Múxica, Sancho de. Bermeo (Guipúzcoa), c. 1570 – Quito (Perú), 29.XI.1620. Fiscal y oidor en Quito, juez letrado de la Casa de la Contratación.
Hijo de Juan de Múxica y de Catalina de Asquicu, naturales y vecinos de la villa de Bermeo.
Estudió en la Universidad de Salamanca, por la cual se graduó de bachiller en Cánones, y de inmediato se trasladó a Sevilla, donde el 9 de septiembre de 1594 firmó su oposición a una beca jurista del Colegio de Santa María de Jesús y, tras levantarse las pruebas respectivas, se le dio el hábito en la beca jurista indiferente el 31 de agosto de 1596, graduándose de licenciado en Cánones por esta Universidad el 30 de enero de 1598 y tres años más tarde fue elegido rector de su colegio.
Sobre consulta de la Cámara de Indias de 10 de septiembre de 1607 fue nombrado fiscal de la Real Audiencia de Quito, despachándosele su título por Real Provisión fechada el 17 de octubre de ese mismo año 1607 y concediéndosele licencia para embarcar a su destino el 15 de diciembre de ese mismo año, junto a su mujer, su hijo y cinco criados.
Como se le había encomendado, por Real Provisión de 17 de noviembre de 1607, que tomara la residencia a Alonso Pérez de Salazar, oidor de la Real Audiencia de Panamá, del tiempo que había servido la plaza de fiscal en dicho tribunal, se detuvo en Tierra Firme para cumplir esta comisión, y así sólo tomó posesión de su plaza en 1609. En Quito se ganó muy buena opinión de los presidentes Fernández de Recalde y Morga, así como de sus colegas, y solamente tuvo algunos desencuentros con el oidor Manuel Tello de Velasco, debido a la poco arreglada conducta de este último ministro.
Después de cerca de diez años de despachar en la Fiscalía, fue promovido a una plaza de oidor en el mismo tribunal de Quito, de la que se le libró título por Real Provisión fechada el 23 de diciembre de 1618 y se mantendría en ella hasta su muerte, pues, cuando el 18 de junio de 1621 fue nombrado juez letrado de la Casa de la Contratación, ya había muerto.
Había contraído matrimonio en los reinos de España con María de Villaseñor, que le acompañó a Quito en compañía de su hijo Juan, quien debió de morir infante, y, una vez viuda, María regresó a España.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.539, l. 1, fols. 134r.-v.; Panamá, 15, r. 9, n. 97; Panamá, 46, n. 13; Quito, 1; Quito, 9, r. 13, n. 96; Quito, 9, r. 15, n. 113; Quito, 9, r. 16, n. 123; Quito, 10, r. 3, n. 21; Quito, 10, r. 6, n. 47; Quito, 10, r. 7, n. 69; Quito, 10, r. 9, n. 105; Quito, 28, n. 19; Quito, 50, n. 35; Archivo Histórico Universidad de Sevilla, Sº. 8, pza. 9; Sº. 58, fol. 133r.; Sº. 59 (1), fol. 4v.; Sº. 59 (2), fol. 18r.; Sº. 59 (4), fol. 50r.; lib. 625, fols. 127r.-v.
E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria, I, Sevilla, Universidad, 1935, págs. 325 y 383; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, t. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, págs. 513 y 516; R. Descalzi, La Real Audiencia de Quito. Claustro en Los Andes. II. Siglo XVII, Quito, Editorial Universitaria, 1978, pág. 274; J. Barrientos Grandon, “Estado moderno y judicatura letrada en Indias. Colegiales del de Santa María de Jesús de Sevilla en plazas togadas”, en Ius Fugit, 3-4 (1994-1995), págs. 289-290.
Javier Barrientos Grandon