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José Polo de Bernabé y Mordella

Biografía

Polo de Bernabé y Mordella, José. Valencia, 13.X.1821 – Madrid, 17.II.1895. Vicealmirante de la Armada, caballero de 1.ª clase de la Orden de San Fernando, embajador.

Informaciones testificales efectuadas en Villarreal, Benicarló y Alcora acreditan la hidalguía por sus cuatro abuelos. Su padre era Luis Polo de Bernabé, capitán de navío de la Armada, natural de Villarreal (Castellón), y su madre, Peregrina Mordella, natural de Cartagena. Pertenecía a una insigne familia de marinos.

Al haber desaparecido las compañías de guardias marinas, solicitó plaza para ser examinado para obtener plaza de guardia marina de 2.ª clase. Después de efectuar los citados exámenes de los estudios elementales, ingresó en la Armada en el departamento de Cartagena en noviembre de 1838. Entusiasmo y afición fueron las causas que a la carrera naval lo dirigieron; con notas de “sobresaliente” cursó los estudios teóricos en el arsenal de Cartagena. Comenzó a navegar por el Mediterráneo para hacer prácticas de navegación, participando también en cruceros de vigilancia y acciones de guerra en las costas de Cataluña cuando la Primera Guerra Carlista. En octubre de 1844, fue ascendido a alférez de navío y en febrero de 1848 se le promovió a teniente de navío. El 17 de septiembre de 1853 fue promovido al empleo de capitán de fragata. Estando en octubre de 1857 al mando de la corbeta Villa de Bilbao se dirigió, con dicho buque y la goleta Cruz, a efectuar el relevo del bergantín Patriota y de la goleta Cartagenera, que estaban en Montevideo formando la Estación Naval del Río de la Plata y, por los incidentes suscitados entre el jefe de la Estación Naval, capitán de fragata Croquer, con el comandante de la corbeta norteamericana Germantown, se había decidido su relevo. Polo de Bernabé se dirigió el 31 de diciembre de 1857, enviando un informe al ministro de Marina exponiéndole: “la indudable utilidad de esta Estación Naval”, insistiendo en lo beneficioso que había sido su presencia para los productos españoles en Montevideo y Buenos Aires, que habían aumentado considerablemente su comercio.

Sugería que se aumentase la fuerza de la Estación con un vapor, que las actividades llegasen hasta Brasil y que se denominara: “Estación Naval del Brasil y del Plata” o “Estación Naval de la América del Sur”, como así eran llamadas las de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y proponía que el buque mayor se estacionase en Montevideo y el más pequeño, vapor de hélice, en los ríos interiores. El cónsul de España en Montevideo, señor Albistur, apoyó en todo las propuestas del comandante de la Villa de Bilbao, aduciendo además: “el prestigio que produce la presencia del pabellón de guerra, sobre todo en países que tantos recuerdos despierta y en los que vive una parte de la generación que lo miró en otro tiempo como propio, no puede mantenerse si no hay buques adecuados para llevar a las puertas de la Confederación Argentina ese glorioso pabellón”. Mientras se trataba la cuestión, surgió una nueva revolución en la República Oriental del Uruguay. En la goleta Cruz se dio asilo político, por orden de Polo de Bernabé, al militar uruguayo Ventura Rodríguez, miembro del Partido Colorado, y se ordenó, por así solicitarlo de nuevo el jefe de la Estación, reforzarla con el envío del bergantín General Valdés, proveniente del Apostadero de La Habana y, de la goleta Concordia enviada desde la Península.

A la llegada del Valdés a Montevideo, el 11 de octubre de 1859, se efectuó el relevo en el mando de la Estación, tomándolo el capitán de fragata Valentín Castro Montenegro, y cesando Polo de Bernabé, que con su buque regresó a España. Continuó actuando con su buque en comisiones y cruceros por el Atlántico y Mediterráneo en todas las operaciones llevadas a cabo por la escuadra durante la guerra de África, pasando como mayor general de la escuadra de operaciones del mando del general Bustillo; por dichas acciones de guerra se le concedió la Cruz de 1.ª Clase de la Orden de San Fernando: por su valor en los ataques llevados a cabo a Larache y Arcila los días 25 y 26 de febrero de 1860, y la Medalla de la campaña de África.

Posteriormente trasbordó a la fragata Carmen, mando que tomó al ascender a capitán de navío el 3 de abril de 1860. El 14 de septiembre de 1869 ascendió a contralmirante (antes brigadier), al cambiar la denominación de algunos empleos del Cuerpo General de la Armada; el 15 de julio de 1870 se le nombró vicepresidente del Almirantazgo, y el 10 de noviembre, el regente del Reino, general Serrano, lo nombró, a propuesta del ministro de Marina José María Beránger, comandante general de la Escuadra del Sur de América, tomando el mando el 27 de agosto de 1871 en Río de Janeiro. Permaneció al mando de la escuadra hasta el 13 de enero de 1872, en que por la dimisión del embajador de España en los Estados Unidos, y por las especiales circunstancias que concurrían de tacto y habilidad en el contralmirante Polo de Bernabé, fue nombrado embajador extraordinario en los Estados Unidos de América. En este espinoso puesto actuó con pericia y prudencia; sobre todo en el caso del apresamiento del Virginius, por la corbeta Tornado en aguas de Cuba, que puso en peligro la paz entre las dos naciones. Por sus especiales cualidades, fue declarado Hijo Adoptivo de Nueva York y ciudadano americano, distinción suprema otorgada por aquel país.

Permaneció en dicho puesto diplomático hasta que, por decreto de 22 de julio de 1874, volvió al servicio activo de la Armada. El 29 de mayo de 1875, habiendo muerto gloriosamente el comandante general de las fuerzas navales que operaban en el Cantábrico, Victoriano Sánchez Barcáiztegui, fue nombrado para sustituirlo. El 2 de abril de 1876, para recompensar sus servicios en la Campaña del Norte, durante la última Guerra Carlista, se le concedió la Gran Cruz de la Orden de Carlos III; el 6 de mayo fue nombrado vocal de la Junta Superior Consultiva de la Marina, cesando el 2 de febrero de 1877 y, nombrándole comandante general del Apostadero de Marina y Escuadra de Filipinas. El 9 del mismo mes y año se le concedió la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo por servicios llevados a cabo por la escuadra de su mando, durante la guerra contra los carlistas.

Un año más tarde se le otorgó la misma recompensa con distintivo blanco, por Real Orden de 19 de febrero de 1878. Permaneció en Filipinas hasta el 12 de noviembre de 1879, en que fue nombrado comandante general de la Escuadra de Instrucción, cesando el 15 de noviembre de 1881 por haber cumplido el plazo reglamentario el 18 de diciembre de dicho año, pasando a ocupar el cargo de vocal de la Junta Consultiva de la Armada; el 3 de enero de 1882 estando ocupando dicho cargo, se le nombró además presidente de la Comisión de Pesca. El 28 de abril de 1883 fue designado presidente de la Comisión española en la Exposición Internacional de Pesca que se celebró en Londres. El 1 de noviembre 1885 fue ascendido a vicealmirante y nombrado presidente del Consejo de Gobierno del fondo de Premios de la Marina, por Real Orden del 14 de dicho mes y año, cesando el 10 de febrero de 1888 y ocupando el cargo de consejero de Estado el 11 de marzo de 1890, por pertenecer al Supremo de Guerra y Marina. El 30 de agosto de 1892, por su estado de salud, se le concedió el pase a la situación de reserva. Falleció en Madrid de muerte natural, el 17 de febrero de 1895. Navegó en cuarenta y seis buques armados y mandó en todos los empleos, dieciocho, contando a su muerte con veinticinco años, nueve meses y quince días de embarco contados día a día. Fue comandante general de escuadra cuatro veces. Tuvo un ascenso por méritos de guerra, y a lo largo de su carrera sólo disfrutó de cinco meses de licencia. Aparte de las condecoraciones citadas, poseía las nacionales siguientes: Gran Cruz de Isabel la Católica, la Cruz de Diadema Real de Marina y Benemérito de la Patria; y de las extranjeras: la de caballero de la Orden de Francisco José de Austria y Gran Cruz de la Corona de Italia. Su empleo a su fallecimiento era de vicealmirante, equivalente en la actualidad a almirante. De su matrimonio con Carlota Pilón Sterling tuvo un hijo llamado Luis Polo de Bernabé y Pilón, que fue oficial de la Armada.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Marina don Álvaro de Bazán (El Viso del Marqués, Ciudad Real), Exp. personal, legs. 4510 y 620/951; Archivo Museo Naval (Madrid), Catálogo, Real Compañía de Guardias Marinas, Probanzas, n.º 6700, Sign. E. 5909.

E. Ramos Azcárraga, “El vicealmirante Polo de Bernabé”, en Revista General de Marina (marzo de 1895); H. Franco Castañón, Apostaderos y Estaciones Navales en Ultramar, Barcelona, Bazán, 1998.

 

Hermenegildo Franco Castañón

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