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Andrés Pérez Chuecos y Franco

Biografía

Pérez Chuecos y Franco, Andrés. Lorca (Murcia), c. 1585 – Santo Domingo (República Dominicana), 1653. Militar, gobernador, caballero de la Orden de Santiago.

Procedente de uno de los principales linajes lorquinos, Andrés Pérez Chuecos ingresó muy joven en el Ejército hispánico, prácticamente con el acceso de Felipe III a la Corona española, permaneció durante diez años en los Estados de Flandes y otros cinco en Lombardía. La relación clientelar que su linaje mantenía con la casa Fajardo, titular del marquesado de Los Vélez y del cargo de origen medieval de adelantado del Reino de Murcia, no sólo impulsó su inicial dedicación a las armas, sino que también contribuyó a su considerable promoción dentro de la carrera militar.

De este modo, siendo Luis Fajardo capitán general de la Armada del Mar Océano, Pérez Chuecos participó como alférez en el socorro de Calais y en el saqueo de Gante; y cuando aquél fue encargado para comandar una flota de refuerzo a las islas Filipinas (1615), con él marchó de entretenido y asistente personal. En 1617, siendo gobernador y capitán general del archipiélago filipino Alonso Fajardo de Tenza (1616-1625), hijo del general Luis Fajardo, fue ascendido a capitán de Infantería española de una las compañías que el virrey de Nueva España, el marqués de Guadalcázar, envió a Manila; y al año siguiente, fue hecho cabo y gobernador de la gente de guerra del astillero de San Ignacio e isla de Ibabao. Asimismo, en 1619 fue nombrado para el gobierno de los castillos y puertos de Cavite, el viejo y el nuevo, y demás estancias de su comarca.

Sus servicios en las islas Filipinas continuaron en 1622 al designársele para la sargentía mayor de la Real Armada que combatió contra los rebeldes holandeses en los mares circunvecinos, por cuyos éxitos fue promovido meses más tarde al puesto de capitán general de la flota que hacía la ruta comercial con Acapulco (México). Precisamente, durante la travesía de 1623 avisó y reconoció la isla de Catanduanes, actualmente en la provincia filipina de Albay. A su regreso a Manila, Pérez Chuecos fue elevado a capitán general de las galeras reales encargadas de la defensa del archipiélago, además del empleo de teniente del gobernador general Alonso Fajardo de Tenza. Su elevada posición dentro de la administración española en Filipinas no interrumpió su actividad militar durante estos años, pues consiguió en julio de 1625 una notable victoria contra los holandeses frente a la isla de Mari-Veles, en la entrada de la bahía de Manila, así como meses después el mando de las galeras que hacían viaje a Nueva España.

Trasladado al virreinato novohispano, en 1635 se le otorgó el relevante corregimiento de Veracruz, así como el mando de las cuatro compañías que componían la guarnición de esta ciudad y del cercano puerto de San Juan de Ullúa. Su labor en estos puestos fue muy pronto reconocida con el gobierno de la provincia de Yucatán y, dos años después, al ser nombrado primero teniente de capitán general de la nueva Veracruz; y poco más tarde el mismo cargo para la ciudad de Los Ángeles y su distrito.

El último empleo que desempeñó el maestre de campo Andrés Pérez Chuecos fue el gobierno general de la isla de La Española (1651), en donde murió en 1653. Perteneció a la Orden de Santiago y fue comendador de Dagame, Barugo, Tugurán y Santa Mónica, en la provincia de Pintados, actual Leyte, en las islas Filipinas.

 

Bibl.: F. Cánovas Cobeño, Historia de la ciudad de Lorca, Lorca, Imprenta de El Noticiero, 1890, pág. 443; F. Cáceres Pla, Hijos de Lorca, Lorca, Imprenta de La Voz de Lorca, 1913, pág. 241; C. Fernández Duro, Armada española desde la unión de los reinos de Castilla y de Aragón, t. IV, Madrid, Museo Naval, 1972; P. Morote Pérez-Chuecos, Antigüedad, y Blasones de la Ciudad de Lorca y Historia de Santa María la Real de las Huertas, Murcia, Agrupación Cultural Lorquina, 1980 (1.ª ed., Murcia, 1741), págs. 464-465; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, t. II, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2003 (1.ª ed., Sevilla, 1947), pág. 464.

 

Julio D. Muñoz Rodríguez