Asensio Barroso, Florentino. Beato Florentino Asensio Barroso. Villasexmir (Valladolid), 16.X.1877 – Barbastro (Huesca), 9.VIII.1936. Obispo, beato y mártir.
Nació en un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid, pero de la diócesis de Palencia, en el seno de una familia numerosa cuyos padres tenían una tienda.
Siguiendo los pasos de su hermano Cipriano, que se había hecho religioso de la Orden de San Agustín, se decidió a seguir la carrera sacerdotal, ingresando en 1888 en el seminario de Valladolid. Allí recibió en 1899 las órdenes menores y al año siguiente el subdiaconado y diaconado, siendo ordenado presbítero el día primero de junio de 1901.
Inmediatamente fue destinado como coadjutor a la parroquia de Villaverde de Medina (Valladolid), pero en 1905 fue nombrado capellán y mayordomo del obispo diocesano. Al año siguiente se doctoró en Teología y fue profesor de Metafísica de la Pontificia Universidad de Valladolid. En 1910 obtuvo una canongía en la catedral metropolitana. Desde 1915 fue también administrador diocesano, tareas que alternaba con una gran dedicación al confesionario y la predicación. Desde 1925 era párroco de la parroquia de la catedral de Valladolid.
En 1935 fue nombrado por la Santa Sede administrador apostólico de la diócesis de Barbastro, cargo que conllevaba la dignidad episcopal; fue consagrado el 26 de enero de 1936 en Valladolid y el día 16 de marzo entró en la capital de su diócesis sin la solemnidad acostumbrada, debido a la presión de grupos anticlericales, que se lo impidieron.
Pocos días después de su llegada, el ayuntamiento prohibió el toque de campanas en Barbastro, las procesiones y otras manifestaciones públicas del culto católico. Aun así, el obispo intentó un diálogo con las autoridades y procuró en la medida de sus posibilidades dar trabajo a los numerosos parados de la ciudad. Todo esto no impidió el asalto del seminario, ocurrido el día 3 de julio, pero ni siquiera entonces, presionado por sus amigos, quiso Florentino Asensio abandonar Barbastro. Conocida en la ciudad la sublevación militar del 18 de julio de 1936, comenzó el arresto, prisión y muerte de muchos sacerdotes; el día 20 el obispo fue confinado por las autoridades locales en su palacio, pero poco después fue conducido al colegio de los escolapios, convertido en prisión.
Desde allí hubo de presenciar la conducción de la mayor parte de su clero al cementerio, donde eran fusilados. Días antes de su muerte fue interrogado y, al parecer, salvajemente torturado. Finalmente, en la noche del día 9 de agosto fue llevado al cementerio y asesinado.
El proceso de canonización comenzó el 29 de abril de 1953, siendo beatificado por el papa Juan Pablo II el 4 de mayo de 1997.
Bibl.: M. Iglesias Costa, Un testigo del amor más grande: Florentino Asensio Barroso, Barbastro, Obispado, 1993; J. J. Omella, “Beato Florentino Asensio Barroso”, en Nuevo año cristiano, vol. VIII, Madrid, Edibesa, 2001, págs. 232-237.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB
