Romero de Lema, Maximino. Bayo (La Coruña), 15.XI.1911 – Barcelona, 29.X.1996. Presidente de Acción Católica Nacional de Propagandistas, director de periódico, sargento de Artillería, arzobispo de Madrid-Alcalá, obispo de Ávila.
Fue el noveno y último hijo de una familia acomodada.
Entre 1927 y 1932 estudió y se licenció en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela.
Durante estos años se incorporó a la Confederación Nacional de Estudiantes Católicos. En el año en que terminó su licenciatura fue designado presidente de la Junta Diocesana de la Juventud de Acción Católica de Santiago de Compostela. A finales de ese año de 1932 participó en el Congreso Nacional de la Juventud de Acción Católica, celebrado en Santander, en el que propuso una peregrinación nacional a Santiago en el Año Santo de 1937, la cual, debido a las guerras, Civil Española y Segunda Mundial, no pudo celebrarse hasta el Año Santo de 1948.
También en Santiago se unió a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Al finalizar el Congreso de las Juventudes Católicas de Galicia celebrado en Cambados, en julio de 1933, Ángel Herrera Oria, presidente de la Acción Católica Nacional de Propagandistas y director del diario El Debate, le animó a trasladarse a Madrid e incorporarse al Centro de Estudios Universitarios (CEU), para explicar Historia del Derecho. Fue profesor ayudante del profesor Antonio de Luna, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad de Madrid. Formó parte del Consejo Superior de la Juventud Católica y asistió en abril de 1934 a la peregrinación a Roma. En sus años madrileños inició su amistad con Alberto Martín Artajo, Joaquín Ruiz-Giménez, Fernando María Castiella, Pedro Gamero del Castillo, Eugenio Vegas Latapié, Antonio Poch, Armando Durán, etc.
De acuerdo con Ángel Herrera, y dada la vocación sacerdotal de ambos, decidieron iniciar en mayo de 1936 los estudios eclesiásticos en Friburgo (Suiza), que Romero de Lema interrumpió iniciada la Guerra Civil, para incorporarse en San Sebastián al Ejército franquista en el que alcanzó el grado de sargento de Artillería.
Recién concluida la guerra, en mayo de 1936, viajó a América con Joaquín Ruiz-Giménez y el sacerdote Emilio Bellón, para participar en Lima en el II Congreso Iberoamericano de Estudiantes Católicos.
En octubre de 1939 Romero de Lema ingresó en el Seminario de Madrid, en donde coincidió con el filósofo Manuel García Morente. Al comenzar el curso 1941-1942, Romero de Lema se trasladó al Colegio Español de Roma, para estudiar en la Universidad Gregoriana, en donde permaneció dos años. Fue ordenado sacerdote en Santiago de Compostela, y celebró su primera misa el 25 de diciembre de 1944 en la cripta de la Catedral. Formó parte del grupo sacerdotal reunido por Ángel Herrera en Maliaño (Cantabria).
Al inaugurarse en la primavera de 1947 el Colegio Mayor Hispanoamericano Nuestra Señora de Guadalupe fue nombrado director espiritual. Del talento con que ejerció su labor es expresivo testimonio el dado, años después, por uno de los colegiales, el poeta José Ángel Valente: “Romero de Lema representaba el hecho insólito de una religiosidad abierta y dialogante que remitía sobre todo a contenidos profundamente evangélicos. Diálogo, en fin, que sólo podía tener su fundamento en la libertad, en el respeto y en el amor al prójimo” (El País, 18 de mayo de 1987).
En septiembre y octubre de 1947 viajó por varios países iberoamericanos, para presentar a los obispos el proyecto de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano Americana (OCSHA), que con el tiempo alcanzaría una gran eficacia pastoral y misionera, mediante el envío de centenares de sacerdotes, a distintos países americanos.
Al ser nombrado en 1948, Joaquín Ruiz-Giménez embajador ante la Santa Sede, incorporó a la embajada, como asesor eclesiástico, a Romero de Lema, quien el 18 de junio de 1949, tomó posesión como rector de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat en Roma, que contaba con una residencia aneja, administrada por la Obra Pía de Roma, que fue sede del Instituto Español de Estudios Eclesiásticos, creado por iniciativa de Romero de Lema, centro que editaría un anuario, Anthologica Annua, cuyo primer número vio la luz el año 1953, y una colección de libros Monumenta Hispaniae Vaticana, ambas publicaciones dedicadas a presentar los frutos de las investigaciones realizadas por los residentes. Otra iniciativa de Romero de Lema fue la creación en Jerusalén del Instituto Español Bíblico y Arqueológico.
En 1957 Ángel Herrera le pidió que abandonara Roma y regresara a España para encargarse de la subdirección del Instituto Social León XIII. Asimismo fue nombrado rector de la iglesia del Espíritu Santo.
El 19 de julio de 1964 fue consagrado obispo auxiliar de Madrid-Alcalá y encargado del apostolado universitario en España, por acuerdo de la Conferencia de Metropolitanos. El 19 de octubre de 1968 el papa Pablo VI le nombró obispo de Ávila, en donde permanecería hasta 1973. La Universidad Pontificia de Salamanca durante el curso 1969-1970, en pleno post-Concilio, vivió un período de serio conflicto: huelga de estudiantes; petición de los alumnos de Teología de destitución de varios profesores; incertidumbre acerca del futuro de la Universidad, etc., todo lo cual obligó a la Santa Sede a designar al padre Antonio María Javierre como “visitador apostólico” de la Universidad. Como resultado de su informe, la Sagrada Congregación para la Enseñanza Católica decretó la constitución de una comisión presidida por el obispo Romero de Lema. El tacto, delicadeza y firmeza con que llevó a cabo la dirección de los trabajos de la Comisión, contribuyeron a superar la crisis vivida por la Universidad para la que sería elegido gran canciller por la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal el día 1 de febrero de 1971. En el mismo año fue miembro, por designación pontificia, del sínodo de los obispos. En 1973 volvió a Roma, para ocupar, ya arzobispo, el puesto de secretario de la Sagrada Congregación del Clero que desempeñó hasta su jubilación en diciembre de 1986. Al año siguiente, Kiko Argüello y Carmen Hernández, fundadores del Camino Neocatecumenal, le ofrecieron, y aceptó, la dirección espiritual del Seminario Diocesano Misionero “Redemptoris Mater”, en Roma. Ya muy enfermo y consciente de la gravedad de su estado, decidió regresar a España con el deseo de morir en su tierra natal. Murió el 29 de octubre de 1996 cuando el avión volaba de Roma a Barcelona, en donde se produjo el aterrizaje y se llevó a cabo la autopsia del cadáver. El entierro tuvo lugar en la iglesia parroquial de Bayo, erigida por Romero de Lema, quien cedió para ello, así como para la construcción de un Instituto de Enseñanza Media, terrenos por él heredados.
Obras de ~: OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana). “Los orígenes de la Obra”, Roma, 1991.
Bibl.: G. Alonso, “Maximino Romero de Lema”, en R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. XXVII, Santiago de Compostela, Gran Enciclopedia Gallega, 1974-2000; J. M.ª García Escudero, “Maximino Romero de Lema”, en Conversaciones sobre Ángel Herrera, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 1986; A. Garrigós, Evangelizadores de América. Historia de la OCSHA, pról. de E. Pironio, Madrid, BAC, 1992; G. Redondo, Política, cultura y sociedad en la España de Franco (1939-1975). t. I. La configuración del Estado español, nacional y católico (1939- 1947), Pamplona, Eunsa, 1999; O. González de Cardedal, “Romero de Lema, entre Roma y Santiago”, en La palabra y la paz 1975-2000, Madrid, PPC, 2000; G. Redondo, Política, cultura y sociedad en la España de Franco (1939-1975), t. II/1. Los intentos de las minorías dirigentes de modernizar el Estado tradicional español (1947-1956), Pamplona, Eunsa, 2005.
Antonio Lago Carballo