Mazquiarán Torróntegui, Diego. Fortuna. Sestao (Vizcaya), 19-20.II.1895 – Lima (Perú), 10.V.1940. Torero.
Pronto abandonó Fortuna su primer trabajo de aprendiz de fundidor en los Altos Hornos para comenzar su peregrinaje por las capeas del País Vasco, Navarra y, más adelante, de Salamanca. Pronto también se marchó a vivir a Sevilla, con la intención de proseguir allí su aprendizaje como torero. En esa ciudad andaluza trabajó como repartidor de una tahona, la misma que servía el pan a la taurina familia de los Gallo. “No hay que decir —explica José María de Cossío— que en la visita diaria Diego procuró hacer saber a sus taurinos parroquianos su vocación y sus aspiraciones, naciendo de aquí una simpatía y una amistad que bien puede decirse que no se extinguió, y los Gallos procuraron, cuando Diego lo necesitó, ayudar al bilbaíno”.
Diego Mazquiarán debía su apodo a que salvó la vida al ser arrollado por un tren en la estación de Valladolid, junto a un compañero que falleció en el accidente.
Otros amigos también aprendices de torero comentaron la buena suerte de Diego, y con el sobrenombre de Fortuna se quedó.
Aparte de las capeas anteriores, toreó por primera vez en público el 22 de septiembre de 1912, en la plaza de Indaucho de Bilbao. El 17 de mayo de 1914 actuó en el entonces pueblo de Tetuán de las Victorias, a las afueras de Madrid, alternando con Remigio Frutos Algeteño, Pascual Bueno y José Mejías Bienvenida (hermano del Papa Negro), con novillos de Vicente Cortés y Rufo Serrano. Según Don Justo en la revista El Ruedo, Fortuna “estaba apadrinado por don Victoriano Santisteban, fogoso aficionado de la época de Joselito y Belmonte, partidario entusiasta del toreo sin trampa ni cartón, de gran autoridad y popularísimo en los medios taurinos de aquellos tiempos.
Cumplieron Algeteño y Bueno, no pasando de regular Bienvenida. Fortuna armó un alboroto en todos los momentos de la lidia de sus dos novillos, escuchó sendas ovaciones, hubo oreja y salida triunfal. Repitió Fortuna con éxito en la siguiente novillada —25 de mayo—, con reses de Cobaleda, acompañándole Minerito y Cantarito”.
Tras esos éxitos en la plaza de Tetuán de las Victorias, fue contratado en los otros dos cosos madrileños, el de Vista Alegre (en Carabanchel Bajo) y el de la carretera de Aragón (cerca de la calle Goya). En Vista Alegre debutó el 14 de junio, con novillos de Cobaleda y alternando con Antonio Sánchez y Antonio Calvache (luego gran fotógrafo y cineasta); repitió en esa plaza el 28 de junio (cortó una oreja) y el 5 de julio. Finalmente, debutó en la principal plaza de Madrid el 2 de agosto, acartelado con Pedro Carranza Algabeño II y Alejandro Sáez Ale, con novillos de Eduardo Oleda. La trayectoria de Fortuna en las tres plazas de Madrid ilustra a la perfección qué pasos debían seguir entonces los toreros modestos, “ascendiendo” de plaza en plaza hasta llegar a la carretera de Aragón. Ese mismo año 1914 tuvo un gran éxito en Barcelona, que le reportó seis contratos más en ese mismo coso.
En 1915 y 1916 Fortuna se convirtió en el novillero de moda, hasta tomar la alternativa el 17 de septiembre de ese último año en Madrid. Rafael El Gallo le cedió el toro Podenquero de Benjumea, en presencia de Alfonso Cela Celita. En 1917 toreó cincuenta y una corridas, perdió nueve debido a una lesión que sufrió el 6 de septiembre en Huelva (ese día alternaba con Gallito y Belmonte) y otras seis más por diversas causas. Al año siguiente toreó de nuevo cincuenta y una corridas, y de nuevo perdió varias por percances.
Diversos problemas y enfermedades le impidieron mantener el ritmo de actuaciones en los años siguientes, si bien el 26 de septiembre de 1920 tuvo un gran éxito en Madrid, al cortar dos orejas a un toro del marqués de Llen. Según Cossío, las temporadas de 1921 (el 5 de mayo sufrió una cornada gravísima en Madrid) y 1922 fueron de las mejores de su carrera; a partir de ahí, comenzó su declive como torero. El 23 de enero de 1928 fue protagonista de un suceso extraordinario, por el que fue galardonado con la Cruz de Beneficencia: en la Gran Vía toreó con su abrigo y mató de una estocada (que le habían llevado desde su casa, que se encontraba relativamente cercana) a un toro escapado del Matadero Municipal y que había estado desmandado durante toda la mañana por Madrid, sembrando el pánico e hiriendo a varias personas.
El 17 de junio de 1931 tuvo el honor de inaugurar la plaza de Las Ventas, en un festejo de ocho matadores organizado por el Ayuntamiento de la capital a beneficio del paro obrero. El toro se llamó Hortelano y pertenecía a la vacada de Juan Pedro Domecq (antes propiedad del duque de Veragua).
Sin cartel en España (aquí se vistió por última vez de luces en 1934), en 1936 viajó a Lima, donde toreó algunas corridas antes de ingresar en un manicomio, en el que falleció en 1940.
Según Cossío, “Fortuna es uno de los buenos matadores que registra, y ha de registrar, la historia del toreo. Y acaso el mejor de su época, coincidente casi toda ella, o lo mejor y más importante de ella, con la época gloriosa de los dos colosos, Joselito y Belmonte. Fue Fortuna un estilista, un virtuoso de la estocada al volapié”.
Bibl.: Uno al Sesgo [seud. de T. Orts Ramos], Diego Mazquiarán “Fortuna”, Barcelona, s. f. (col. Los Ases del Toreo); C. Algaba [seud.], Diego Mazquiarán “Fortuna”, Barcelona, Editorial El Gato Negro, s. f.; J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, vol. III, Madrid, Espasa Calpe, 1943, págs. 573-575; Don Ventura [seud. de V. Bagués], Historia de los matadores de toros, Barcelona, Imprenta Castells-Bonet, 1943 (ed. Barcelona, de Gassó Hermanos, 1970); Don Justo [seud.], “Historia de la plaza de toros de Vista Alegre” (cap. V), en El Ruedo (Madrid, Prensa y Radio del Movimiento), n.º 348 (22 de febrero de 1951); “Historia de la plaza de toros de Tetuán de las Victorias” (cap. XIII), en El Ruedo (Madrid, Prensa y Radio del Movimiento), n.º 395 (17 de enero de 1952); R. Hernández, Historia de la plaza de toros de Madrid (1874- 1934), Madrid, Imprenta Prensa Castellana, 1955; C. Jalón, Memorias de “Clarito”, Madrid, Guadarrama, 1972; F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; J. L Suárez-Guanes, Madrid-Cátedra del toreo (1931-1990), Madrid, Espasa Calpe, 1990; D. Tapia, Historia del toreo, vol. I, Madrid, Alianza Editorial, 1992; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.); J. M. Sotomayor, “Relación de las corridas de toros, novilladas con picadores y festejos de rejones celebrados en la Plaza Monumental de las Ventas de Madrid (17 de junio de 1931-23 de octubre de 2005)”, en VV. AA., Las Ventas. 75 años de historia, Madrid, Centros de Asuntos Taurinos de la Comunidad, 2006.
José Luis Ramón Carrión