Serrano, Antonio. ?, s. xvii – Alicante, 16.X.1733. Teniente general de la Armada.
Pertenecía Antonio Serrano a la Armada Real del Océano, en donde prestaba sus servicios, según declara el comisario Francisco Cortango, desde el año de 1676 en que había sentado plaza de soldado ordinario en el Ejército de Cataluña, y en donde se encontraba en 1700 como capitán de Mar y Guerra.
Durante los primeros años de servicio, constan veintiséis años y seis días, desde el 6 de octubre de 1676 hasta el 20 de noviembre de 1702. En ellos participó en los siguientes hechos de armas sirviendo en la Armada del Océano y en las Galeras de Génova: operaciones sobre la costa de África y de Italia hasta el año de 1695 en que alcanzó el empleo de capitán de mar y guerra; pasó después a servir a Ceuta y al presidio de Gibraltar. Pasó seguidamente a las costas de África, y en la Armada del Océano a la expedición que salió en mayo de 1700 para el Darién, a las órdenes del almirante general Pedro Fernández de Navarrete.
Siguió Antonio Serrano sus navegaciones y servicios de mar y guerra y por haber perdido en estos años la mano derecha, le concedió el Rey una pensión vitalicia de 500 escudos anuales. Finalizada la guerra de Sucesión y por cédula de 14 de febrero de 1714, en que se fundían en Armada única las que existían en el océano, pasó Serrano a engrosar los nuevos escalafones de la Real Armada, con el empleo de capitán de fragata. Tuvo el mando del navío El Catalán de sesenta cañones y con él un encuentro con el navío inglés que montaba ochenta, de nombre Mary, que mandaba Vernon, el que después sería famoso por su fracaso en Cartagena de Indias años más tarde, y que en esta ocasión tuvo que retirarse. Ascendido a general, mandó dos escuadras, y en noviembre de 1725 se hallaba en América mandando además la escuadra de Barlovento, con la que entró en Veracruz en dicho año. Salió Serrano de dicho puerto el 3 de junio de 1726, y habiendo fondeado en La Habana al sospechar un rompimiento con Gran Bretaña, desembarcó el tesoro que conducía. Regresó a España, y en la travesía al desembocar por el canal de Bahama, un recio huracán dispersó la escuadra y convoy, sin embargo no sufrió graves pérdidas. Al entrar en Cádiz en febrero de 1727, solicito el relevo del mando por sus achaques y lo ocurrido con la escuadra y flota. El Rey no admitió su demanda y lo confirmó en el mando, continuando en él hasta finales del año de 1730 en que desembarcó para tratar de curar sus dolencias.
Poco tiempo después se volvieron a solicitar sus servicios para mandar cinco navíos que se estaban armando en Cádiz, para unirse a otras escuadras. En el mes de mayo de 1733 se dirigió a Alicante, donde reunió y organizó su escuadra, dando impreso un plan de señales para transmitir órdenes y disposiciones, ya en puerto o en la mar. En el mes de septiembre salió para la costa de África a fin de castigar las incursiones de los piratas berberiscos, atacándolos en Argel, Túnez y Trípoli. De regreso a Alicante, el 16 de octubre del precitado año de 1733, a las doce del mediodía, a bordo del navío de su insignia Príncipe de Asturias, falleció de sus múltiples achaques. El conde de Clavijo como segundo de la escuadra de veinticinco navíos fondeada en puerto tomó el mando. Su cadáver fue embarcado en su falúa y llevaron las cintas del féretro los generales conde de Clavijo y Alderete y cuatro capitanes de navío comandantes de buques de la escuadra.
Su entierro se efectuó con mucha pompa al igual que los funerales, siendo enterrado en la parroquia de Santa María de Alicante al día siguiente de su fallecimiento, el 17 de octubre de 1733. Antonio Serrano estaba casado con Nicolasa Gómez Dávila, y tuvo dos hijos: el mayor se llamaba Pedro, siendo aún guardia marina se le concedió merced de hábito en una de las órdenes militares, en atención a los méritos de su padre, el cual siguiendo su carrera y navegando en la fragata Hermione, de la escuadra del general Pizarro, pereció sobre el cabo de Hornos; y la segunda, que era mujer, se casó con el comisario de Marina José de Montalvo. El fallecimiento del teniente general Serrano, se comunicó en la Gaceta de Madrid el 29 de octubre de la siguiente manera: “Falleció en Alicante, de avanzada edad, don Antonio Serrano, Teniente General de las Armadas navales de S.M., bravo marino y modelo de antiguos servidores”.
Fuentes y bibl.: Archivo del Museo Naval de Madrid, Catálogo Real Compañía de Guardias Marinas, Probanzas, n.º 529, año 1730, Sign. E118.
Gaceta de Madrid el 29 de octubre de 1733; F. de P. Pavía Pavía, Galería Biográfica de Generales de Marina, Madrid, imp. F. López, 1873.
Hermenegildo Franco Castañón
