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Vicente Bacallar y Sanna

Biografía

Bacallar y Sanna, Vicente. Marqués de San Felipe (I). Cagliari (Italia), 6.II.1669 – La Haya (Holanda), 11.VI.1726. Militar, diplomático al servicio de Felipe V y escritor.

Nació en Cerdeña, en el seno de una familia noble de origen español, por parte de su padre, que fue Pablo Bacallar Santucho, gobernador de Sassari y de la región de Logudoro de 1691 a 1697; su madre, María Sanna y Mura, era de la familia de los señores de Gesico y Goni. Pasquale Tola asegura que Vicente Bacallar realizó estudios en España y que regresó para casarse con Jerónima Cervellón, hija del séptimo barón de Samatgni, señor de Tuili; tuvo dos hijos pero sólo le sobrevivió su hija, María Josefa.

En las Cortes de Cerdeña del 26 de enero de 1698 ya desempeñó un papel importante en calidad de militar vinculado al conde de Montellano. Cuando Felipe V llegó al trono español, Vicente Bacallar hizo pública su fidelidad al primer monarca Borbón español, que no debe confundirse con la servil aceptación de la política de sus ministros, sino con una adhesión a su legitimidad y a un programa de gobierno. Como recompensa a sus méritos y fidelidad, fue designado caballerizo mayor del reino de Cerdeña (1703) y gobernador de los cabos de Cagliari y Gallura (Cerdeña), ocupación de responsabilidad e importancia estratégica (1705) superada sólo por la figura del virrey. Intervino a petición del virrey de la isla —marqués de Jamaica— para solucionar los enfrentamientos derivados de la formación de dos grupos opuestos durante la Guerra de Sucesión española, que fue uno de los procesos más decisivos de la modernidad.

Cuando llegó la escuadra de los aliados a las costas de Cerdeña, intentó una defensa eficiente de su territorio, aunque no tuvo éxito por la defección de parte de las fuerzas radicadas en la isla (1708). Pasó a España, donde le fue concedido el título de marqués de San Felipe (1709) como premio por su fidelidad, aunque fuera, formalmente, extendido más tarde (1718).

Firmada la Paz de Utrecht, Bacallar fue partidario del revisionismo mediterráneo que planificaba la Corona española. Participó de las negociaciones en Breda y Utrecht para luego ser designado como embajador español en Génova (1714). En la expedición a Cerdeña (1717), Alberoni aprovechó sus dotes diplomáticas que fueron apoyadas por las armas españolas. El marqués siempre había sido acérrimo defensor de la idea de una recuperación de su isla natal, empresa que intentó desde su llegada a Génova. Sin embargo, aunque compartieran idéntico objetivo, las manifestaciones sobre la política exterior de Alberoni le hicieron perder parte de la objetividad que pretendió en su obra. Colaboró luego en el proyecto para reconquistar Sicilia.

Génova se convirtió en un lugar adecuado para seguir las alternativas de la política internacional cuando comenzaron las negociaciones del complejo Congreso de Cambrai (1720-1724). Bacallar era una figura fundamental para la diplomacia en Italia. Las discusiones sobre la sucesión de Parma, Plasencia y Toscana son relatadas en los Comentarios que se transforman, por momentos, en una autobiografía.

El marqués de San Felipe es una de las figuras más representativas de la primera mitad del siglo XVIII, casi un símbolo —afirma Seco Serrano—, y excepcional testigo. A su destacada actuación como militar deben sumarse sus actividades como diplomático y escritor en lengua española para manifestar sus inquietudes como moralista y político. Sus méritos en el campo cultural fueron reconocidos al ser incluido el 23 de noviembre de 1713 como uno de los primeros miembros de la Real Academia Española, inaugurando la Silla N.

Bacallar le dedicó a Luis I El arte del reynar cuando asumió sus funciones como Rey. La intención del autor pudo ser conseguir la vuelta a la Corte, pero la brevedad del reinado no permitió evaluar esta probabilidad. El “reinado relámpago” (A. Danvila) duró pocos meses debido a la muerte del Rey, el 31 de agosto de 1724. El regreso de Felipe V al trono marcó una tendencia de acercamiento a la Corte de Viena con la mediación del barón de Ripperdá. Los tratados de Viena firmados en 1725 ponían fin a una etapa de enemistades entre España y Austria y resolvían algunos conflictos desatados desde el comienzo de la Guerra de Sucesión española. Las reacciones de otras potencias europeas no se hicieron esperar y para evitar las posibles repercusiones Bacallar fue enviado a Holanda, en la que fue su última misión diplomática, a fines de 1725, para evitar su alianza con Inglaterra y Francia. En La Haya murió cumpliendo con sus obligaciones al servicio de la Corona.

Cronista, pensador político y moralista, su obra es un ejemplo de las producidas en el “clima de ideas” que vive la Europa de Feijoo, resultado de una amalgama de tradición e innovación. La Monarquía hebrea podría incluirse dentro del género de los “espejos de príncipes”. En ella se manifiesta como defensor de la realeza de derecho divino aunque matiza el posible absolutismo con una ajustada elección de las minorías que deben aconsejar al soberano para que su reinado sea inspirado por una serie de principios, concepto que también enuncia en El arte del reynar. Bacallar defiende una concepción de la política inspirada en Séneca, Suetonio, Tácito y Quevedo, basada en los principios de prudencia y moderación que siempre deben regir los actos del Rey, pero con más razón los momentos fundacionales de una monarquía. Su erudición es notable y en las citas de sus obras demuestra la lectura de muchos autores que formaban parte de su rica biblioteca.

Dejó testimonio de los sucesos de los que fue contemporáneo en los Comentarios —su obra más conocida—, que constituyen una fuente esencial para una aproximación a los primeros años del siglo XVIII, pues fusionan los tonos de una crónica sobria y el interés de las memorias al estilo de Saint Simon. En ellos analiza los hechos ocurridos desde 1700 hasta 1725. La obra fue continuada por José del Campo Raso hasta 1742.

Los Comentarios, de intención objetiva a pesar de su adhesión a la causa borbónica, fueron, sin embargo, retirados de la venta por orden del Rey a causa de algunos conceptos que consideró ofensivos para los intereses de la Monarquía. Los propósitos del autor quedan reflejados en la dedicatoria a Felipe V. Como historiador, asegura poner sus escritos a los pies del Rey, ya que fueron “escritos tan ingenuamente y sin los villanos traidores humos de la lisonja, como obra que se había de presentar a príncipe tan amante de la verdad”. Su influencia fue notable en las obras de autores posteriores, tales como la Historia civil de España, sucessos de la guerra y tratados de paz, desde el año de mil setecientos hasta el de mil setecientos y treinta y tres de fray Nicolás Belando (1740-1744) o España bajo el reinado de la Casa de Borbón desde 1700 en que subió al trono Felipe V hasta la muerte de Carlos III en 1788 de William Coxe (1846-1847). La fama de Bacallar se debe, en gran parte, a los Comentarios, privilegiándose así los aspectos históricos de su producción como escritor.

San Felipe, constituye un ejemplo de equilibrio entre palabras y acciones, fue un escritor polifacético que abordó con el mismo entusiasmo la poesía y la prosa y con idéntico entusiasmo cumplió funciones de cortesano, diplomático y militar al servicio del primer Borbón. No resulta sorprendente, en este contexto, que el Monarca le encargara la redacción de la crónica de su reinado, una obra de consulta ineludible para analizar los temas referidos a diversos aspectos del reinado de Felipe V y, en particular, a la Guerra de Sucesión española.

 

Obras de ~: “Prólogo” y “Notas marginales”, en J. de Solís y Gante, Fábula de Eco y Narciso, Madrid [1706]; Los Tobías. Su vida escrita en octavas, Madrid, 1709; Palacio de Momo. Apología yocoseria por la Historia de la Iglesia y del mundo y por su autor D. Gabriel Álvarez de Toledo y Pellicer, defendiéndole de una carta anónima, aunque con el nombre de Maestro de Niños que supone ser impresa en Zaragoza y dirigida al mesmo autor después de haber muerto. Escribió la Apología Encio Anastasio, Heliopolitano, Madrid, León de Francia, 1714; Monarchia hebrea, Génova, Mathèo Garbizza, 1719; Comentarios de la Guerra de España desde el principio del reynado del Rey Phelipe V hasta la paz general del año 1725, Genova, Matteo Garbizza [1725] (Madrid, Imprenta Real, 1792-1793); “El Arte del Reynar. Dirigido al Señor rey Luis Primero”, en Semanario Erudito (Madrid), III (1787); Comentarios a la guerra de España e historia de su rey Felipe V, el animoso, ed. y est. prelim. de C. Seco Serrano, Madrid, Atlas, 1957 (col. Biblioteca de Autores Españoles, vol. 99).

 

Bibl.: P. Martini, Biografía sarda, vol. I, Cagliari, 1837; P. Tola, Dizionario biografico degli uomini illustri di Sardegna, Torino, Tipografía Chirio e Mina, 1837-1838; E. Toda y Güell, Bibliografía española de Cerdeña, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1890; E. Esteve Barba, “Cerdeña entre Austrias y Borbones”, en Anales de la Universidad de Madrid (Madrid), vol. IV (1935), págs. 157-171; F. Alziator, Storia della letteratura di Sardegna, Cagliari, Edizioni della Zattera, 1954; M. Batllori, “La literatura hispano-italiana del Setecientos”, en D. G. Díaz Plaja (dir.), Historia general de las literaturas hispánicas, vol. IV, Barcelona, Sociedad Alianza de Artes Gráficas, 1956; R. Bonu, Scrittori Sardi, Cagliari, 1961; C. Seco Serrano, El reinado de Felipe V en los Comentarios del marqués de San Felipe, est. prelim., en V. Bacallar y Sanna, Comentarios de la Guerra de España [...], op. cit., págs. VLXXIX; M. Cocco Angioy, Vicente Bacallar, la poesía del diplomático sardo-hispánico, Cagliari, Pisano, 1983; B. Anatra, La Sardegna dall’unificazione aragonese ai Savoia, Torino, Utet Librería, 1987; G. Stiffoni, Veritá della storia e ragioni del potere nella Spagna del primo Settecento, Venezia, 1988; E. Bogliolo, Tradizione e innovazione nel pensiero politico di Vicenzo Bacallar, Milano, Franco Angeli, 1989; L. M. Enciso Recio et al., Historia de España 10. Los Borbones en el siglo XVIII (1700- 1808), Madrid, Gredos, 1991; A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, pág. 80; M. L. González, “Un aporte para el estudio de la Guerra de Sucesión Española. Reflexiones sobre la ‘edad oscura’ de la moderna historiografía española”, en L. M. González (ed.), Actas del III Coloquio Internacional de Historiografía Europea: Investigaciones y Tendencias, Mar del Plata, Universidad Nacional de Mar del Plata, 2002.

 

María Luz González Mezquita

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