Ayuda

Avelino Gómez Ledo

Biografía

Gómez Ledo, Avelino. Chantada (Lugo), 31.VII.1893 – VI.1977. Presbítero, humanista, filósofo, orador sagrado y literato.

En 1907 inició en Madrid su carrera sacerdotal en el seminario de San Dámaso, resultando un sacerdote saturado de piedad y ciencia. En 1993 se celebraron en Chantada unos actos conmemorativos con motivo del centenario de su nacimiento, en los cuales se trató de dar a conocer a este hombre poco menos que ignorado, al par que se puso de relieve su notable aportación a la cultura española y gallega. Alguien escribió en esos días: “Hay en Galicia muchos personajes que se están popularizando en la hora actual, pero pienso que la mayoría o casi todos descuellan sólo en un campo, por lo general en las letras. Don Avelino, en cambio, puede ser considerado polifacético, por cuanto se muestra humanista, filólogo, orador sagrado, literato y creador de obras inmortales”. Estas últimas palabras apuntan a las dos iglesias que construyó en Madrid, una de ellas la de San Agustín, próxima a los Nuevos Ministerios, a la entrada de la calle de Joaquín Costa, monumento grandioso que despierta la admiración de todos aquellos que de continuo desfilan por aquellas calles. Ella sola bastaría para inmortalizar su nombre. De ella escribe Hermida Balado: “Empieza a adquirir perfiles raciales este tipo de cura gallego que nada quiere para sí, pero que se manifiesta magníficamente ambicioso en sus concepciones respecto a las casas de Dios. Dentro de Galicia puede servir Don Evaristo Vaamonde con su colosal templo de la Vera Cruz de Carballino. Fuera de Galicia, Don Avelino Gómez Ledo con su soberbia iglesia madrileña de San Agustín”.

Al jubilarse en las tareas parroquiales, se retiró a vivir a su casa solariega de Chantada, sumergiéndose de continuo en trabajos literarios de diversa índole. No olvidó por eso el ministerio, antes acudía sin cesar a ayudar a los sacerdotes comarcales, realzando con su presencia principalmente las fiestas. Conocedores de su elegante oratoria y formación científica, satisfaciéndoles y agradando no poco al pueblo aquellas homilías que todos le confiaban, dada su profunda formación científica y tantos años de ministerio pastoral en el templo en el que concurrían feligreses de lo más granado de Madrid, por hallarse la iglesia en una zona rodeada de edificios con gentes distinguidas. Ciertamente Avelino era un gallego que amaba de veras a España, pero al mismo tiempo no olvidaba a su Galicia querida, antes se mostró siempre amante del terruño y cultivador constante de su lengua, pudiendo asegurar que si fue un excelente literato del gallego, no lo fue menos del idioma español, por la elegancia y soltura con que redacta sus trabajos.

Todavía no se ha profundizado lo debido en sus obras y demás trabajos sacerdotales y apostólicos, pero sólo con repasar la revista Rexurrexit, destinada a la formación espiritual y cultural del clero, de la que fue miembro activo y asiduo colaborador durante muchos años, salta a la vista el interés desplegado por él con su saber profundo y sus experiencias pastorales, para ayudar a sus compañeros de sacerdocio. En ella se halla toda una serie de colaboraciones de la más variada índole que constituyen un feliz vademécum provechoso si se reprodujeran en una obra manejable aparte, y resultarían no poco provechosas y orientadoras para el clero. En ellas se palpa la sensibilidad exquisita que guiaba su pluma en la manera de enfocar los diversos temas sacerdotales, llegando su afán apostólico a enseñar, sin pretenderlo, a redescubrir ante sus compañeros de sacerdocio temas delicados en los que apenas se paran mentes. Son, en la mayoría de los casos, reflexiones filosóficas que ayudan a hacer más efectiva la labor pastoral confiada por la Iglesia a sus ministros. No en vano fue el gran admirador y biógrafo de la gran obra cultural de su contemporáneo Amor Ruibal, a quien siguió cuanto pudo en la manera de enfocar algunas cuestiones delicadas.

“Su labor ensayista consiste en la divulgación del pensamiento católico en su dimensión más estricta y dogmática; ponderando las ideas claras impermeables al relativismo moderno, se atuvo a las más rígidas definiciones fiel a la más delimitada ortodoxia”. Su excelente biografía sobre el citado Amor Ruibal contiene una exposición magistral de la filosofía neoescolástica de dicho autor, sin que falten algunas valiosas observaciones personales. Pero quizá en lo que más destacó fue en el campo de las traducciones de obras clásicas al gallego. Cuando se hallaba jubilado en Chantada, y alguien que tenía confianza con él, admirado de su profundo saber y las notables obras que salieron de su pluma, le preguntó cómo era posible que hallándose al frente de una parroquia que exigía una actividad incansable, podía llegar a dominar y estar al día en temas filosóficos y filológicos, la contestación fue rápida y categórica: “Aunque es cierto que tenía mucho trabajo en la parroquia, el tiempo libre que me quedaba, en vez de salir a pasear al campo y a pasar el tiempo con los amigos, los pasaba estudiando en casa”.

Según referencias suyas, poco antes de morir, enterado de que los monjes de Oseira estaban haciendo biblioteca, les legó los libros que tenía en casa, lamentando haber dejado en Madrid en la parroquia unos tres mil que no sabían si los aprovecharían debidamente, porque no todos los sacerdotes hacen este sacrificio de privarse de sus ratos de ocio, para dedicarlo al estudio.

 

Obras de ~: Un tríptico medieval, Santo Tomás, Danta y el arte ojival, Pontevedra, 1921; Sois de Cristo, Madrid, 1925; Borreas, Madrid, Asilo Porta-Coeli, 1927; As églogas do Virxilio, La Coruña, Nós, 1930; Ángel Amor Ruibal, boceto biográfico, Tetuán, 1931; ¿Hay que ser apóstoles?, Madrid, Imprenta Luz y Vida, 1935; Tú y tu parroquia, Madrid, 1942; Templos serenos, Madrid, 1943; Amor Ruibal, o la sabiduría con sencillez, Madrid, 1946; Cancioneiro do nosa Señora do Faro, Madrid, Imprenta Avilista, 1953; Poemas Compostelans, Madrid, Imprenta Avilista, 1954; Terra nai, Madrid, 1966; Escolma de poetas gregos et latinos voltos en linguxe gallego, Santiago de Compostela, [Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Galegos], 1973; O novo testamento, versión íntegra do grego, Santiago de Compostela, Bibliófilos Gallegos, 1974 (col. Biblioteca de Galicia, vol. XIII), pág. 682; El lenguaje del Quijote y El Quijotismo del siglo xx, Madrid, s. f.; “Balmes filósofo”, en Ora et labora, s. f.; colaboraciones en Resurrexit, s. f.

 

Bibl.: M. Hermida Balado, “Carta de Madrid, un párroco y su iglesia”, en Vida Gallega, Lugo, Gráficas Faro de Vigo, 1960, págs. 19-20; R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, vol. XVI, Santiago de Compostela, Silverio Cañada [1974], pág. 72; J. F. Filgueira Valverde, “Limiar”, en O novo testamento, versión íntegra do grego, op. cit., págs. 7-8; D. Yáñez Neira, “Se acerca el Centenario de Don Avelino Gómez Ledo”, en El Progreso (Lugo), 28 de julio de 1993; “Centenario del nacimiento de Avelino Gómez Ledo, Un corazón sensible”, en El Progreso (Lugo), 31 de julio de 1993; “La unión europea a través del Camiño”, en El Progreso (Lugo), 29 de julio de 1993, pág. 19; J. T aboada González, “Honra de la cultura gallega”, en El progreso (Lugo), 29 de julio de 1993; M.ª O. Varela Rodríguez, X. M. Eyré, X. M. Vélez, Avelino Gómez Ledo no seu centenario, Lugo, Diputación Provincial, 1996.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO