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Federico de Onís Sánchez

Biografía

Onís Sánchez, Federico de. Salamanca, 20.XII.1885 – Hato Rey (Puerto Rico), 13.X.1966. Filólogo e historiador de la literatura.

Nació en el seno de una familia de rancio abolengo en la que se unen dos elementos que iban a marcar la trayectoria vital de Federico de Onís: su larga estancia en Estados Unidos y su dedicación a los estudios filológicos y literarios. Su tatarabuelo paterno, Luis de Onís, fue un diplomático de raza que, tras desempeñar altas misiones en Viena, Sajonia y Berlín, fue nombrado ministro plenipotenciario en los Estados Unidos con el objetivo de negociar (primero con Monroe, después con Adams) la cesión por parte de la Corona española de todos los territorios situados al este del Misisipi, con el consecuente establecimiento de los nuevos límites de la nación hacia el oeste (la negociación se extendió desde 1809 hasta el 22 de febrero de 1819, en que se firmó el tratado). Más cercano, su padre, José de Onís, fue director de la biblioteca de la Universidad de Salamanca y amigo personal de Miguel de Unamuno, quien se convirtió muy pronto en maestro del joven Federico, desde sus primeros estudios —Instituto y Universidad—, cursados en la ciudad natal. Y a licenciado (1905), Federico de Onís se trasladó a Madrid para realizar el doctorado, ahora bajo la dirección de Ramón Menéndez Pidal. Al tiempo, preparó oposiciones al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, obteniendo destino en León (1907) y Oviedo (1908), y se doctoró en Letras ese último año, en el cual, asimismo, conoció a otro de sus maestros: José Ortega y Gasset, recién llegado de Alemania. Al año siguiente, fue premiado por la Real Academia Española por su obra —no publicada— La lengua de Salamanca en la Edad Media, y dio el salto a la Universidad tras su nombramiento como profesor auxiliar encargado de la Cátedra de Lengua y Literatura Españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo. En 1911, obtuvo por oposición la referida Cátedra y compaginó esta actividad con su labor como agregado al Centro de Estudios Históricos y director de estudios de la Residencia de Estudiantes, donde leyó y luego publicó uno de sus ensayos más personales sobre el problema de la Universidad española: Disciplina y rebeldía (1915). Ese año se trasladó como catedrático a la Universidad de Salamanca.

En septiembre de 1916, empezaron sus viajes a la Universidad de Columbia (Nueva York), donde se encargó de organizar los estudios hispánicos, en alza después de la Primera Guerra Mundial, lo que le llevó a pedir en 1921 la excedencia en la Universidad española e instalarse definitivamente en los Estados Unidos. Como consecuencia de esta labor, Federico de Onís fundó en 1920 el Instituto de las Españas con el fin de “encauzar las relaciones triangulares entre España, Hispanoamérica y los Estados Unidos” (Onís, 1955: 9), a la que siguió la creación de la Revista Hispánica Moderna (1934). Con todo ello consiguió convertir el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Columbia en referente mundial del hispanismo: al profesorado de plantilla encabezado por él se fueron incorporando progresivamente Ángel del Río (1930), Tomás Navarro Tomás (1941), Arturo Uslar Pietri (1947-1950), Germán Arciniegas (1947), Francisco García Lorca, Eugenio Florit, y un numeroso grupo de profesores visitantes: María de Maeztu, Antonio G. de Solalinde, Américo Castro, Ramón Menéndez Pidal, Luis Alberto Sánchez, Gabriela Mistral, Fidelino de Figueiredo, C. C. Marden… También por iniciativa de Onís, recalaron en Columbia creadores y artistas como Federico García Lorca, la Argentinita, Julio Camba, León Felipe, Luis de Oteyza, Indalecio Prieto, Eduardo Zamacois, Dámaso Alonso… Toda esta labor la desempeñó con el brío y dinamismo característicos suyos hasta la fecha de su jubilación, en 1953.

Comenzó entonces una nueva época, entonces en la Universidad de Puerto Rico, cuyo Seminario de Estudios Hispánicos había contribuido a fundar en sus estancias de los años 1926 y 1928. Fue su director desde 1954 hasta 1966. Con los años, esta institución pasó a tomar el nombre de Seminario de Estudios Hispánicos Federico de Onís. En este seminario, donde creó una importante escuela hispanística, profundizó sus estudios de literatura hispanoamericana, que desarrollaron y continuaron trabajos suyos elaborados en Nueva York y, sobre todo, su obra más significativa: la Antología de la Poesía Española e Hispanoamericana (1882-1932). Una dolorosísima enfermedad (neuralgia facial) detectada en 1965 le condujo hacia la muerte, acaecida el año siguiente.

Se conservan numerosos testimonios gráficos y evocaciones literarias de Federico de Onís que insisten en su fuerte presencia, alto, recio, flaco, y en su carácter expansivo, cordial, buen conversador, de “adusta seriedad con algún brote de humor”, su llaneza casi “aldeana”, amigo de sus amigos y fiel a sí mismo, como sintetizan las palabras de Juan Ramón Jiménez (1935): “Siempre es Onís igual al de ayer y al de hace un año, igual por fuera y por dentro, y creo que seguirá siendo igual hasta su fin, español o americano” (Revista Hispánica Moderna, XXXIV, 1968: 25).

 

Obras de ~: D. de Torres Villarroel, Vida, ed. de ~, Madrid, La Lectura, 1912; Fr. L. de León, De los nombres de Cristo, ed. de ~, Madrid, La Lectura, 1914, 1917 y 1922, 3 vols.; Disciplina y rebeldía, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1915; con A. Castro, Fueros leoneses de Zamora, Salamanca, Ledesma y Alba de Tormes (I, textos), Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1916; Ensayos sobre el sentido de la cultura española, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1932; Antología de la poesía española e hispanoamericana (1882-1932), Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1934; M. de Unamuno, Cancionero: diario poético, ed. de ~, Buenos Aires, Losada, 1953; España en América. Estudios, ensayos y discursos sobre temas españoles e hispanoamericanos, Madrid, Ediciones de la Universidad de Puerto Rico, 1955; Unamuno en Salamanca, pról. de C. William de Onís, Salamanca, Universidad, 1988.

 

Bibl.: L. de Arrigoitia, “Bibliografía de Federico de Onís”, en La Torre, 59 (1968) [número de homenaje a Federico de Onís], págs. 229-262; J. de Onís, “El nombre de Onís en el mito y en la historia”, en Revista Hispánica Moderna (RHM), XXXIV (1968), págs. 47-61; VV. AA., RHM, 34 (1968), volumen monográfico dedicado a Federico de Onís; E. de Zuleta, Historia de la crítica española contemporánea, Madrid, Gredos, 1974 (2.ª ed. aum.), págs. 224-231; R. Lapesa, “Menéndez Pidal, creador del Centro de Estudios Históricos”, en VV. AA., ¡Alça la voz, pregonero! Homenaje a Don Ramón Menéndez Pidal, Madrid, Cátedra-Seminario Menéndez Pidal, 1979, págs. 43-79; VV. AA., Número homenaje a Federico de Onís, Revista de Estudios Hispánicos, XII (1985); J. Portolés, Medio siglo de filología española, 1986-1952): positivismo e idealismo, Madrid, Cátedra, 1986; M. Benavides Lucas, “Foronda y Onís. Dos españoles en el nacimiento de la república USA”, en A. Romero Ferrer (coord.), VI encuentro de la Ilustración al Romanticismo. Juego, fiesta y transgresión, 1750-1850, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1995, págs. 445- 458; H. Y oung, “Federico de Onís (1888 [sic]-1966)”, en Hispania, 80 (1997), págs. 268-270; A. García Morales, “Federico de Onís y el concepto de modernismo”, en Revista Iberoamericana, LXIV, 184-185 (1998), págs. 485-506; J.- C. Mainer, La edad de Plata (1902-1939). Ensayo de interpretación de un proceso cultural, Madrid, Cátedra, 1999 (5.ª ed.); J. Montero Reguera, “La crítica sobre el Quijote en la primera mitad del siglo xx”, en A. Bernat Vistarini (ed.), Volver a Cervantes. Actas del IV Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas (Lepanto, Grecia, octubre de 2000), vol. I, Palma de Mallorca, Universidad de las Islas Baleares, 2001, págs. 195-236; O. Ruiz Manjón, Entre España y América. Federico de Onís (1885-1966), Salamanca, Universidad de Salamanca, 2019.

 

José Montero Reguera