Vega Infanzón, Andrés Ángel de la. Sueiro (El Franco, Asturias), c. 1768 – Cádiz, 14.X.1813. Catedrático, diputado y presidente de las Cortes de Cádiz.
Licenciado en Derecho y Cánones en 1748, se graduó de doctor en Derecho Canónico en 1792. Catedrático por oposición en 1796, con veintiocho años, estuvo considerado según testimonio de un discípulo, como profesor excelente al lado del también biografiado Felipe Vázquez Canga, actividad académica —dirigió también la Academia de Derecho anexa a la Universidad— que compartía con una intensa vida política en el seno de la Junta General del Principado de Asturias y que se incrementó a partir de la Guerra de la Independencia.
Declarada la guerra a Francia, Asturias fue la primera provincia en levantarse en armas y se precisaban ayudas de otras potencias. La recién creada Junta Suprema y Soberana de Asturias, organizó una embajada de plenipotenciarios, a Inglaterra, presidía por el vizconde de Matarrosa (futuro VII conde de Toreno), y al que acompañaron Andrés Ángel de la Vega y Fernando Álvarez Miranda, también catedrático de la Universidad, como secretario. El éxito fue absoluto y, de hecho, establecidas las Cortes, en la sesión de 19 de noviembre de 1810, se propuso erigir un monumento al rey Jorge III “por los abundantes auxilios que ha prestado a la Nación española, franqueándole armas, dinero, tropas y navíos desde el primer momento en que las provincias levantaron el grito de la independencia”.
Regresaron los enviados, pero no de la Vega que continuó allí sus gestiones, cuando la Junta Suprema de Asturias fue disuelta por el marqués de la Romana en 1809. Estando en Londres fue elegido diputado a Cortes, casi un año después de establecidas y tomó posesión el 24 de agosto de 1811. Fue nombrado para formar parte en varias Comisiones, aunque apenas intervino en la actividad parlamentaria, adscribiéndose al denominado grupo liberal de las Cortes de Cádiz.
Elegido presidente del Congreso de los Diputados desde el 24 de agosto de 1812 al 23 de septiembre, le correspondió la firma de varios Decretos de las Cortes: la publicación en 2 de septiembre de 1812 de la ratificación del Tratado de amistad, unión y de Alianza entre Rusia y España. Para superar las dificultades económicas ocasionadas por la guerra, se aprobó un amplio Decreto con el Reglamento para verificar la contribución extraordinaria de guerra, aprobada por Decreto de 1 de abril de 1811. Se aprobó también el importe de las Tasas de los Sumarios de la Bula de la Santa Cruzada, concedida por el papa Pío VII; otro Decreto con medidas sobre las responsabilidades de los empleados públicos, y de las relaciones de la aristocracia y de las dignidades eclesiásticas con el Gobierno intruso; otro decretando que los eclesiásticos seculares tuvieran voto en las elecciones de los Ayuntamientos, aunque no pudieran recibir ningún oficio; y se aprobó también el decreto de nombramiento de lord Wellington como general en jefe de todas las tropas españolas en la península.
Mantuvo buenas relaciones con el injustamente olvidado en su última época, Jovellanos, quien cita a de la Vega con frecuencia en sus Diarios. A su vez de la Vega, en 1798 escribió una Oración en honor a Jovellanos, que se incluye en la obra Relación de los públicos regocijos con que la Real Universidad Literaria de Oviedo celebró la feliz elevación de su hijo el Excmo.Sr.D. Gaspar Melchor de Jovellanos a la Secretaría de Estado y del Despacho universal de Gracia y Justicia de España e Indias. También se carteó sobre asuntos de la guerra, con lord Wellington. Por otra parte, en el All Souls College de la Universidad de Oxford se conserva documentación bajo el título “De la Vega papers”.
Tradujo la obra de Mr. Allen Suggestion on the Cortes, con el título Insinuaciones sobre las Cortes, (Londres, 1809), tarea en la que también intervino Agustín Argüelles.
En la ajustada opinión de Fermín Canella: “Diputado y Presidente de las Cortes de Cádiz murió allí prematuramente cuando por sus talentos y servicios era una esperanza para Asturias”. Falleció en Cádiz en el verano del trece, víctima de la peste amarilla como tantos diputados (el ecuatoriano Mejía Lequerica, el portorriqueño Power, el catalán Capmany, etc.) y sus restos reposan en el cementerio de la ciudad gaditana en el panteón que el ayuntamiento dedicó a los padres de la Patria.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación Electoral, 1, n.º.4.
R. M.ª de Labra Martínez, El panteón doceañista de Cádiz, Madrid, Tipografía Sindicato de Publicidad, 1914; F. Canella Secades, Representación Asturiana administrativa y política, desde 1808 á 1915, en la Diputación provincial de Oviedo […], Oviedo, Flórez, Gusano y Cª, 1915; P. de Azcarate, Wellington y España, Madrid, Espasa Calpe, 1960; F. Carantoña Álvarez, La Guerra de la Independencia en Asturias, Madrid, Silverio Cañada, 1984; R. Álvarez Valdés, Memorias del Levantamiento de Asturias en 1808, pról. de F. Carantoña, Madrid, Silverio Cañada, Editor, 1988 (Biblioteca histórica asturiana).
Juan Ramón Coronas González
