Suárez de Amaya, Diego. Sevilla, c. 1562 – ?, s. XVII. Militar y gobernante.
Un expediente de pasajeros de 1591 que conserva el Archivo General de Indias (AGI) indica que Suárez de Amaya era natural de Sevilla y que era hijo de Fernán Suárez de Amaya y de Catalina de Caso. En La Dragontea, Lope de Vega indica que Suárez de Amaya contaba en 1596 con unos treinta y cuatro años (v. 3977), por lo que debió de nacer en torno a 1562.
Lope también señala que habría comenzado su carrera militar en las guarniciones de Italia y luego en Flandes (La Dragontea, v. 3976), dato que confirma el propio Suárez de Amaya en una carta al Rey del 30 de junio de 1592, y en otra misiva del 15 de septiembre del mismo año en que declara haber servido desde 1575 “en la milicia de Flandes y Italia y otras partes”.
El primer documento conocido que menciona a Suárez de Amaya es una Real Cédula del 31 de marzo 1584 en que se le nombra “entretenido” de la flota de Nueva España, con un sueldo de treinta ducados al mes, que debía recibir hasta recibir otra posición.
Sin embargo, no alcanzó ningún puesto importante, pues el AGI no conserva documentos relativos a su vida en América durante estas fechas. En ellas debió de dedicarse a la milicia, pues en una carta al Rey de 1592 declara estar ejercitado en la “navegación destos reinos”. En algún momento anterior a 1590 regresó a España, y allí se casó con Catalina Villota, hija de Juan Jáquez de la Villota, que había servido a Felipe II, como “criado muy antiguo”. Con Catalina tuvo al menos dos hijos, Catalina y Juan.
Quizás por mediación de su suegro, el 11 de marzo de 1591 Suárez de Amaya fue nombrado alcalde mayor y capitán general de la ciudad de Nombre de Dios, la costa caribeña de Tierra Firme (Panamá). Este título conllevaba un salario de seiscientos pesos y le fue ratificado el 8 de diciembre del mismo año, cuando “obedeciendo lo que VM me mandó, salí de esa corte y vine a servir este oficio de alcalde mayor y capitán general desta ciudad, dejando mi mujer e hijos en poder de mi suegro”, como le cuenta al Rey en la citada carta. En el mismo documento Suárez de Amaya detalla sus prevenciones para fortificar el puerto de Nombre de Dios, que era “la llave de todo el Perú”, pues gobernaba el camino real a Panamá, al otro lado del Istmo, y recibía anualmente la flota que llevaba el oro y plata peruanos hacia España. Asimismo, la carta inaugura la serie de quejas y peticiones al Rey: sobre la notoria insalubridad de Nombre de Dios, sobre su escaso salario y sobre su deseo de servir en otra población. En carta de septiembre del mismo año concreta que desearía el importante puesto de gobernador de Cartagena de Indias (Colombia), petición que reitera en enero de 1593. Estas solicitudes vuelven a aparecer en una serie de cartas que envía, ya al Rey ya a Juan de Ibarra, del Consejo de Indias, entre los años 1593 y 1595, en las que relata sus servicios fortificando Nombre de Dios al tiempo que pide un nuevo destino. En diciembre de 1593 señala “haber padescido muchas enfermedades y achaques ordinarios, procedidos desta mala tierra”, y solicita licencia por dos años para volver a España por motivos familiares —su padre había muerto y quería visitar “a una mujer moza y dos criaturas que dejé por venir a servir a VM”— y para “recomponer mi hacienda y restaurar mi salud”. La licencia le fue otorgada el 2 de junio de 1594, pero Suárez de Amaya no la pudo disfrutar porque cuando la recibió ya se dirigía hacia Nombre de Dios la flota de Francis Drake.
Según Francisco Caro de Torres, esta “gruesa armada” pretendía saquear Nombre de Dios y Panamá y robar la plata peruana allí acumulada (fols. 53r.- 53v.). Sin embargo, los españoles derrotaron a los ingleses, muy superiores en número, en la batalla del fuerte de San Pablo, el 15 de enero de 1596. Los ingleses sufrieron numerosas bajas, y debieron retirarse en una expedición que supuso un completo desastre y que acabó con la vida de su general, el famoso Drake.
Suárez de Amaya se retiró con sus hombres de Nombre de Dios y resistió a los ingleses camino del fuerte, donde destacó en la batalla decisiva. Por ello, reclamó el mérito de haber derrotado a Drake, y se enzarzó en una disputa legal con Alonso de Sotomayor. Sotomayor había sido nombrado capitán general de Tierra Firme por la Audiencia de Panamá (Caro de Torres, fol. 78r.) —y como tal era el superior de Suárez de Amaya—, había diseñado el plan para enfrentarse a Drake y había enviado soldados para apoyar a Suárez de Amaya. Sin embargo, Suárez de Amaya fue a España a defender su caso, y debió de conseguir el apoyo de alguno de los hombres fuertes en el nuevo régimen del duque de Lerma —como el príncipe de Esquilache, Francisco de Borja y Aragón— además del de Lope de Vega, que en La Dragontea (1598) le atribuye el mérito de la victoria. No obstante, Sotomayor realizó sus propias gestiones ante los ministros del todavía rey Felipe II, movimientos que fueron especialmente efectivos porque las relaciones oficiales de la Audiencia de Panamá le concedían el mérito de la victoria. En consecuencia, Sotomayor fue recompensado con el cargo de presidente de la Audiencia panameña, que era el que había solicitado. Por su parte, Suárez de Amaya solamente recibió el 15 de junio de 1598 un puesto menor, el de gobernador y capitán general de la Nueva Andalucía y Cumaná (Venezuela), puesto que debía ocupar durante seis años y que se le concedía por “lo mucho y bien que me habéis servido en las cosas de la guerra y la mucha plática que tenéis dellas”. El último documento que tenemos sobre su vida es una licencia de pasajeros del 17 de marzo de 1600 que afirma que Suárez de Amaya partió a desempeñar su cargo en un barco que se dirigía a la isla Margarita, acompañado de su mujer e hijos. Si no logró restaurar su salud, debilitada por su estancia en Nombre de Dios, debió de morir en Cumaná, sin haber recibido una recompensa proporcional a sus méritos en la resistencia a los ingleses.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Panamá 43, N52. 30/6/1592; Panamá 43, N56, 15/9/1592; Panamá 43, N57. 3/1/1593; Panamá 43, N58. 3/2/1593; Panamá 43, N60. 15/3/1593; Panamá 43, N60bis. 15/3/93; Panamá 43, N63, 1/7/1593; Panamá 43, N66. 30/12/1593; Panamá, 43, N96. 11/6/1594; Panamá 43, N99. 22/7/1594; Panamá 43, N107. 26/9/1594; Panamá 44, N16. 18/10/1595; Panamá 32, N22. 14/2/1597; Contratación 5238, N.2, R9, 8/12/1591; Indiferente 1952, L2, f.212-213. 31/3/1584; Panamá 237, L12. f. 139v.-40r. 11/3/91; Contratación 5792, L2, F.169v.-170v. 11/3/1591; Panamá 237, L12, f.219v. 2/6/1594; Indiferente 516, L1, f.9r.-11r. 15/6/1598; Contratación 5792, L2, F.267v.-268v. 12/8/1598; Patronato 293, N20, R.1; Contratación 5263A, N1, R55. 17/3/1600.
F. Caro de Torres, Relación de los servicios que hizo a su majestad del rey don Felipe Segundo y Tercero don Alonso de Sotomayor, del hábito de Santiago y comendador de Villamayor, del Consejo de Guerra de Castilla, en los estados de Flandes y en las provincias de Chile y Tierra Firme, donde fue general, Madrid, viuda de Cosme Delgado, 1620; E. R. Wright, Pilgrimage to Patronage. Lope de Vega and the Court of Philip III 1598- 1621, Lewisburg, Bucknell University Press, 2001; L. de Vega Carpio, La Dragontea, ed. de A. Sánchez Jiménez, Madrid, Cátedra, 2005.
Antonio Sánchez Jiménez