 1947, la de la muerte en Linares de Manuel Rodríguez, fue la más importante de su carrera, pues de ahí en adelante su número de actuaciones comenzó a descender lentamente, quizá derivado del grave percance que sufrió en Requena (Valencia) el 31 de agosto de 1949. Y gravísima fue también la cornada que en el pecho le infirió un toro de Pimentel Gamazo, el 11 de septiembre de 1950, en El Espinar (Segovia). Un par de meses antes, el 15 de junio, Parrita había cortados dos orejas en la corrida de la Beneficencia celebrada en Madrid, tras torear por naturales de rodillas. Antes y después de ese festejo, esa suerte del toreo se hizo característica en su repertorio.
Tras el percance de El Espinar ya no toreó más ese año 1950, y sólo pudo reaparecer a finales de la temporada siguiente, campaña en la que únicamente toreó dos corridas. Veinticuatro paseíllos hizo en 1952, siendo el último de su vida profesional el que realizó en Barcelona el 28 de septiembre de ese año.
Según Abella, “a Parrita no se le hizo entonces, ni ahora, justicia. La poderosa sombra de Manolete ocupaba demasiado espacio para que un torero inspirado en sus mismos principios destacara, y sin embargo Agustín Parra defendió su puesto con coraje, y ahí están si no sus múltiples éxitos en Madrid”.
Bibl.: J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, vol. IV, Madrid, Espasa Calpe, 1961, págs. 631-633; F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; F. Narbona, Manolete, 50 años de su alternativa, Madrid, Espasa Calpe, 1989; J. L Suárez-Guanes, Madrid- Cátedra del toreo (1931-1990), Madrid, Espasa Calpe, 1990; C. Abella, Historia del toreo, vol. II, Madrid, Alianza Editorial, 1992, págs. 176-178; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.); J. L. Ramón, Todas las suertes por sus maestros, Madrid, Espasa Calpe, 1998.
José Luis Ramón Carrión
