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Diego Ortiz de Zúñiga

Biografía

Ortiz de Zúñiga, Diego. Sevilla, 22.I.1633 – 1680. Historiador, coleccionista y tracista.

Hijo del caballero de la Orden de Calatrava y veinticuatro de Sevilla Juan Ortiz de Zúñiga y de Leonor Luisa del Alcázar, este polifacético personaje alcanzó una notable importancia en la Sevilla del XVII. Con tan sólo siete años, sus padres solicitaron su ingreso en la Orden de Santiago y, después de verificadas las pruebas necesarias, se celebró la ceremonia en Sevilla en 1640. Su juventud transcurrió junto a sus padres, admirando la ya importante colección de pinturas y la interesante biblioteca conservada en el domicilio familiar, que heredó tras la muerte de su progenitor.

En su formación y su interés por la historia, fue pieza clave su tío José Maldonado y Saavedra, erudito, estudioso e investigador de antigüedades. Al cumplir los veinte años, a Diego Ortiz de Zúñiga se le concedió una plaza de veinticuatro en el Cabildo hispalense, por Cédula Real fechada en Madrid el 8 de septiembre de 1653, recogiéndose en los cabildos celebrados el 8 y 12 de agosto para tal efecto que en él “concurrían las cualidades necesarias para ser regidor de esta ciudad, por ser caballero hijodalgo, notorio de sangre y caballero de la orden de Santiago, hábil y suficiente para usar el dicho oficio”. En esos años de juventud, debió de escribir su novela aún inédita La Aurora, conservada en la Biblioteca Colombina de Sevilla, en la que cuenta los amores de Aurora y Alejandro, utilizando verso y prosa, lo pastoril y lo heroico.

En 1657, contrajo matrimonio con Ana María Antonia Caballero de Cabrera, hija de Diego Caballero de Cabrera y María Jerónima Caballero de Illescas. Fruto del matrimonio fueron cuatro hijos: Juan, Leonor, María Jerónima y Ana Josefa. En su casa solían celebrarse tertulias a las que asistían hombres versados en letras y artistas de reconocido prestigio en la época. En ella tenía una biblioteca que contenía mil ciento treinta y nueve libros de muy distinta materia y entre los que se encontraban Los Diez Libros de Architectura, de Leon Baptista Alberti (edición de 1582), un ejemplar de Pietro Cataneo Senese, I quatro primi libri de Architettura (Venecia, 1554) y otro de Sebastián Serlio en la edición de Villalpando (Toledo, 1563), amén de numerosas obras de literatura tanto en español como en latín y griego. Pero además de bibliófilo, Ortiz de Zúñiga era un importante coleccionista de pintura. Logró poseer ciento tres óleos de muy diversas épocas y temáticas, entre los que destacaban una Virgen del Rosario, un Niño Jesús dormido y su propio retrato, de Bartolomé Esteban Murillo, un Nacimiento de Jesús de Alonso Cano, una Virgen con el niño en brazos de Carreño y un Calvario de Juan del Castillo.

Entre 1662 y 1663, realizó una serie de dibujos arquitectónicos y ornamentales que estilísticamente abarcan del manierismo al barroco. Buena parte de ellos aparecen firmados como “D.Z.”, y muestran a Ortiz de Zúñiga como un hombre culto, versado en el latín y el griego, conocedor de la literatura artística al uso en la época y fecundo proyectista, no en vano, todos los dibujos los realizó en dos años. De su análisis también se desprende que conocía la producción de artífices como Juan de Oviedo y de la Bandera o Alonso Cano, y los modelos italianos de Jacopo Barozzi Vignola o Sebastián Serlio. En algunos dibujos, se adelanta a su tiempo, con portadas y fachadas que posteriormente serían utilizadas en distintos edificios de la ciudad, como la iglesia del Salvador o el Palacio de San Telmo.

Amigo de Miguel de Mañara, el 11 de julio de 1665, solicitó su ingreso en la Hermandad de la Caridad, confirmándose el día 17 de septiembre tras el informe emitido por tres hermanos. En ese mismo año, a petición del Ayuntamiento hispalense, presentó un proyecto para la construcción del túmulo para las honras fúnebres del rey Felipe IV. Frente a los dos realizados por el entonces arquitecto municipal Pedro Sánchez Falconete, fue elegido el de Ortiz de Zúñiga por la novedad de su planta. En 1666, asistió a la almoneda de bienes del escultor de origen flamenco José de Arce, figurando junto a artistas tan notables como Juan de Valdés Leal o Bernardo Simón de Pineda.

En 1670, publicó su Discurso genealógico de los Ortizes de Sevilla, obra en la que traza el árbol genealógico de su familia. Por esas mismas fechas escribió Posteridad ilustre y generosamente dilatada de Juan de Céspedes, y se planteó el Teatro genealógico de la Nobleza de Sevilla, idea que nunca llegó a fructificar.

Tras la muerte de su suegro, en 1676, solicitó a la Hermandad de la Caridad licencia para desplazarse a la villa de Madrid con el fin de resolver distintas cuestiones relacionadas con la herencia. Concedido el permiso, viajó junto a su hijo Juan permaneciendo en la corte durante un año. Su estancia le permitió ultimar la publicación de sus famosos Anales, impresos en Madrid en 1677. De ellos, el estudioso y erudito Gaspar Ibáñez de Segovia Peralta y Cárdenas, marqués de Agrópoli, contemporáneo de Zúñiga señaló que “el estilo es ceñido y conciso, explicativo, claro, como propio de quien no historia sino anales, levantándose cuando pide mayor coturno la descripción de tantas fábricas suntuosas que la ilustran”.

El 13 de febrero de 1680, sintiéndose gravemente enfermo, redactó su testamento en el que pedía ser enterrado con el hábito de Santiago en la parroquia de San Martín, a los pies del altar de la Virgen de la Esperanza, imagen de la que era muy devoto, del mismo modo que había sido sepultado un año antes su amigo Miguel de Mañara.

 

Obras de ~: La Aurora, s. l., c. 1650 (en la Biblioteca Colombina de Sevilla); Discurso genealógico de los Ortizes de Sevilla, Cádiz, Pedro Ortiz, 1670; Posteridad ilustre y generosamente dilatada de Juan de Céspedes, Trece y Comendador del Monasterio en el orden de Santiago, en las ciudades de Sevilla, donde se conservan sus varonías, y de Badajoz, en que permanece su primera línea, y otras á que se ha dilatado su sangre, Sevilla, Tomé de Dios Miranda, 1670-1678; Anales eclesiásticos y seculares de la M. N. y M. L. ciudad de Sevilla [...], Madrid, en la Imprenta Real, por Iuan Garcia Infançon, a costa de Florian Anisson, 1677.

Dibujos y trazas: Dibujos arquitectónicos del siglo XVII, colección particular, 1662-1663; Proyecto de túmulo para las honras fúnebres de Felipe IV, 1665 (desapar.).

 

Bibl.: M. Chaves, Diego Ortiz de Zúñiga. Su vida y sus obras. Estudio biográfico y crítico, Sevilla, E. Rasco, 1903; H. Sancho Corbacho, “Arte sevillano de los siglo XVI y XVII”, en Documentos para la historia del arte en Andalucía, t. III, Sevilla, Universidad, Laboratorio de Arte, 1931, págs. 88-90; Dibujos arquitectónicos del siglo XVII, Sevilla, 1983; J. M. Baena Gallé, “Dibujos arquitectónicos del siglo XVII. Una propuesta de atribución”, en Archivo Hispalense (Sevilla, Diputación Provincial), n.º 222 (1990), págs. 185-189; I. Franco Idígoras, Catálogo de la colección nobiliaria del Archivo Municipal de Sevilla: El archivo familiar de los Ortiz de Zúñiga, Sevilla, Ayuntamiento, Servicio de Publicaciones, 2000; M.ª M. Fernández Martín, Dibujos sevillanos de arquitectura de la primera mitad del siglo XVII, Sevilla, Universidad, 2003; J. A. Arenillas, Del clasicismo al barroco. Arquitectura sevillana del siglo XVII, Sevilla, Diputación Provincial, 2005.

 

Juan Antonio Arenillas