Riberas Pampliega, Francisco. Rabé de las Calzadas (Burgos), 21.I.1932 – Madrid, 3.IV.2010. Empresario.
Destacado empresario del sector de la transformación de acero y de la estampación de componentes para el automóvil, creador y presidente de los grupos industriales Gonvarri y Gestamp. Ha sido considerado como uno de los líderes europeos e hispanoamericanos de ambas actividades empresariales.
Su infancia y juventud transcurrieron en el barrio madrileño de Usera. En los primeros días de la Guerra Civil, abandonó precipitadamente Madrid con su madre, pero la situación del frente les impidió llegar a su pueblo natal y se vieron forzados a peregrinar por Valencia, Barcelona y Lérida hasta Roda de Ter, donde esperaron el final de la contienda. Se prometió entonces que su madre nunca más sufriría privaciones.
A los trece años y a causa de la difícil economía familiar (su padre era peón del ayuntamiento), abandonó el colegio para emplearse como decorador de porcelana en talleres de Ventas y Carabanchel, a los que se trasladaba en el tope del tranvía para ahorrar el dinero del billete. En 1957 (año de su matrimonio), acordó con la empresa realizar su tarea a destajo e instaló su taller en un piso de la calle Hileras.
Aquel verano fundó con tres amigos la sociedad Gonvarri, nombre compuesto con las primeras sílabas del apellido de sus integrantes (González, Varela, Ruiz y Riberas), con un capital de 20.000 pesetas. La modesta empresa se dedicaba a la venta de estaño, cuerdas para guitarra y piano, etc., cuyos pedidos atendía al teléfono a la vez que decoraba la porcelana. En su búsqueda de mejores horizontes, entró en contacto con Manuela Fernández Garrido, viuda de Aznar, poseedora de un cupo de importación de chapa de acero, con la que creó en 1959 la empresa Gonvarri- Aznar S.L. y cesó como decorador. Eran los inicios del desarrollo español, con gran demanda de electrodomésticos y el comienzo de la producción de automóviles, excelente campo para sus proyectos. Su incesante trabajo, sus dotes de negociador, austeridad, prudencia y la reinversión de beneficios dieron excelentes resultados, pero forzaron la renuncia de sus socios, poco dispuestos a los sacrificios que esa filosofía imponía. A partir de 1968 quedó como único propietario de sus empresas, que mantuvo en el ámbito familiar. Fue el primer paso de una actividad que convirtió a Riberas en el primer cliente de Ensidesa, a la que llegó a adquirir un tercio de su producción, y de la British Steel en España. Paralelamente, dedicó una especial atención a su pueblo, que se tradujo en su total transformación, por lo que fue nombrado hijo predilecto y erigido un busto en la plaza que lleva su nombre, ante su casa natal.
Con el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) y tras la apertura de sus primeras factorías en Burgos, Barcelona, Asturias y Palencia, creó la Corporación Gestamp, dedicada a la estampación de componentes para el automóvil, y estableció otras en Vizcaya, Navarra, Tarragona, Toledo, Jaén, Valencia y Galicia. En la actualidad su red industrial llega a más de doce países en Europa, América y África. Desde el año 2002, sus hijos Francisco y Jon llevan el peso de Gestamp y Gonvarri, respectivamente, como consejeros delegados.
Francisco Riberas fue apenas conocido fuera de los medios empresariales. Ejerció una silenciosa generosidad en obras sociales en España y en países del tercer mundo. Gran admirador del arte desde su juventud, fue poseedir de una notable colección de pintura y escultura. Estuvo en posesión de las medallas de oro al Mérito en el Trabajo, de Castilla y León y de la Cruz Roja.
Bibl.: J. de Lillo Cuadrado, Francisco Riberas, contra su destino, Oviedo, Ediciones Nobel, 2004.
Juan de Lillo Cuadrado
