Fernández y Martínez, José María. Villarrobledo (Albacete), c. 1860 – 28.IV.1916. Doctor en Medicina, presbítero, deán, poeta religioso y pintor.
El cronista de Villarrobledo Agustín Sandoval, único divulgador de la vida y obra de este villarrobletano, ignora que antes de ser presbítero, obtuvo el doctorado en Medicina y Cirugía, y con tal título se dirigió a Baza (Jaén), donde ejercía su profesión, el 1 de noviembre de 1904, a la autoridad eclesiástica para someter voluntariamente a censura su primera obra poética: Los Siete Salmos Penitenciales [...]; el censor eclesiástico no solamente dio su “nihil obstat”, sino que declaró haber sido sorprendido agradablemente por unos buenos versos con altas cotas de ascetismo escritos por un seglar; el obispo de Jaén bendijo la obra y la recomendó a los fieles cristianos.
Este libro comenta los Salmos 6, 31, 37, 50, 101, 129 y 142, y a cada uno dedica una determinada cantidad de décimas de contenido espiritual, ascético y penitencial; en total, 119, que suman, pues, 1.190 versos.
El primero y el décimo verso de cada décima es la traducción española versificada de una sentencia salmódica.
Todo el conjunto tiene bastante altura, poética y mística. Tampoco el citado cronista Sandoval conoce ni cita este primer libro del doctor Fernández y Martínez.
La segunda obra del doctor Fernández, El Salterio de los Saltos, de 1913-1914, sale a la luz cuando su autor es ya presbítero (se ignoran las fechas de entrada en seminario y de ordenación sacerdotal). En dos volúmenes hace un recorrido, día a día, por multitud de santos, varios en cada día del año, en diversas formas poéticas, desde el romance a numerosos sonetos; uno de ellos, el 15 de octubre, está dedicado “al paso de Santa Teresa por Villarrobledo”, rememorando dicho episodio de la vida de la Santa. En esos miles de versos hay de todo, buenos, regulares y malos. El doctor Fernández, cuando imprimió este libro en Murcia, era ya canónigo y deán de la catedral de Orihuela; antes había sido cura párroco en su ciudad natal: Villarrobledo.
Un libro titulado Desacorde, citado por el cronista Sandoval, como un pequeño resumen de los volúmenes anteriores, no ha sido hallado.
Su tercer libro de poesía religiosa es La Sulamita de Ávila... Se trata de comentarios en verso a pasajes de la infancia de la Santa, y a capítulos seleccionados de Las moradas, que comenta en una multivariedad de formas poéticas, en donde está muy acertado, elevándose para imitar en algo la poesía de nuestro Siglo de Oro (ejemplo: “Mézclanse las zarzas al espino / elevan pabellones de verdura, / y de flores silvestre remolino [...]”).
El doctor Fernández y Martínez también fue un digno aficionado a la pintura y en Villarrobledo hay diversos cuadros suyos en casas particulares. Destaca un excelente Autorretrato, sentado con vestiduras de deán, con bonete, en el que la atención se desvía a un pequeño Cristo de blanco marfil, que forma un ángulo de triángulo armónico junto con la cara y cuello blanco y las manos y puñetas blancas.
Murió en Villarrobledo a los setenta y seis años. Es probable que al sentirse enfermo en Orihuela, viajara a su ciudad natal para acabar allí sus días.
Obras de ~: Escritos: Los Siete Salmos Penitenciales parafraseados en décimas castellanas según el espíritu de la Iglesia Católica, Valencia, Imprenta En Bou, 12, 1906; El Salterio de los Santos. Sobre el Martirologio Romano. Varios Sonetos y otras composiciones á las Fiestas y Santos más importantes, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del S. C. de Jesús, 1913, 1914 (2 vols.); La Sulamita de Ávila. Poema biográfico de Santa Teresa de Jesús en multitud de palabras, frases y sentencias de la Mística Doctora terminando con un resumen fantástico, Murcia, Imprenta de “La Verdad”, 1914 (2.ª ed. con el tít.: La Sulamita de Ávila. Vida y moradas de Santa Teresa de Jesús, Bilbao, J. Álvarez, 1914).
Pintura: Procesión del Cristo de Moharras, c. 1910; Autorretrato, c. 1912 (ambos, propiedad particular en Villarrobledo).
Bibl.: A. Sandoval Mulleras, Historia de mi pueblo: la Muy Noble y Leal Ciudad de Villarrobledo, Albacete, Imprenta Fuentes, 1960, pág. 332.
Fernando Rodríguez de la Torre
