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Joaquín Sanz Gadea

Biografía

Sanz Gadea, Joaquín. Teruel, 30.VI.1930 – Madrid, 25.V.2019. Médico.

Nació en el seno de una familia modesta. Su padre, natural de Castel de Cabra (Teruel), era funcionario del Cuerpo de Correos. Su madre, natural de Bercimuel (Segovia), maestra nacional. La preocupación de sus padres por la educación de sus cinco hijos les decidió a marchar a Madrid en 1932, ya que siempre resultaría más asequible a la hora de elegir colegios.

Su austero hogar fue forja de recias virtudes.

La Guerra Civil (1936-1939) les obligó a un largo exilio que dejó huella en lo más profundo del espíritu de aquel niño que debía haber comenzado sus estudios antes de la contienda.

Al finalizar el bachillerato y la reválida, los dos hermanos gemelos decidieron estudiar Medicina. Ricardo se especializó en Pediatría y Joaquín en Cirugía General y Ginecología por la Universidad Complutense de Madrid, y en Medicina Tropical por las Universidades de la Sorbona (París) y la Complutense.

El 30 de junio de 1960 Bélgica concedió la independencia al Congo. Ese mismo día Joaquín cumplía treinta años. La Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra, hizo una campaña para contratar médicos con práctica quirúrgica para ir al Congo, donde la sangre derramada no acababa de encontrar quién pudiera contenerla, porque muchos médicos belgas estaban abandonando el país, en 1961. Fue aceptada la candidatura de Joaquín, se casó y trece días después se fue solo al Congo ex Belga, el 31 de julio de 1961, y su mujer, María Teresa, le seguiría a finales de año, cuando las autoridades de Naciones Unidas lo autorizaron. Los médicos de la OMS, que llegaron a ser más de trescientos, procedían de muy diversos países.

Su labor en el Congo fue verdaderamente ejemplar.

Su altruismo le llevó a permanecer en un país en circunstancias tan desfavorables que su propia vida corrió peligro, buscando sin descanso alimentos y medicinas para los enfermos, y también impidiendo la brusca entrada en el Hospital General con cuatrocientas camas, que él dirigía, en Stanleyville —llamada después Kisangani— a soldados ebrios que querían violar a las mujeres hospitalizadas. Fundó en 1964 el Orfanato de Kisangani, que albergaría ciento cuarenta y dos niños huérfanos de la guerra llamada de los “simbas”, en 1970 la Clínica Médico Quirúrgica “Sainte Thérèse”, en Kisangani, y en 1995 fundaría en la ciudad de Matadi l’Hôpital Centre Medical Midema en colaboración con la Sociedad Midema, con la que trabajaba.

Sólo hay una expresión que puede definir al doctor Sanz Gadea: “un misionero laico” que, desde el anonimato, ha dedicado una vida para garantizar una esperanza en los corazones de seres desgraciados que sólo han conocido la miseria, la muerte y el atraso. La conducta, en el ámbito laboral, muestra el mérito de una actividad útil y ejemplar: el desempeño de los deberes que impone el ejercicio del trabajo profesional de médico cirujano, ejercido en países africanos, durante treinta y siete años, con el riesgo de contraer enfermedades como el paludismo, y de perder la vida, por los períodos revolucionarios y de guerras, en el Congo, en zonas conflictivas, como la provincia Oriental de Kisangani, mientras cumplía con su trabajo, para paliar el dolor y la muerte de miles de seres humanos.

El número de operaciones quirúrgicas realizadas por el doctor Sanz Gadea se eleva a veinte mil. Además, llevado por su singular desprendimiento y amor al prójimo y a sus pacientes, en más de sesenta ocasiones dio su propia sangre a los enfermos que requerían de una transfusión previa a la operación quirúrgica, sobre todo cesáreas, por no estar en condiciones de sobrevivir a la misma.

Es digno de destacar que fue el único médico, durante más de un año, al servicio de la Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas (OMS), en la ciudad de Stanleyville y de toda la Provincia Oriental del Congo (cuya extensión supera a la de toda España), durante los trágicos acontecimientos bélicos de 1964-1967, en los que fallecieron cientos de miles de personas, como consecuencia de la guerra, la miseria y el hambre. Por esta singular actuación médico-misionera del doctor Sanz Gadea, a propuesta del gobernador de la ciudad, se inauguró el “Boulevard d’Espagne”, en 1970, en Kisangani (antigua Stanleyville), con la asistencia del embajador de España, Fernando Sebastián de Erice, y altas autoridades de la provincia del Alto Zaire.

La extraordinaria actividad laboral del doctor Sanz Gadea queda reflejada en su currículum vitae, en el que destacan, además del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1998, las tres Grandes Cruces de Beneficencia, Civil de Sanidad, y la del Mérito Civil; comendador de número de las Órdenes de Isabel la Católica y de África, así como la condición de colegiado médico de honor nacional con Emblema de Oro, y las tres extranjeras de caballero, oficial y comendador de la Orden Nacional del Zaire.

Sus pacientes y los huérfanos le llaman “Emena”, deformación del francés “et maintenant” (y ahora).

Querían expresar que era más que un médico: el hombre que está siempre disponible, que ofrece comida, albergue, que sirve de taxista, cocinero, sacerdote, padre, amigo incondicional...

El reconocimiento, aprecio y valoración nacional e internacional al trabajo realmente extraordinario realizado por Joaquín Sanz Gadea, puede estimarse con las distinciones, homenajes y condecoraciones que le han sido concedidas.

A finales de 1974 fue nombrado por el Gobierno Español jefe de Sanidad en el Sahara Occidental, y la Seguridad Social le nombraría ginecólogo del Hospital Español en el Aaiún, capital de Sahara, donde permaneció hasta la retirada de España. Volvió a Madrid, ganó una oposición de ginecólogo de la Seguridad Social, y ejerció durante cuatro años. En 1980 volvió contratado por la Sociedad Estatal del Zaire, ONATRA en Matadi (Bajo Zaire), como jefe de los servicios quirúrgicos, hasta que en 1999 volvió definitivamente a España.

Fue miembro del Consejo Rector de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI) y del Consejo de Personas Mayores (COPEMA), pronuncia conferencias, participa en debates.

José Camón Aznar, catedrático de Historia y decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, le propuso como candidato al Premio Nobel de la Paz en 1966 y escribió estas palabras: “El Premio Nobel de la Paz se ha concedido tantas veces a insignes personalidades que han laborado eficazmente, sí, por la paz mundial desde sus altas jerarquías.

Pero no es lo mismo propugnar la paz desde un despacho que desde un hospital cercado por el fuego y por el odio. Ha dado el ejemplo de ese anhelo de paz con algo más que con un ferviente deseo. Entregando su salud, su vida y su dolor en los lugares y en las circunstancias más dramáticas”.

 

Obras de ~: Emena, Médico en el Congo, Madrid, Espasa Calpe, 1975 (Barcelona, Plaza y Janés, 1978 y 1979, y París, Denoël, 1979); con J. Murube Del Castillo, Lo que todo saharaui debe saber sobre el tracoma, El Aaiún (Sahara Occidental) 1975; Un Médico en el Congo, Madrid, Ediciones Temas de Hoy, S.A (T.H.), 1998.

 

Bibl.: J. Camón Aznar, Propuesta de Candidatura para el Premio Nobel de la Paz, Madrid, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Madrid, 1965; A. Albarracín Teulón, Siempre queda esperanza. La obra de Joaquín Sanz Gadea en el Congo, Madrid, Prensa Española, 1967; J. M. de Mena, Historia de la Medicina, Madrid, Publicaciones Controladas. Colección Noticias Médicas, 1971; VV. AA., Diccionario Enciclopédico Espasa, Madrid, Espasa Calpe, 1978 (8.ª ed.); VV. AA., Zaragoza, sus calles y su historia, Zaragoza, Heraldo de Aragón, 1984.

 

Fernando de Salas López

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