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Carlos Cano y Núñez

Biografía

Cano y Núñez, Carlos. Murcia, 19.IX.1846 – 2.VIII.1922. Militar y poeta.

Hijo de Pedro Cano y Núñez y Josefa Núñez y Hernández. Realiza estudios brillantes en el Instituto de Segunda Enseñanza de Murcia y continúa su for­mación siguiendo la carrera militar, ingresando en fe­brero de 1863 en la Academia de Artillería de Sego­via. Apenas concluidos sus estudios se ve implicado en la sublevación del cuartel de San Gil el 22 de junio de 1866. Un año después es nombrado teniente, pri­mer paso en su ascendente carrera militar. Tras parti­cipar en 1874 con los ejércitos del norte y centro en la Segunda Guerra Carlista es ascendido a capitán. En 1875 se casa en Murcia con Amalia Cathalan y Molina, con la que tendrá siete hijos de los que sólo sobrevivirán tres: Dolores, José María y Antonio.

Desde entonces recorrerá toda la geografía española en distintos destinos militares, regresando siempre que le fue posible a Murcia, donde realizó dos largas estancias, la primera entre 1882 y 1885, al frente de los talleres de la fábrica de pólvora de Murcia, cu­yas voladuras del 19 de junio de 1882 y del 20 de agosto de 1883 le valieron la concesión de la Real Orden y la Cruz Roja del Mérito Militar por su com­portamiento ejemplar. En cada uno de los lugares en que estuvo destinado, especialmente en Barcelona, colaboró en la prensa. Tras publicar unos primeros versos de carácter becqueriano en El Museo Universal se decantará por la poesía festiva, género que le ganó su fama en la época, pese a cultivar también la prosa narrativa breve, el artículo satírico y la poesía de tono más serio, tanto religiosa como dedicada a las penas familiares, a la ciencia o a la patria, géneros domi­nantes a finales del xix. Las diversas ediciones de sus libros se ocupan de reunir sus colaboraciones poéti­cas previamente aparecidas en El Cascabel, El Sainete, Barcelona Cómica, Madrid Cómico, El Gato Negro o Gente Vieja.

En 1887 es nombrado comandante y dos años des­pués regresa a Murcia para instalarse allí definitiva­mente. En 1893 alcanza el puesto de teniente coro­nel de la Armada de Artillería. Se retiró del servicio tres años después. Fundó entonces la revista Mosaico, en la que colaboraba lo más granado de la poesía es­pañola de la segunda mitad del xix, lo que permite dar idea de las muchas amistades de Cano y el res­peto con el que era visto por sus contemporáneos. La muerte de su esposa en 1919 lo sume en un silencio poético del que ya no saldrá.

 

Obras de ~: Ratos perdidos (páginas en verso), Murcia, Est. ti­pográfico La Paz, 1867; Fruta del tiempo (Versos Alegres), Bar­celona, Imprenta de Luis Tasso Serra, 1888; Muestras sin valor (páginas en prosa y páginas en verso), Cartagena, Imprenta de José Requena, 1888; Mocedades (versos), Cartagena, Imprenta y Litografía de Marcial Ventura, 1890; Homenaje a la memoria de Federico Balart, Murcia, Tipografía de Andrés Sáez, 1905.

 

Bibl.: VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, t. XI, Barcelona, Hijos de J. Espasa, 1911, págs. 168-169; P. Lemus y Rubio, Don Carlos Cano y Núñez (19 octubre 1846-1.º agosto 1922). Apuntes biográfico-críticos en homenaje a su memoria, Murcia, Est. tipográfico de José Anto­nio Jiménez, 1930; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, apéndice 2, Madrid, Espasa Calpe, 1931, pág. 1012; J. M.ª de Cossío, Cincuenta años de poesía es­pañola (1850-1900), vol. 2, Madrid, Espasa Calpe, 1960, págs. 793-795.

 

Eduardo Hernández Cano